El PP vasco se reivindica y ve buenos sus resultados y acertada la estrategia de buscar votos del PNV y no de Vox
El PP vasco y su líder, Javier de Andrés, se han querido reivindicar este miércoles tras las críticas que empiezan a aflorar desde Génova ante la estrategia seguida en las elecciones vascas y en puertas de otra campaña, la catalana. En una rueda de prensa en Vitoria, De Andrés ha recordado que se ha logrado la primera subida después de seis autonómicas consecutivas de caídas y ha defendido que, aunque es una realidad que se han quedado “cortos” en la mejora de escaños, son la fuerza que más ha mejorado en porcentaje de votos. Singularmente, ha dejado claro que la línea de pelear por votantes del PNV y no de Vox ha sido eficaz. Ha señalado que la ultraderecha, en total, ha obtenido unos 21.000 apoyos, mientras que el PP ha logrado arañar 36.000 nuevos votantes que, según los análisis internos, proceden del desgaste del PNV. Confían en que el escrutinio definitivo de este viernes, con el voto extranjero (CERA), les permita recuperar la barrera simbólica de los 100.000 sufragios.
Los mensajes que algunas voces en Génova empiezan a deslizar sobre la situación del partido en Euskadi contrastan de lleno con lo ocurrido hace cuatro años. Pablo Casado impuso como candidato a Carlos Iturgaiz y una coalición leonina con Ciudadanos, entonces sin estructura alguna en Álava, Bizkaia y Gipuzkoa. Ello motivó la abrupta marcha de Alfonso Alonso. Aquel PP+CS tocó suelo con seis escaños, dos de ellos inicialmente asignados a los naranjas. Sin embargo, tras los comicios, Iturgaiz no solamente fue aplaudido sino que le fue encomendada la presidencia del partido en Euskadi.
“Hemos hecho la campaña adecuada”, ha recalcado ahora De Andrés, que ha despachado con un “no puedo compartirlas” la pregunta sobre las críticas. “La línea que hemos emprendido es la mejor. Es la adecuada. Y vamos a seguir con ella. La estrategia es la adecuada y no hemos tenido que impostar nada o fingir nada”, ha señalado también. Ha indicado, asimismo, que ha conversado con Alberto Núñez Feijóo y con la secretaria general, Cuca Gamarra. “La lectura que hacemos es la misma”, ha manifestado. El presidente del partido, de hecho, participó en seis actos de campaña con De Andrés.
De Andrés sí ha admitido cierta decepción por el resultado final en escaños. Además, con mayoría absoluta para el previsible nuevo Gobierno de PNV y PSE-EE, los 'populares' no tendrán posibilidad de incidencia como ha ocurrido en otras instituciones locales. Ha lamentado que habiendo crecido “cinco veces más” que los socialistas apenas hayan mejorado un escaño por dos del PSE-EE, pero se ha cuidado en criticar al sistema electoral porque históricamente ha beneficiado al PP, con más fuerza en Álava que en otros territorios.
Sostienen en la dirección vasca del PP que sus nuevos apoyos provienen del PNV, particularmente en Álava. El PNV aquí ha bajado cinco puntos y el PP casi ha subido lo mismo. En Gipuzkoa, en cambio, entienden que se han repartido ese botín ellos y EH Bildu. Preguntado si tenían que haber asumido tesis más próximas a Vox para cerrarles el paso, ha negado la mayor. “Estamos haciendo nuestro propio discurso”, ha indicado. Lo ha apoyado también en números: “En el caso de Álava, hemos crecido el doble de los votos que ha conseguido Vox [10.000 de subida y 5.000 totales]. Si nos hubiésemos empeñado en hacer otra cosa, el número de votos disponibles era mucho menor”.
De Andrés ha planteado ahondar en la misma línea, seguir fortaleciendo un discurso propio en Euskadi y pegado a sus empresas, comerciantes y autónomos y siempre “antagónico” al PNV, que entiende que está escorado a las izquierdas. “Creemos que podemos representar a más gente todavía, pero estamos en la progresión adecuada”, ha explicado. Entienden que pueden seguir pescando en el PNV en próximos ciclos electorales. El PP se ha referido también a la próxima Mesa del Parlamento. Ha indicado su líder que lo natural es que los cuatro primeros partidos estuvieran en ella y, por lo tanto, de nuevo el PP, que perdió ese puesto en 2016. Sin embargo, las votaciones apuntan a que -salvo pactos con otros partidos- tendrían dos asientos PNV y EH Bildu, que tienen los mismos escaños ahora, y otro el PSE-EE.
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