Kutxabank quiere crecer mirando a las empresas y no depender tanto de las hipotecas

El presidente de Kutxabank, Anton Arriola, quiere que el banco vasco crezca en los próximos años mirando a las empresas para no depender tanto como hasta ahora de los créditos hipotecarios. En una encuentro este martes en Bilbao organizado por Deusto Business Alumni, en colaboración con PwC, Arriola ha señalado que la entidad tiene que tomar “medidas para crecer”, aunque ha apuntado que será un crecimiento de carácter orgánico porque en lo que se refiere a posibles compras de otras entidades “no se vislumbran grandes operaciones en el corto o medio plazo”, aunque “estarán ojo avizor ante cualquier oportunidad”, ha señalado. En este sentido, ha apostado por diversificar su cartera crediticia, y volcarse más en la inversión empresarial, “sin dejar de lado las hipotecas”. “Se trata de equilibrar”, ha señalado, porque “hay demasiados huevos en esta cesta”, por el sector hipotecario, mientras que en el sector empresarial “estamos infrarrepresentados”.

Arriola ha recordado que en Euskadi la cuota en créditos hipotecarios es del 40%. “Eso es difícil que crezca más”, ha señalado. Sin embargo, en lo que se refiere a las empresas, la cuota está en el 15%, después de una época en la que la entidad ha preferido opciones de menos riesgo. “Ahora tenemos fortaleza para crecer en ese segmento”, ha señalado. Sí crecerá en todos los segmentos fuera de Euskadi, y se ha referido en ese sentido a la presencia que ya tienen en Madrid, por ejemplo, con 70 oficinas, y en las oportunidades que crecimiento que tienen en ciudades como Barcelona, Málaga o Sevilla. De hecho, en Andalucía tienen ya el 18% de volumen de negocio -Kutxabank es el dueño de la cordobesa CajaSur“-. El 59% de su volumen de negocio está en Euskadi y el 23% en otras comunidades autónomas.

Respecto a la apuesta por las empresas, además de aumentar los créditos a este sector, ha apostado por participar en 'projet finance' y ha mostrado su interés por proyectos ligados a la transición energética, como los solares, en los que ya participa en algunos que se están desarrollando en Álava. También ha ratificado su intención de terminar con el proceso de desinversiones en participadas. En este momento su cartera asciende a 1.800 millones de euros, con participaciones repartidas sobre todo en Iberdrola, Petronor, CAF, o Ingeteam. “Es una cartera muy importante. Hemos tenido que desprendernos de una parte para generar capital y gestionar el riesgo. Pero ese proceso ha llegado a su fin. Vamos a continuar en las participadas y apoyando su crecimiento”.

Ha dejado en manos de sus accionistas, las fundaciones, las próximas inversiones directas, por las restricciones que impone el Banco de España. Un proceso para el que BBK ya tiene un fondo a tal efecto. Pero sí ha señalado que mantendrá financiación a través de vehículos como Talde o Ekarpen para “favorecer el arraigo y los centros de decisión de las empresas”. Precisamente Kutxabank fue muy criticada por vender su participación en Euskaltel en la OPA de Más Móvil sobre la operadora vasca.

Tipos de interés al alza

Arriola, que lleva seis meses al frente del banco ha destacado que se ha encontrado con una entidad con unos niveles de solvencia por encima de la media, con un “colchón muy significativo de capital”. Un 17,6% frente al 11,7% que requiere el Banco Central Europeo, “lo que nos permite crecer”. También ha destacado los bajos índices de morosidad de la entidad, pese a la subida de los tipo de interés que “han impactado a las familias”.

Respecto a los tipos, Arriola a vaticinado que habrá dos nuevas subidas, para controlar la inflación y, “a partir de ahí comenzarán a bajar”. La conferencia del presidente de Kutxabank ha reunido a representantes del mundo económico y empresarial y también de la política, como el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, o de la presidenta de ese partido en Bizkaia, Itxaso Atutxa.