Roberto Sotomayor: “Tenemos que desechar la idea de que el juego responsable existe”
Cuando el exatleta y consejero estatal de Podemos, Roberto Sotomayor, fue a un instituto a dar una charla sobre los peligros de las casas de apuestas, le sorprendió que la mayoría de los alumnos de 15 años se supieran de memoria los nombres de todas las marcas de apuestas deportivas. No es de extrañar, puesto que las han visto durante años en las camisetas de sus jugadores de fútbol y baloncesto favoritos, en anuncios de televisión y hasta cuando caminan por su barrio.
Según el informe 'Juventud y Juego en la Comunidad Autónoma de Euskadi (2021)' realizado por el Observatorio Vasco del Juego, los jóvenes vascos el 47,5% de los jóvenes vascos de entre 18 y 30 años reconoce haber jugado a juegos de azar o haber realizado apuestas alguna vez en su vida. El 31,8% de los que lo admiten, se inició al juego siendo menor de edad y un 45% de ellos lo hacen en cuadrilla. “Jugar no es algo divertido ni tiene que ver con sociabilizar. Las cifras que nos aportan las asociaciones son alarmantes. Los chavales ya no se juntan para ver un partido de fútbol, sino para apostar sobre ese partido”, asegura a este periódico Sotomayor.
Para el exatleta, la normativa que regula la distancia de 150 metros entre locales de juego y colegios aprobada en febrero en Euskadi es “totalmente insuficiente”. Nosotros abogamos como mínimo por los 500 metros, que es lo que aconsejan en Europa. Todo lo que quede por debajo de los 500 metros nos parecerá insuficiente, sobre todo, después de que se hayan publicado estudios que confirman que el hecho de que haya casas de apuestas cerca de colegios repercute en el rendimiento académico de los alumnos“, detalla durante su visita por Euskadi con la campaña 'Que no jueguen contigo' para concienciar sobre la ludopatía a la población.
¿En qué se basa la campaña 'Que no jueguen contigo'?
En poner de manifiesto unos datos que tienen que ver con las adicciones sin sustancia y, en especial, con el juego, que está machacando sobre todo al colectivo juvenil de todo el país. Queremos hacer hincapié en que tanto investigadores, como expertos y psicólogos están diciendo que esta es una pelota que se va a hacer cada vez más grande y que las instituciones tienen una convivencia económica con el sector del juego y miran para otro lado.
¿Cómo se dio cuenta del peligro que conllevan estas casas de apuestos, sobre todo en el mundo del deporte?
Es algo que viene desde hace mucho años. A partir del 2012, empezaron a proliferar las empresas del juego online, sobre todo a raíz del Gobierno de Mariano Rajoy, con anuncios con deportistas y la apertura de casas de apuestas. Jugar no es algo divertido ni tiene que ver con sociabilizar. Las cifras que nos aportan las asociaciones son alarmantes. Los chavales ya no se juntan para ver un partido de fútbol, sino para apostar sobre ese partido.
En el año 2017 en España hubo 2.744.000 anuncios invitándonos a apostar, era una exposición total
Usted, como deportista, se muestra contrario a estos negocios, pero hay muchos otros que salen en anuncios publicitando las casas de apuestas. ¿Esto ayuda a la hora de normalizar el juego entre los más jóvenes?
La normalización ha sido la constante en estos últimos años. En España no ha habido ningún tipo de regulación. Ha tenido que llegar al Ministerio de Consumo un ministro para parar esa tendencia, con el Decreto de Publicidad esto se ha terminado y no se pueden hacer anuncios con personajes públicos ni con deportistas. Esto era una indecencia. Hay un dato muy significativo y es que en el año 2017 en España hubo 2.744.000 anuncios invitándonos a apostar, era una exposición total. Eso había que pararlo de alguna manera porque ha causado que en España haya miles de personas con problemas con el juego.
¿Existe el juego responsable?
Yo no creo en el juego responsable. Tenemos que desechar la idea de que el juego responsable existe, porque se trata de una figura creada por el sector del juego. Si queremos parar esto, el único juego responsable que debe existir es no invitar a la gente a jugar.
¿Qué se debe hacer desde las instituciones para evitar que se sigan propagando ese tipo de mensajes?
Lo primero, inspección, algo que salvo en determinados territorios como las islas Baleares o Valencia, no se hace. Lo segundo, la prevención, algo que es fundamental. En tercer lugar, el tratamiento, dotar con servicios públicos para que con más recursos puedan tratarse. Es un drama que haya miles de personas en este país que no puedan tratarse de ludopatía porque no tienen recursos. Pero, lo más importante, es que tenemos la región de Europa con mayor número de casas de apuestas por habitante, que es Murcia, tenemos la indecencia de ser el país de la Unión Europea con mayor casos de ludopatía y, por último, tenemos el caso de Madrid que es un caso paradigmático de convivencia con el juego, donde las casas de apuestas han aumentado un 636% en los últimos cuatro años.
En Euskadi recientemente ha entrado en vigor la normativa que regula la distancia de 150 metros entre locales de juego y colegios. ¿Es suficiente?
Es totalmente insuficiente. Nosotros abogamos como mínimo por los 500 metros, que es lo que aconsejan en Europa. Todo lo que quede por debajo de los 500 metros nos parecerá insuficiente, sobre todo, después de que se hayan publicado estudios que confirman que el hecho de que haya casas de apuestas cerca de colegios repercute en el rendimiento académico de los alumnos.
En España tenemos la región de Europa con mayor número de casas de apuestas por habitante, que es Murcia
¿Cómo ha afectado a la ludopatía la llegada de los juegos online?
La gente joven está volviendo a jugar al juego presencial, aunque siguen jugando a online. Los menores de edad, por ejemplo, tienen más complicado jugar online porque tienen que identificarse, con lo que lo que hacen es acercarse a las casas de apuestas para aprovecharse de la falta de inspección. El problema aquí es la falta de ocio y oferta cultural de este país. ¿Cómo puede haber un informe del Observatorio Vasco del Juego que diga que la juventud vasca juega en grupo y para divertirse? Esto lo que nos indica es un fracaso del sistema. Hemos estado durante 20 años pasando de nuestra gente joven y normalizando el juego. Hay que romper con esta tradición.
¿Esta problemática influye más a las personas con bajos recursos?
Es una enfermedad, por lo tanto, le puede pasar a cualquier persona, pero lo que los datos nos dicen es que cuanto menor nivel de estudios, hay mayor riesgo de sufrir una patología. Eso influye mucho en los barrios de rentas bajas, porque las casas de apuestas están proliferando en este tipo de lugares. Por mucho que el sector del juego siga empeñado en negar la evidencia, las casas de apuestas proliferan en los barrios humildes de gente de clase trabajadora.
¿Las mujeres también juegan?
Por supuesto. Además, en España el 70% de las mujeres que tienen un problema con el juego sufren violencia de género, por tanto, no nos podemos olvidar de eso. Ellos hacen más apuestas deportivas, mientras que ellas juegan más al bingo. Cuando hablamos de las mujeres y el juego, hay que hablar, además, de que hay una cosificación, sexualización de las mujeres en el juego y acoso sexual y laboral a las trabajadoras del sector. También es importante destacar la cosificación de las mujeres en los anuncios de apuestas, donde se utiliza la figura de la mujer para atraer al público masculino.
¿Qué se propone desde Podemos para hacer frente a esta problemática?
Tenemos que ser capaces de que las comunidades autónomas se pongan las pilas y hagan leyes que sean acordes con los tiempos presentes. En un país donde hay un millón y medio de personas con problemas con el juego, no podemos mirar para otro lado. Este es un problema de salud pública y de salud mental y hay que tomárselo así. Nosotros abogamos por distanciar las casas de apuestas de los colegios, por la regulación y restricción en cualquier tipo de promoción y de publicidad de las casas de apuestas en los barrios y por seguir impidiendo la apertura de más casas de apuestas.
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