Un descenso semanal del 5% de los casos de COVID-19 en Gipuzkoa parece haber puesto freno a la subida de la incidencia en Euskadi, que marca 496,97 casos por cada 100.000 habitantes cuando ha llegado en esta última fase a 497,02. No obstante, tanto Álava como Gipuzkoa siguen por encima de 500 puntos. En uno y otro caso se trata de niveles de alerta roja por alta transmisión comunitaria, un escenario que nunca se ha desactivado desde la última semana de noviembre. Eso sí, el seguimiento de los casos podría verse resentido una vez más por los cambios en los protocolos de gestión de los casos, hasta el punto de que ya se plantea que no hagan cuarentena las personas con cuadros asintomáticos o leves.
Por edades, el gran hándicap es que la mayor incidencia se concentra en las personas nonagenarias y centenarias, con más de 800 puntos. Para ellos, la letalidad del Sars-Cov-2 es del 19,9%, según los datos de esta misma semana. De los 25 mayores que se han contagiado este miércoles es probable que mueran cinco en las próximas semanas si ello se mantiene. En esta franja etaria, el virus ha crecido un 26% en una semana. La siguiente con más subida es la de los octogenarios, con un 23% de ascenso. 66 se han contagiado en 24 horas (tasa de casi 600 puntos) y, para ellos, la mortalidad probable es del 10%.
En cuanto a la presión asistencial, hay 176 personas ingresadas en Euskadi a causa de la COVID-19. Eran 170 la pasada semana y 175 hace dos. Sin embargo, la ocupación de la UCI está en los niveles más bajos desde agosto de 2020. Ahora mismo hay 20 pacientes críticos, por 23 y 27 de los jueves anteriores. No obstante, no se precisa si las salidas son por altas o por fallecimientos. La media diaria de ingresos es de 23 cada día, aunque en las últimas 48 horas han sido 65. El 67,8% de los que dan positivo tienen síntomas en el momento de la toma de muestras.