El Parlamento Vasco levanta este viernes el telón de la undécima legislatura con una primera sesión constitutiva protocolaria que designará a los nuevos miembros de la Mesa y pondrá en marcha la cuenta atrás hasta los plenos de investidura del lehendakari, previsiblemente de nuevo Iñigo Urkullu. La maquinaria de la Cámara ya está lista. Todo está a punto, incluso hasta el reparto de escaños de los partidos (con el PSE-EE más a la derecha, junto al PNV, y el PP al centro para hacer hueco a Elkarrekin Podemos al lado de EH Bildu). Pero, ¿conocen los ciudadanos en qué se gasta la institución los 33,1 millones de presupuesto anual con los que cuenta?
Aunque hasta hace pocos años las cuentas no eran públicas, desde hace unos meses, el Parlamento dispone de un portal de transparencia. Allí se recogen decenas de documentos que desglosan las facturas del legislativo vasco, desde los sueldos de todo el personal (políticos y funcionarios) hasta el número de asesores contratados pasando por su patrimonio institucional hasta llegar al detalle del gasto en “flores y plantas” (2.000 euros al año, por cierto).
Casi 5.000 euros al mes de nómina
El grueso del presupuesto está destinado a costes de personal. Sus señorías reciben 14 pagas de 4.946,68 euros brutos, algo menos de 70.000 euros anuales. La cuantía se mejora para los portavoces de cada uno de los partidos y para los miembros de la Mesa (5.822,52 euros mensuales, 81.500 anuales). Bakartxo Tejeria, la presidenta, que continuará una segunda legislatura, percibe 6.841,64 euros (95.800 al año).
Asimismo, existen dos figuras para compensar que legalmente el Congreso todavía no ha equiparado el régimen de protección social de los políticos al del resto de trabajadores afiliados a la Seguridad Social. Por un lado, existe un prestación de desempleo propia. De momento, diez personas se han beneficiado de ella desde su puesta en marcha en la novena legislatura con un coste total de 105.570,75 euros. La última en solicitarla, hace ahora un año, fue la expresidenta de la Cámara y exlideresa del PP Arantza Quiroga tras presentar su dimisión.
Por otro lado, existe también una paga para los parlamentarios al finalizar una legislatura. Se entiende que tienen difícil regresar al mercado laboral en el corto período hasta la celebración de las elecciones (unos dos meses) y se les abona un equivalente a dos nóminas (del orden de 10.000 euros brutos). No obstante, la solicitan y cobran también quienes no tienen aspiraciones de regresar a la Cámara (por lo que prolongan 'de facto' dos meses su estancia) e incluso han sido polémicos los casos de aforadas que la han pedido sin llegar a tomar posesión o, como Jone Goirizelaia en julio, tras haber estado presente únicamente en un pleno (por lo que optó por devolver esa paga).
Dietas, telepeaje y viajes
A esto hay que añadir algunos complementos que redondean la nómina. Los que sean funcionarios de carrera tienen derecho a seguir percibiendo su antigüedad en la Administración. Además, hay una dieta de “locomoción” fija para cubrir los desplazamientos dentro de la comunidad autónoma por motivos laborales, sean los que sean.
Son 370 euros para los electos alaveses (vivan a 100 metros del Parlamento o en el más alejado de los municipios), 543 para los vizcaínos y 596 para los guipuzcoanos. Las cuantías se han estado abonando incluso a quienes disponían de servicio de escolta con coche. En este caso son 12 pagos anuales, aunque los meses de enero, julio y agosto sean inhábiles conforme al Reglamento interno, es decir, no tienen actividad ordinaria. En el portal de transparencia se subraya que estas cuantías están “congeladas desde 2009”.
Adicionalmente, la Cámara ofrece telepeaje para pagar las autopistas en estos viajes internos. En 2015 había terminales 74 activos (se entiende que todos los parlamentarios lo tenían menos el lehendakari, Iñigo Urkullu, que lógicamente depende del Gobierno) con un coste anual de 78.522,74 euros. Son 1.061,11 de media por aparato o, dicho con un ejemplo, casi 100 viajes de ida y vuelta de Vitoria a Bilbao.
Capítulo diferenciado son los viajes fuera de Euskadi. En 2015, el coste total de estos desplazamientos oficiales ascendió a 620.248,9 euros, 8.269,98 euros de media por cada uno de los aforados.
3,8 millones para los partidos
En el Parlamento, los partidos se estructuran en grupos, que disponen de oficina propia en las alas del edificio principal, en los laterales del hemiciclo. Ahora, cuando arranque formalmente la legislatura, habrá que hacer hueco para ubicar a Elkarrekin Podemos, que entra con mucha más estructura (11 escaños) que el partido que se marcha, UPyD. Cada formación tiene una subvención fija de 18.280 euros más un variable de 3.046 adicionales por cada escaño. El montante total es de 3,8 millones al año, según los últimos datos.
Cada grupo tiene derecho a contratar a tres asistentes (uno de ellos adscrito al portavoz). En la pasada legislatura se repartieron proporcionalmente, además, otros 26 en función de los escaños hasta sumar 41 asesores. Algunos grupos utilizan esos puestos para liberaciones de partido, para personal que nunca trabaja en el Parlamento. Otros contratan a más personal a media jornada pero con el mismo presupuesto.
Cada uno de los cuatro miembros de la Mesa, asimismo, dispone de dos ayudantes. El equipo de la presidenta, finalmente, es de cinco miembros (con Arantza Quiroga se alcanzaron los siete asesores). A ellos se un asesor informático externo. Aunque hay distinciones, el suelo medio de un asesor parlamentario es de 3.396,18 euros brutos mensuales en 14 pagas.
Cada parlamentario (y algunos de sus asesores) reciben un equipamiento llamado “oficina móvil”, pensado para el registro de iniciativas desde fuera de la Cámara y para el teletrabajo. Consta de ordenador portátil, ‘smartphone’ y conexión a Internet. Tras polémicas como la factura de 6.000 euros de Iñaki Oyarzábal (PP) tras un viaje a Tailandia en 2014, se ha limitado el consumo de datos móviles a 100 euros mensuales.
Debates equivalentes a 121 días seguidos
El Parlamento también pone a disposición de sus señorías cursos de idiomas. En la última legislatura ocho estudiaron euskara y nueve inglés. Las clases de lengua vasca costaron 19.834 euros anuales pero las de inglés resultaron tres veces más baratas: 6.287,50 euros.
Las cuentas revelan también que el servicio de grabación, emisión en directo y transcripción de los plenos supone un desembolso anual de 162.500 euros. La pasada legislatura el pleno y las comisiones de la Cámara estuvieron debatiendo durante nada menos que 2.911 horas y 40 minutos. Es tanto como decir que fueron el equivalente a 121 días consecutivos, a iniciar una reunión en enero y terminarla al principio de mayo. Es todo un récord en la historia de la Cámara desde 1979. La comisión más activa fue la de Sanidad.
El Parlamento trabaja con dos idiomas oficiales, euskara y castellano. En este sentido, los servicios de traducción suponen un desembolso de 198.000 euros.
Tres Audis y un bargueño
El portal de transparencia recoge también un pequeño inventario del patrimonio del Parlamento. El edificio principal, que alberga el hemiciclo, era un antiguo instituto ubicado en el parque de La Florida de Vitoria. Frente a él, y conectada por un túnel subterráneo, se halla la sede administrativa, que acoge también la biblioteca y las oficinas del Ararteko.
La Cámara dispone de dos aparcamientos para el personal y de una flota de tres vehículos. Son un Audi A4 2.0. y dos Audi A6 Quatro, empleados por los miembros de la Mesa. Eso sí, existe un convenio de 5.000 euros para desplazamientos en taxi.
La Cámara dispone también de una cierta colección de bienes histórico-artísticos. Son un total de 83, incluyendo 19 esculturas, 11 sillas y sofás, 10 grabados y una veintena de cuadros y mapas. Posee igualmente un bargueño o mueble antiguo de madera y hasta dos candelabros. Asimismo, tiene presupuestado un gasto de aproximadamente 35.000 euros en convenios con la ABAO de Bilbao (ópera) y el Orfeón Donostiarra, en lo que algunas voces han criticado como unas muy caras entradas gratuitas para sus señorías.