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Podemos y EH Bildu se quedan muy lejos del PNV en el sondeo del CIS

arco vascas nuevo

Iker Rioja Andueza

La cocina del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ya ha servido su entrante para la campaña electoral vasca. Está por ver si en esta ocasión el sondeo (3.007 entrevistas en 200 municipios de las tres provincias y con un margen de error de más o menos el 3%) acierta más allá de la evidencia de que el PNV de Iñigo Urkullu, el actual lehendakari, repetirá victoria.

La encuesta, hecha pública este mediodía junto a la de Galicia, eleva al 38% el apoyo para el PNV, que dominaría en los tres territorios y mejoraría el 34% cosechado en 2012. Ni la irrupción de un nuevo actor (Podemos) en el reparto del pastel parece afectar a la histórica hegemonía del nacionalismo, que podría retener sus 27 escaños o, en el mejor de los escenarios, arañar uno hasta los 28. Estaríamos hablando casi del mejor resultado de su historia con un Urkullu que ha explotado su perfil serio y de gestión frente al nacionalismo catalán y los desacuerdos de los líderes españoles.

Una vez más, se constata que los vascos votan en clave diferente en unas generales que en unas autonómicas. Históricamente ha habido vaivenes de hasta 10 puntos que, sobre todo, han perjudicado al PSE-EE. Ahora es Podemos, en coalición con IU y Equo (Elkarrekin Podemos), quien no parece que rentabilizará su doble victoria de diciembre y junio en las elecciones a Cortes Generales (que sólo se produjo, por cierto, en la urna del Congreso y no en la del Senado).

La gran incógnita electoral de cara al 25 de septiembre parece la pelea por la medalla de plata. La izquierda abertzale, que comparecerá sin Arnaldo Otegi y sin una cabeza clara, aspira a retener esa posición. Elkarrekin Podemos, a quien se le atribuye un 13% del voto (en las generales tuvo picos de hasta el 30% en Euskadi, sus mejores datos de España), le mordería cinco escaños y le dejaría en 16 de 21. La candidatura de Pilar Zabala (desconocida para el 60% de la población frente al tirón de Pablo Iglesias y poco valorada) se movería con opciones de lograr 15 ó 16. Saldría beneficiada, a pesar de tener menos votos que EH Bildu, por el factor distorsionador de los escaños de Álava.

Es cierto, según la letra pequeña del CIS, que existe una gran bolsa de indecisos a falta de unas semanas para los comicios. Un tercio de los vascos, reza la encuesta, no tendría decidido el sentido de su voto. En números redondos son nada menos que 565.000 personas. Es un aviso de que el recuento del CIS y el escrutinio, de nuevo, pueden ser muy disímiles.

Y aquí Elkarrekin Podemos sí puede ser optimista. Si hacemos caso a los 3.000 encuestados, un 12% de los encuestados (70.000) duda entre la coalición de izquierdas y el PNV, un 11% entre Elkarrekin Podemos y EH Bildu (62.000) y un 6,4% (36.000) entre los morados y el PSE-EE de Idoia Mendia. Ninguna otra opción suscita tanto debate interno como la de Zabala, aunque hay un 8,4% que pendula entre PNV y EH Bildu.

Entretanto, el CIS vuelve a dibujar un panorama desolador para el constitucionalismo. El PSE-EE apenas retiene el 10% de votos y podría aspirar a 8 escaños, cuando en 2009 fueron 25 y en 2012 16. El resultado es especialmente malo en Gipuzkoa. Los socialistas, eso sí, se han demostrado capaces de remontar a las encuestas en las dos últimas elecciones, aunque sólo sea para salvar los muebles. Idoia Mendia, además, aparece como razonablemente bien valorada.

Su papel como posible apoyo del PNV daría una suma de unos 35-36 escaños, cerca de la mayoría absoluta. En todo caso, son más que una hipotética pinza de izquierdas de Elkarrekin Podemos y EH Bildu (31-32). En el Parlamento Vasco, a diferencia de en Congreso, bastaría para una investidura en segunda vuelta.

De cara a la gobernabilidad, eso sí, los 8 escaños de Alfonso Alonso para el PP, a pesar de ser otra dura derrota, podrían configurarse como decisivos. Tradicionalmente, las encuestas también han infrarrepresentado el peso real del PP y los ‘populares’, por ello, aspiran aún a mantener al menos sus 10 diputados actuales y de no caer por debajo del 10%.

El CIS, asimismo, excluye a Ciudadanos del reparto al no atribuirle en Álava el 3% mínimo necesario para obtener escaños en el Parlamento Vasco, aunque los márgenes de error de cualquier encuesta no hacen fiables los datos de las formaciones minoritarias. La formación naranja quedaría mucho más lejos de ese listón en Bizkaia y Gipuzkoa. Para los de Nicolás de Miguel (que estará arropado casi a diario en Euskadi por Albert Rivera) todo lo que no sea ‘heredar’ el escaño alavés de UPyD sería un fracaso.

De Miguel es, precisamente, el candidato más desconocido. Sólo un 16% de los vascos le pone cara. El CIS no pregunta por Arnaldo Otegi, ya definitivamente inhabilitado tras la última decisión del Tribunal Constitucional, y sitúa a la par que Urkullu, Mendia, Alonso, Zabala y De Miguel a la ‘número dos’ de Gipuzkoa, Maddalen Iriarte, y no a Miren Larrion. Un 63% desconoce quién es esta presentadora de ETB1 aunque recibe la segunda nota más alta (5,5), sólo superada por un Urkullu que roza el ‘bien’ (5,96) frente a otros líderes que suspenden por poco (Zabala, 4,96) o con estrépito (Alonso, 2,17).

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