El sector oficial de EA defiende su gestión frente a los críticos tras el archivo de una reclamación por presunto acceso irregular a la base de datos de los afiliados
La dirección de Eusko Alkartasuna (EA), el partido socialdemócrata integrado en EH Bildu, defiende su gestión frente al sector crítico encabezado por el parlamentario navarro Maiorga Ramírez, con un comunicado en el que anuncian que la Agencia Española de Protección de Datos ha archivado una reclamación de este sector por el presunto acceso irregular de una integrante de EH Bildu a la base de datos de los afiliados de EA.
El sector crítico, que llevó a los tribunales el nombramiento de Eva Blanco al frente de la formación, que finalmente fue ratificado por la Justicia el verano del pasado, presentó un recurso a la sentencia del juzgado número 3 de Vitoria, que confirmó que no había anomalías en la anulación del candidato crítico alternativo, Maiorga Ramírez. El origen de la polémica que ha terminado el los tribunales está en el acceso a la base de datos de los afiliados. El sector crítico denuncia que a ellos la dirección de Blanco no les dejó acceder mientras sí se le permitía a una integrante de EH Bildu ajena a EA. Ahora, la dirección apunta que la Agencia Española de protección de Datos ha archivado esa reclamación por falta de “evidencias o indicios” de que se haya cometido esa infracción y piden a los críticos que “se retracten” de sus acusaciones y que “no sigan machacando el buen hacer de Eusko Alkartasuna y sus trabajadoras”.
Desde el sector encabezado además de por Ramírez, por tres de los líderes de territoriales, Iratxe López de Aberasturi (Álava), Mikel Goenaga (Gipuzkoa) y Miren Aranoa (Navarra), califican las declaraciones de la dirección de “torticeras” y señalan que con el comunicado “pretenden difuminar el hecho escandaloso de haber decidido dejar sin militancia a dos miembros de la Comisión de Garantías”.
La dirección en el comunicado también señala que la Fiscalía se ha opuesto al recurso que presentaron los críticos a la sentencia que ratificaba el nombramiento de Eva Blanco como secretaria general. según el escrito, la Fiscalía “hace constar que no se ha producido la vulneración de derechos fundamentales alegada por los demandantes” al serles denegado el acceso a los datos de la afiliación. Añade que “los apoderados del partido actuaron conforme a los criterios de responsabilidad, ya que la cesión de datos de los afiliados que les solicitaron los demandantes podía vulnerar el derecho fundamental de intimidad” de los afiliados.
Además, otra denuncia del sector crítico llevó a dos dirigentes de EA, Mariano Álava e Iker Ruiz, a declarar como imputados por un presunto delito de falsedad documental en el proceso de las primarias y en el proceso judicial que ratificó su resultado.
Más allá de estas cuestiones que han terminado en manos de la Justicia, la pugna también viene derivada de un trasfondo político sobre el papel de EA dentro de EH Bildu. Los críticos consideran que cada vez es menor y reclaman “redefinirlo” en un congreso extraordinario. Aspiran a que la formación sea más una coalición y menos un partido, ya que entienden que diluye la historia de los socios fundadores. En una entrevista con este periódico, Blanco lo rechazó con rotundidad: “EH Bildu es Eusko Alkartasuna 100%. Y el que lo niegue es porque no lo quiere ver”.
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