Reconocen a una trabajadora de Osakidetza las secuelas de la COVID-19 como accidente de trabajo
Una sentencia ha reconocido, en primera instancia, como accidente de trabajo las secuelas de una trabajadora de Osakidetza producidas por la COVID-19 contraída en el puesto de trabajo, según ha informado el sindicato ESK en un comunicado. El contagio de esta trabajadora se produjo en 2020 durante la crisis sanitaria en el ejercicio de sus funciones y en la sentencia ha quedado acreditada “la relación de causalidad de la infección con su situación actual de salud”.
“Han tenido que ser los tribunales los que dejen claro lo que todos sabíamos. Nos alegramos de que por fin se reconozca que este tipo de secuelas están directamente relacionadas con el trabajo que compañeros han realizado, con precarios equipos de protección en muchas ocasiones, en los peores momentos de la pandemia”, ha asegurado.
ESK ha denunciado la actitud que, tanto Osakidetza como Mutualia, mantienen con sus trabajadoras, que es “contraria a la defensa de la salud. ”Si Osakidetza o Mutualia recurren esta sentencia no harían más que corroborar esta afirmación“, ha advertido.
Por último, ESK ha invitado a Osakidetza a que los recursos que utiliza “para evitar que estas secuelas se reconozcan como accidente de trabajo los emplee en proteger la salud de la plantilla”.
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