El Parlamento Vasco frena el intento de PP+Cs y Vox de parar la ley de Memoria Histórica

El Parlamento Vasco ha tumbado este jueves el intento de los grupos PP+Cs y Vox de frenar la ley de Memoria Histórica y Democrática autonómica presentada por el Gobierno de Iñigo Urkullu y que ahora continuará su tramitación en la Cámara. Debido a la baja por COVID-19 de la consejera de Igualdad, Justicia y Política Sociales, Beatriz Artolazabal, ha sido el lehendakari, Iñigo Urkullu, quien ha defendido el texto en primera persona con un discurso en euskera y castellano. “Verdad, justicia, reconocimiento y reparación”, ha solemnizado para las víctimas de la Guerra Civil y de la dictadura franquista. Además del Gobierno, compuesto por PNV y PSE-EE, también EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU han votado en contra de las enmiendas de totalidad y a favor de la tramitación.

No es una ley exenta de trabas en el pasado. En la legislatura anterior hubo hasta cinco intentos frustrados de desarrollar un marco que complete el ya existente para toda España. Decayeron textos separados de EH Bildu y de Elkarrekin Podemos-IU, una iniciativa legislativa popular (ILP) y una nueva formulación conjunta de las dos coaliciones de izquierdas. En todos los casos -aunque se produjeron algunas disensiones entre PNV y PSE-EE e incluso dentro de las filas nacionalistas- la promesa era que el Gobierno iba a formular su propia propuesta. Ese borrador llegó muy tarde, a finales de 2019, y la legislatura acabó sin que ni siquiera fuera presentado.

El texto con el que ahora trabaja el legislativo fue conocido en el verano de 2021 coincidiendo con el octogésimo quinto aniversario del golpe de Estado de Francisco Franco. Se destacó de él que preveía incluso sanciones económicas administrativas (de hasta 150.000 euros en los casos más graves) para los supuestos de enaltecimiento de la dictadura. Pero este mismo texto fue puesto en cuestión por errores en la versión aprobada y en la que había llegado a la Cámara.

Urkullu ha recalcado, en su intervención, que aunque el calendario marque 2022 -y la reparación prevista se agota en 1978, con la aprobación de la Constitución- no empieza ahora el compromiso del Ejecutivo con la memoria histórica. “No partimos de cero. Las primeras disposiciones institucionales de reconocimiento datan de principios de la década de 1980”, ha enfatizado el lehendakari, que ha elaborado una pequeña cronología verbal desde el estrado. Y ha añadido: “Esta trayectoria ha situado a Euskadi como referencia en memoria histórica y democrática. El proyecto de ley viene a reforzar y dotar de marco normativo a esta trayectoria. Es un marco normativo al servicio de un fin humanista y humanizador: restaurar la memoria y la dignidad de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura. Por ello, nuestro primer recuerdo es hoy para quienes durante más de cuarenta años fueron víctimas de graves violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario”.

La enmienda de totalidad de Vox hace un ejercicio de revisionismo histórico sobre la Guerra Civil y la dictadura y Amaia Martínez Grisaleña ha destacado que omite a las víctimas de ETA. En cuanto a PP+Cs, también ha enfatizado la ausencia de referencias al terrorismo. Carmelo Barrio ha denunciado igualmente que no pueden quedar fuera quienes “padecieron la represión y la brutalidad de los representantes republicanos”. Ha citado los casos de “matanzas” en las prisiones y barcos controlados por el entonces Gobierno de Euzkadi o fusilamientos en Elosu y en otros lugares. “Estamos y estaremos en todos los homenajes de las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo, pero queremos que los crímenes del bando republicano sean recordados y sus víctimas sean resarcidas. [No puede haber] Víctimas de primera y de segunda en relación con lo sucedido en la Guerra Civil según el color del uniforme de sus verdugos”, ha señalado Barrio.

Estas formaciones han recibido duras réplicas desde las bancadas de PNV y PSE-EE pero particularmente por parte de EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU. El nacionalista Iñigo Iturrate, por ejemplo, ha destacado que “todas” las víctimas por motivos “políticos” están contempladas en la ley y ha asegurado que las del bando ganador ya han recibido reconocimiento público durante años. El socialista Eneko Andueza, que también ha hecho mención a ello, ha destacado igualmente la importancia de la aprobación de esta norma y ha señalado que necesariamente las medidas han de presentarse “alineadas” con las previstas por el Gobierno de España. Asimismo, en un segundo turno, ha tenido un recuerdo para la recientemente fallecida Josefina Lamberto, navarra, vinculada a la UGT y amiga de su familia.

En el caso de EH Bildu -cuyo representante Julen Arzuaga ha comparecido con una camiseta en recuerdo del bombardeo de Gernika- ha llamado primero “herederos del franquismo” y luego directamente “franquistas” a PP, Ciudadanos y Vox y ha leído palabras del general golpista Emilio Mola para describir la crueldad de lo sucedido. Para Arzuaga, los discursos de estos partidos son “obscenos”, “inaceptables” y un “insulto a las víctimas del franquismo”. Por parte de Elkarrekin Podemos-IU ha tomado la palabra Jon Hernández, que es el secretario general del PCE en Euskadi, y ha considerado “abyectas” las enmiendas de la derecha parlamentaria -que se sienta en el centro del hemiciclo- al blanquear las actuaciones de los “socios del eje nazi-fascista” con el “comodín de ETA”. Hernández ha asegurado que PP+Cs y Vox han recibido el portazo no solamente de los votos del Parlamento sino del “peso de la historia”, aunque ha admitido que al texto del Gobierno le ven “muchas carencias”, por lo que ha anunciado “60 enmiendas parciales” para modificarla.