La pandemia deja al menos otros 81 fallecidos en Euskadi pero Salud afirma que la mortalidad ha bajado en la segunda ola
El Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) ha notificado este miércoles 81 fallecimientos entre el 23 y el 29 de noviembre a causa de la COVID-19, aunque excluye de este cómputo otros decesos de personas con coronavirus que no han tenido esta patología como causa principal de la defunción. Según la valoración realizada en el Parlamento Vasco por el viceconsejero, Iñaki Berraondo, en esta segunda ola “ha disminuido sensiblemente la mortalidad”.
Berraondo lo ha atribuido a dos factores. Por un lado, a un “mejor conocimiento” del Sars-Cov-2 que en primavera y, por otro, a la aplicación de “mejores tratamientos” para combatir sus efectos en los casos más críticos. “Nunca es suficiente pero ahora podemos atajar las consecuencias del virus de una manera más eficaz”, ha señalado el 'número dos' de Salud, que ya lo era con Nekane Murga en la primera fase de la pandemia y que ahora continúa al lado de Gotzone Sagardui.
Según los datos que maneja Euskadi de “exceso de mortalidad” -muertes adicionales a las esperables en una fase de normalidad-, se produjeron 1.644 en la primera ola y 467 desde agosto. Berraondo ha explicado que existe “bastante buena correlación” entre las cifras oficiales de la pandemia y el mejor medidor de los excesos de mortalidad en España, que es un registro llamado MoMo, que gestiona el Instituto Carlos III y que analiza de manera ordinaria, al margen de la pandemia, variables como las olas de calor.
Berraondo ha rechazado que la situación de Euskadi sea peor a la de otros lugares, en respuesta a una pregunta de la portavoz de EH Bildu en la comisión de Salud, Rebeka Ubera. Según el viceconsejero, la comunidad autónoma tiene “una situación muy parecida a la de Navarra” y “un poco peor que La Rioja y Murcia” pero con niveles de letalidad “por debajo del resto” a nivel de España y de Europa. Ha añadido que la tasa de mortalidad a 14 días es de 7,04 en Euskadi, “por debajo de la española y bastante por debajo de Francia”, aunque ha admitido que los datos “probablemente estén infraestimados” por retrasos en algunas notificaciones y que ninguna estadística, por baja que sea, deja “tranquilas” a las autoridades, ya que es la variable más importante de la pandemia.
Se da la circunstancia de que los datos de mortalidad son los menos detallados de las estadísticas de la COVID-19 en Euskadi. Hace meses que desaparecieron de los reportes diarios y simplemente se ofrece una actualización semanal, los miércoles o los jueves, con información de la semana anterior. No hay un desglose por provincias, aunque sí datos a nivel municipal que permiten obtener los sumatorios. En cambio, las diputaciones sí informan de manera regular de las defunciones en las residencias, aunque con diferente nivel de periodicidad y detalle. Esta pandemia ha dejado en Euskadi los meses con más letalidad desde 1975 y con fuertes picos tanto en primavera como ahora en otoño.
0