El PP vasco se abre ahora a una reforma del Estatuto y marca perfil de “oposición constructiva” en Euskadi
El PP arranca el nuevo curso político en Euskadi confiado de que los sondeos favorables para Pablo Casado traerán también viento de cola en territorio vasco después de un 2020 aciago con una caída a mínimos históricos en los escaños (solamente seis y dos cedidos a Ciudadanos por los acuerdos de coalición). Esta pretendida nueva centralidad olvidada ya la etapa de Alfonso Alonso y su polémica salida ha llevado al presidente de los 'populares' vascos, Carlos Iturgaiz, a proclamar que su formación “está por una reforma del Estatuto”, un anuncio de calado político aunque dejando claro que no aceptarán un “nuevo estatus” como paso previo a la autodeterminación y la independencia.
A preguntas de los periodistas, Iturgaiz ha puntualizado que el texto vigente “ya tiene unos añitos” –de hecho es el único de la primera generación que no ha sido reformado nunca– y que “se tiene que poner al día”. “Se necesitan reformas. Hay temas europeos”, ha explicado el presidente del PP y líder también de la coalición PP+Cs, que durante años fue europarlamentario. El texto se aprobó años antes de que España entrara en la Unión Europea –sin el apoyo de Alianza Popular– y hay muchas políticas que se han reordenado. El presidente del PP ha enfatizado que no solamente en esta materia sino en otras como la lucha contra la pandemia actuará con “propuestas en positivo”, con un perfil de “oposición constructiva”.
El proceso de reforma del Estatuto fue impulsado por Iñigo Urkullu cuando ganó las elecciones de 2012. Sin embargo, consumió la legislatura 2012-2016 sin avances. En la 2016–2020 hubo una primera fase al ralentí pero, después del 'procés', se aceleraron los trabajos. De hecho, el PNV y EH Bildu acordaron unas bases con marcado acento soberanista el mismo día de mayo de 2018 en el que el Gobierno de Mariano Rajoy pactó con los nacionalistas sus últimos presupuestos. Sin embargo, en una fase posterior, el PNV moduló su propuesta y se acercó al PSE–EE y a Elkarrekin Podemos. El PP siempre estuvo en contra si bien el experto que lo representaba en la ponencia de autogobierno, el veterano dirigente navarro Jaime Ignacio del Burgo, sí se abrió a una reforma pero a la baja, para dotar de más poder a los territorios forales frente a las instituciones comunes autonómicas. Lo que sí ha dejado claro Iturgaiz es que no avalarán planes para “romper con España”. “No queremos liquidar o destruir. Estamos muy cómodos con el autogobierno”, ha enfatizado el dirigente conservador, que ha asegurado que estados de Estados Unidos y 'länder' alemanes sienten envidia del nivel de competencias de Euskadi.
Ese desarrollo del autogobierno vasco tiene un hito próximamente. El 1 de octubre se hará efectiva la transferencia de Prisiones a Euskadi, la segunda comunidad que la recibe después de Catalunya. Iturgaiz ha dicho que el PP también apoya este traspaso, recogido desde 1979 en el Estatuto. “Nunca hemos dicho que no haya una transferencia de Prisiones. Claro que está dentro del Estatuto. Lo que no queremos es que se utilice para que las cárceles se conviertan en 'resorts' de lujo para los presos de ETA, como ha sido Lledoners en Catalunya”, ha explicado Iturgaiz.
Todo apunta a que, después del parón por la pandemia, el Parlamento Vasco retomará próximamente sus trabajos de reforma del Estatuto por tercera legislatura consecutiva. El lehendakari pareció imprimirles prioridad en el último pleno antes de las vacaciones. De hecho, el asunto ha sido una serpiente de verano. Pero, en su primer discurso, Urkullu no ha parecido darle especial relevancia. Ha asegurado que corresponde a la Cámara posicionarse y, por el contrario, ha destacado que la acción del Gobierno pasa por el pleno desarrollo del Estatuto vigente. Se cerrará la transferencia de Prisiones y se confía en firmar nueve más de aquí a final de año, según sus previsiones. La gran batalla reside en el nuevo Ingreso Mínimo Vital, que se viene retrasando desde que Pedro Sánchez accediera a cederlo en uno de los acuerdos con el PNV para salvar una de las prórrogas del primer estado de alarma. EH Bildu, por el contrario, considera este debate estratégico y recuerda regularmente a los nacionalistas que rompieron las bases de 2018.
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