El PSE-EE ve una “verdadera amenaza” en la apuesta del PNV por superar el Estatuto de 1979

Se acerca el cuadragésimo quinto aniversario del Estatuto de Gernika. El 25 de octubre de 1979 se celebró el referéndum que validó la ley de leyes vasca con un 90% de 'síes'. Casi medio siglo después, la conmemoración no es un día festivo -apenas lo fue unos pocos años con Patxi López como lehendakari- y las formaciones nacionalistas vascas no la celebran. Sí lo han hecho PSE-EE y PP, que por motivos de agenda han adelantado sus actos a este miércoles. Los socialistas, socios del PNV en el Gobierno vasco, han realizado una declaración en el palacio de Miramar de Donostia en la que han participado cuatro consejeros de Imanol Pradales, todos salvo Denis Itxaso. Y su líder, Eneko Andueza, ha vuelto a criticar las “obsesiones constantes” por superar el marco actual del PNV, aunque sin citarlo expresamente, y también de EH Bildu.

Andueza, de hecho, ha hablado de una “verdadera amenaza” para el Estatuto. Esa “amenaza” la representan las “llamadas continuas a emprender un viaje que cada vez cuenta con menos adeptos”. El “derecho a decidir” es para el PSE-EE un “eufemismo” de la independencia porque, según Andueza, la ciudadanía ya “decide” constantamente en Euskadi. “El verdadero derecho a decidir es poder decidir sobre 97 de cada 100 euros que recaudamos”, ha ironizado, subrayando que el Estatuto entrega a la comunidad autónoma la gestión de la Sanidad, de la Educación o del grueso de las políticas sociales.

“Que hablen claro a la ciudadanía vasca. Que no hagan trampas. Que llamen a las cosas por su nombre. Que se dejen de eufemismos”, ha empazado Andueza a las fuerzas abertzales. Expresamente, Andueza ha criticado algunas expresiones empleadas por EH Bildu -“nazioa gara”- o por el PNV -“nación foral” o “concierto político”-. En Euskadi, PSE-EE y PNV han incorporado a su acuerdo de Gobierno la posibilidad de una reforma del Estatuto. El vasco es el único no retocado junto al del Galicia. Además, Pedro Sánchez accedió a ello también en la investidura a cambio de los votos del PNV y comprometió un reconocimiento nacional expreso. El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, tiene anunciada una ronda de partidos para explorar posibles reformas. Andueza, en este sentido, sostiene que hay una “oportunidad” para una actualización que “blinde” derechos sociales. Pero nada más. “Ellos -de nuevo sin referencias expresas- sólo quieren su nación y nosotros queremos construir país”, ha recalcado en una intervención sin preguntas. También ha puesto en valor que el PSE-EE es la única familia política que participó en el consenso estatutario de 1979 y que sigue celebrándolo ahora, ya que la marca anterior del PP -la AP del exministro franquista Manuel Fraga- se opuso.

La parte del PNV del Gobierno de Pradales exhibió su “respeto” por el acto del PSE-EE, según verbalizó con anterioridad a su celebración la consejera-portavoz, María Ubarretxena. La valoración de los peneuvistas es que gracias al Estatuto “Euskadi ha podido dar pasos hacia adelante” en su articuñación pero insisten en que “sigue sin cumplirse” en su totalidad. Estiman en 29 las transferencias pendientes y Sánchez también comprometió completarlas antes de 2025. En la lista se incluye la gestión de la Seguridad Social, una materia no cedida nunca antes por el Estado. Está previsto que en los próximos días Pradales y Sánchez estrenen una nueva comisión bilateral para dar impulso a los asuntos pendientes. Las tensiones entre socialistas y nacionalistas por el autogobierno ya habían aflorado en el arranque de la legislatura de Pradales en otros momentos. Por ejemplo, cuando el PNV usó para referirse a la refoma la expresión “nuevo estatus” y no “nuevo estatuto”.