Sergio Gómez de Segura, líder del principal sindicato de la Ertzaintza: “Tenemos que tener derecho a la huelga como cualquier trabajador”
La Ertzaintza vive tiempos convulsos. Queda una semana para la salida desde Euskadi del Tour de Francia y un nuevo movimiento “asindical” gestado en las redes y sin una portavocía definida, ha sido capaz de reunir a miles de agentes para denunciar que el último convenio de la Policía vasca tiene doce años y lleva diez caducado. Quieren utilizar el altavoz del gran evento deportivo para presionar a negociar al Departamento de Seguridad, dirigido por Josu Erkoreka, y al propio lehendakari, Iñigo Urkullu. Los sindicatos con representación legal en la Ertzaintza han tenido idas y venidas con un movimiento llamado 'Ertzainas en lucha' que, en algunos foros, ha sido muy crítico con ellos. Hace dos semanas acusaron a 'Ertzainas en lucha' de querer suplantar la representación legal y legítima, entre otras críticas muy duras. Ello no les restó un ápice de capacidad de atracción entre la plantilla y ahora todas las centrales vuelven a ir unidas y con los “asindicales” liderando.
Sergio Gómez de Segura (Vitoria, 1974) es el líder del principal sindicato de la Ertzaintza, Erne, que tiene 3.000 afiliados. En una entrevista telefónica, asegura que no están notando bajas “masivas” como pedían desde 'Ertzainas en lucha'. Se muestra crítico con los responsables del movimiento -a los que pide que den la cara- pero respeta a los agentes que se manifiestan con ellos y apela a no ofrecer imagen de “división” ante el Gobierno vasco y ante la sociedad porque las demandas laborales y organizativas son compartidas. Erkoreka ha querido cortar el conflicto con 37 puntos de mejora de las condiciones salariales pero sin tocar la nómina como tal. Asegura que pretender una subida lineal es “ilegal” e “inconstitucional”. Las centrales contraofertan una subida mensual más la adecuación de la carrera profesional, que implicaría otra mejora. Creen que es perfectamente posible y que falta voluntad. Añade Erne que no descarta retomar una vieja reivindicación, la del derecho de huelga. Los policías no lo tienen y este sindicato llegó al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
El sindicato Erne, al menos durante los últimos 20 años, ha sido el mayoritario en la Ertzaintza. ¿Siguen siendo la principal referencia para los ertzainas o ahora lo es 'Ertzainas en lucha'?
Seguimos siendo la principal referencia. Y no sólo Erne. Creo que lo somos los cuatro sindicatos. Somos los que en las últimas elecciones hemos seguido participando -también ELA- y seguimos siendo la gran referencia. 'Ertzainas en lucha' alega que tienen una gran representación en las redes y en otros sitios, pero esa participación o esa pertenencia tienen que ser demostradas de alguna manera. Nosotros seguimos manteniendo una cantidad enorme de afiliación. Y entiendo que los otros sindicatos también. Dentro de 'Ertzainas en lucha' han despertado diferentes sensibilidades. Hay afiliados de todas las organizaciones sindicales dentro de ese movimiento. La gente que ha salido a la calle quiere echar una mano para conseguir un acuerdo regulador mejor.
¿Están teniendo bajas? ¿Qué datos tienen?
Bueno, alguna baja hemos tenido. Semestralmente tenemos cambios de afiliaciones y demás y hemos tenido bajas. Pero ha habido una campaña desde el movimiento pidiendo bajas masivas y en ningún caso han sido masivas.
Con un nivel sindicación tan elevado como el de la Ertzaintza, del orden del 90%, y con sindicatos corporativos, ¿en qué han fallado para que tenga éxito este movimiento?
En el conjunto de la sociedad, a todo lo que suena un poco a política la gente le tiene un rechazo. Mucha parte de la ciudadanía no se ve reflejada en los partidos políticos y creo que eso es un poquito un espejo de lo que ha pasado a nivel de las organizaciones sindicales. Esto ha sonado a que no pertenecía a ningún sindicato y a la gente le ha llamado la atención. Han sabido aunar esa querencia que tiene la gente de poder salir a manifestarse. Pero nosotros seguimos haciendo un trabajo súper importante en todos los ámbitos, también de defensa de los derechos. El día a día de todos los sindicatos es brutal. El rodillo de la Administración intenta también de alguna manera enterrarnos en montañas de papeles y hay situaciones en las que tenemos que acudir a a la Justicia. Lo hemos visto ahora, por ejemplo, con los alumnos de la academia de Arkaute que quieren sacar en el Tour. Ahora mismo tenemos abiertos un montón de expedientes de todo tipo a nivel jurídico.
Hace justo dos semanas, en un comunicado, ustedes dijeron que rompían con 'Ertzainas en lucha' porque, entre otras cosas, querían tutelar a los sindicatos sin tener representatividad legal e incluso porque había algún tipo de confrontación personal. Ahora, sin embargo, van de nuevo de la mano. ¿Por qué?
Esas situaciones se dieron, son reales y, desde luego, no vamos a soportar la tutela absolutamente de nadie. Quien nos tutela es nuestra propia afiliación, nuestros delegados, nuestros representantes. Ellos son los que tienen la soberanía del sindicato. Ahora hemos consensuado un documento y una serie de manifestaciones. Entendíamos que en una época en la que nos estamos jugando tanto como es un acuerdo regulador, que como bien se sabe se firmó en 2011 y caducó en 2013, la responsabilidad que teníamos para con toda la plantilla era muy grande y, por eso, nuestra decisión fue la de consensuar. No queríamos dar una imagen de división de cara al Gobierno vasco y a la sociedad. Hay que salir a la calle para mejorar nuestras condiciones.
No sé si son conscientes de que en sus redes sociales están criticando con mucha dureza a los sindicatos.
Ellos sabrán. Nosotros estamos intentando ser educados y, en muchas situaciones, condescendientes. Tratamos de trasladar la importancia de lo que nos estamos jugando. Somos un sindicato que el año que viene celebrará 40 años. Tenemos una amplia experiencia con secretarios generales y delegados que han trabajado duramente durante muchos años y en situaciones mucho más complicadas a nivel social que las actuales. Por el bien de nuestros afiliados, tenemos que estar por encima de esas críticas y trabajar. Nuestro gran objetivo es mejorar las condiciones de los compañeros y de las compañeras. Eso lo tenemos claro y eso está por encima de egos y de personalismos.
Hablaba de otros tiempos. Cuando existía ETA, Erne también existía y los portavoces siempre daban la cara. Se sabía quiénes eran. ¿Qué les parece que ahora no se conozcan ni nombres ni caras de la gente que está detrás del nuevo movimiento?
Abogamos -siempre se lo hemos dicho- por que se conformen como asociación, como sindicato. Que se junten de alguna manera para que la gente pueda optar por quiénes le representan. Hay unos derechos, sí, pero también unos deberes y al final la gente lo tiene que tener claro. Yo cada vez que pido una manifestación pongo mi nombre, mis dos apellidos y mi DNI. Creo que es una cosa buena que se nos vea y que sepan que hay una persona que está velando por los derechos de los compañeros.
¿Ven un riesgo de que ocurra en la Ertzaintza algo similar a lo que pasó con Jusapol en la Policía Nacional?
Todo el mundo tiene derecho a manifestarse y todo el mundo tiene derecho a crear la asociación que quiera. Si realmente estos compañeros quieren salir con una asociación o quieren integrarse en otros sindicatos como pueda ser Euspel, nos parece maravilloso. Que cada uno vea y vaya adonde se sienta mejor representado.
Este viernes Erkoreka ha dicho que la propuesta que le han entregado pidiendo una subida salarial lineal es “irreal”, “ilegal”, “inconstitucional” o “intransigente”.
Está equivocado de la A hasta la Z. Todo lo que dice no es real. Hay 101.000 posibilidades para hacerlo. Ya les propusimos en su momento hacer una reclasificación del grupo en el que estamos ahora mismo. A nivel básico somos C1 y puede haber clasificación al grupo B, por ejemplo, que es algo que ya pedimos en el anterior congreso de Erne y que volvemos a pedir ahora. Hay una valoración de puestos de trabajo que data de 1997. Es del siglo pasado. Lamentamos que el señor Erkoreka no informe bien y queremos que, en vez de tutelarnos tanto, se ponga a sentarse con nosotros para llegar a acuerdos. Si hay voluntad, todo lo que decimos se puede hacer. El PNV ha estado liderando las tres diputaciones y los tres ayuntamientos de las capitales y vemos que las diferencias retributivas que hay con otras policías locales son brutales.
¿Y qué opina de su propuesta de 37 puntos?
Si hablamos de los 37 puntos, resulta que el resto de los funcionarios del Gobierno vasco muchos los tienen ya. Se los han ido dando sin necesitar ningún tipo de negociación. Si piensa que todo esto lo tenemos que tener, que nos lo dé directamente. Con esos 37 puntos ya llegamos tarde. Más de diez años tarde.
Póngame un ejemplo.
El tema de los absentismos. Somos los únicos funcionarios vascos que si tenemos algún problema de incapacidad temporal, una baja por una enfermedad por una gripe, por ejemplo, perdemos dinero por no ir a trabajar. En el resto de los ayuntamientos, en el resto de las diputaciones y, desde luego, en el resto del Gobierno vasco ese dinero no se mueve.
'Ertzainas en lucha' hablaba de una subida mensual de 1.100 euros. Ahora la propuesta de los sindicatos es la equiparación con las mejores condiciones de cualquier cuerpo municipal vasco. En teoría, es el de Muskiz y serían 300 euros más al mes. ¿Es esto innegociable? ¿Sin este punto no hay acuerdo posible?
Toda la plantilla nos ha hecho llegar que en base a las atribuciones y competencias que tenemos, lo menos que tenemos que ganar es como cualquier otro policía. No sé si será Muskiz o si habrá otros ayuntamientos mejor, pero siempre hemos hablado de equiparación. Al final, los 37 puntos van muchísimo a los complementos. Y eso sale del esfuerzo de los propios ertzainas trabajando en sus días libres. Nosotros, como sindicato, lo que pedimos es que la gente trabaje las 1.592 horas y no trabaje ni un minuto más. Entendemos que la plantilla tiene que completarse. Tenemos que estar los 8.000 que deberíamos estar. Y, luego, si hubiera algo extraordinario, que se pague como algo extraordinario. Por cierto, nuestra hora extra tiene menos valor que una normal. Eso no pasa en ninguna empresa del mundo.
El lehendakari, entre otras declaraciones, ha dicho que ustedes ganan de media 10.000 euros más que un trabajador estándar.
Me acuerdo de que en su momento fuimos los últimos funcionarios del Gobierno vasco a los que nos dieron los días de asuntos particulares, los famosos 'moscosos'. Y también pasó otras adecuaciones ante enfermedades de familiares. Parece que somos funcionarios de tercera, que somos necesarios pero no queridos. El resto de parcelas de la función pública, como pueden ser Educación, Justicia, Sanidad o incluso la gente de Lakua, están mucho mejor tratadas y mucho mejor vistas. Con sus declaraciones, el lehendakari lo que está haciendo es, tristemente, arrojarnos a los medios diciendo que parece ser que nos paga de más. Vamos, que tenemos que estar agradecidos. ¿Que ganamos más que en la empresa privada? También podríamos decir que el lehendakari gana mucho más que el presidente del Gobierno o que los consejeros. Todos sabemos lo que vale la vida aquí y lo que ha subido. Como digo, llevamos diez años sin actualización de convenio. Me parece una burrada.
¿Qué va a pasar con el Tour de Francia la semana que viene?
Somos muy profesionales e intentamos siempre estar a la altura de las circunstancias cuando nos toca ir a trabajar. Pero el lehendakari, con todas esas declaraciones, nos está poniendo en una tesitura que no es cómoda para nadie. Lo que tiene que hacer es sentarse a negociar. Nos tendría que haber llamado esta misma tarde y no mandar a Erkoreka a hacer esas declaraciones incendiarias que ha hecho. De hecho, nos ha contraprogramado. Teníamos una rueda de prensa a las 12.30 y él, a la misma hora, ha realizado otra. Si realmente quiere llegar a un acuerdo, tiene que haber una negociación. Nosotros estamos dispuestos a sentarnos. Lo que nos ofrecen ahora es prácticamente del año 2018 ó 2019. Desde luego, tiene que tomarnos bastante más en serio.
Erkoreka les acusa de querer incrementar en 100 millones anuales el el presupuesto y asegura que eso es demasiado dinero. Él ofrece 18. ¿Han hecho números?
Los números los vemos en todo lo público. Vemos cómo está Osakidetza y como estaba, cómo está Educación y cómo estaba, cómo está la Justicia y cómo estaba. No ha habido una inversión en la Seguridad pública. Lo hemos repetido hasta la saciedad con esas furgonetas que no se han repuesto en años: ¿dónde está todo ese dinero que tenía que haber sido invertido? Nos consta que ahora es cuando más se esté ingresando en todas las diputaciones forales. Fíjate, todos los compañeros están pidiendo el dinero perdido con carácter retroactivo en diez años. Nuestra petición no lo hace. Es realista y ajustada. Que venga el vicelehendakari diciendo que queremos gastar mucho dinero... Lo que tiene que hacer es presupuestar.
Citaba las furgonetas y piden también más formación.
El lehendakari, el otro día, dijo que se habían dado 15.000 horas de formación. Parecía que eso era la bomba. Entre 7.700 ertzainas que estamos no da ni para dos horas al año. Si ese es el dinero que se está invirtiendo en nosotros...
En el pasado, el sindicato Erne llegó a ir a Europa reclamando el derecho de huelga que no tienen los policías en España. ¿Es el momento de retomar esa reivindicación?
Nos consta que ha habido otros cuerpos policiales que lo están pidiendo. Tendremos que ver si nos sumamos o iniciamos otra vez esta la pelea por nuestra cuenta. Como cualquier trabajador, habiendo unos servicios mínimos, tendrían que darnos la oportunidad de salir a la calle. Como cualquier otro trabajador, insisto. Ya lo llevamos en su momento, como bien dice, hasta Estrasburgo. Creemos que es un derecho constitucional. En su momento nos dijeron que no, pero habrá que retomarlo. Las cifras cantan. La afluencia de los ertzainas en la calle ha sido masiva. Si hubiésemos tenido el derecho a huelga, habría sido mucho más. Quizás no nos quieren ahí, en la calle. Quizás nos quieren de alguna manera dóciles y callados. Como decía antes, esas palabras tan gruesas del Gobierno me decepciona. Hay que tener un poco más altura de miras y, si realmente tienen un problema, tienen que sentarse y solucionarlo.
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