El sindicato ESK denuncia que una gestora de subcontrata de un centro de dependientes de Bizkaia se coló para vacunarse
El sindicato ESK ha denunciado que una gestora de la empresa Grupo Norte-Fundación Aliados para la Integración se coló para recibir la vacuna de la COVID-19 en un centro de discapacitados en Orozko (Bizkaia) que gestiona esta entidad merced a una subcontrata de una congregación religiosa. “Se personó en las instalaciones del referido centro con la intención de ser vacunada”, señala la central.
Esta persona no trabaja en el centro -llamado Jesús María y propiedad de las Madres Mercedarias- y se desplazó expresamente hasta allí el 18 de enero, el día en que se había fijado la vacunación en el centro, con un centenar de usuarios y profesionales. “No tiene contacto directo con los internos ni trabaja allí”, enfatiza ESK. El sindicato lamenta que aún “no ha sido vacunada ni siquiera toda la plantilla” mientras esta gestora se ha saltado el protocolo.
ESK ha considerado un “grave hecho” lo sucedido en Orozko, lo vincula con otros casos conocidos como el de los gerentes de los hospitales de Basurto y Santa Marina (Eduardo Maíz y José Luis Sabas) y pide la “intervención” del diputado vizcaíno de Acción Social, Sergio Murillo, incluso para “revertir” la subcontrata con Grupo Norte-Fundación Aliados por la Integración. Fuentes forales, en cambio, remarcan que la vacunación es competencia del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) y que los listados de personal que tiene que recibir la inmunización lo proporcionan los propios centros.
Según datos facilitados por el propio Murillo en las Juntas Generales de Bizkaia este miércoles, el 86% de los usuarios de este tipo de centros ha recibido ya la primera dosis de la vacuna. El porcentaje asciende al 96% en las residencias de mayores. Se espera que la denominada “inmunidad de rebaño” sea efectiva en toda la red asistencial para finales de febrero.
0