El tsunami de COVID-19 deja en Euskadi 11.700 casos en 24 horas y la ocupación hospitalaria sube un 35% en una semana
Con un tono de mucha gravedad, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha explicado este jueves en Radio Euskadi que el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) ha notificado 11.712 nuevos positivos de COVID-19 en 24 horas. Son del orden de 4.000 más de golpe en una sola jornada y dejan ya minúsculos los otros máximos de la pandemia, unos 1.800 contagiados diarios en 2021 y unos 1.500 en 2020. La subida vertical de los casos no tiene un reflejo mimético en la presión hospitalaria, pero en solamente 72 horas hay un 15% más de personas ingresadas sumadas las plantas y las UCI. La subida en siete días es del 35%. El pasado año en este día había 336 personas hospitalizadas con coronavirus y ahora son 560 (445 y 115), y eso que hay personas que siguen en Osakidetza pero que no se computan al haber dado ya negativo de su infección.
“No hay indicadores que nos indiquen un cambio de tendencia en los próximos días. Ojalá me equivoque. no me importaría nada”, ha asegurado, además, la titular vasca de Salud, que ha acompañado los datos con otros indicadores más generales que nunca han sido tan malos. La incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes en 14 días es ya de 2.976,39, un dato que se ha duplicado en apenas una semana y que es desconocido en Europa con excepción hecha de zonas limítrofes como La Rioja o Navarra. El R0 marca 1,61, es decir, cada positivo genera casi dos infectados cuando lo recomendable es que baje por debajo de 1 para dar por controlada la transmisión. Asimismo, el porcentaje de pruebas positivas respecto del total ronda el 35%, siete veces más que el umbral de riesgo fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ha optado por no mirar supuestos casos de frenazo radical, como los de Dinamarca o Sudáfrica, donde se detectó por vez primera la variante ómicron.
Sagardui ha admitido también que “la atención primaria está tensionada” pero ha rechazado usar la palabra “colapsada”. “Se puede entender cuando hablamos de los números”, ha razonado recordado que se hacen 30.000 pruebas diarias cuando los topes en la pandemia eran 17.000-18.000 y que diariamente miles y miles de contagiados y contactos contactan con el sistema para responder dudas. Además, hay que afrontar también la vacunación, responder a los servicios ordinarios y cubrir las bajas de personal por COVID-19 o por vacaciones.
Bilbao: 1.800 casos en 24 horas
En detalle, Euskadi acumula en siete días 45.788 contagios de COVID-19 y eso podría lleva la tasa a cerca de 4.200 si se mantiene la tendencia una semana más. En el caso de Gipuzkoa, la incidencia llega a 3.298, mientras que Bizkaia y Álava están por debajo de la media con 2.813 y 2.593, respectivamente. Es el vizcaíno el territorio donde más rápido se extiende la mancha de contagios, con una subida del 124% en una semana frente al 81% y al 75% de Gipuzkoa y Álava. En cuanto a las ciudades, la tasa escala a 3.168 en Bilbao, a 3.026 en Donostia y a 2.668 en Vitoria. No queda ya ni un solo municipio sin positivos y que no esté en alerta roja por alto riesgo de transmisión. Este jueves Bilbao ha marcado más casos (1.810) que lo que era el récord de la pandemia en toda la comunidad autónoma. La segunda ciudad más poblada, Vitoria, registra igualmente más de un millar de una tacada.
Por tramos de edad, la incidencia entre los veinteañeros roza los 6.000 puntos mientras que entre los más mayores -donde la letalidad es mayor- está 'contenida' en 600-800, aunque sube a gran velocidad igualmente. Los dos últimos días han sido los que más ingresos de COVID-19 han registrado en meses, con 206 personas que han precisado atención médica por 94 de hace una semana. En principio, la proporción de sintomáticos entre quienes dan positivo se mantiene no solamente estable sino más elevada que hace siete días, con un 42,7%, un dato que no recoge a quienes desarrollan la enfermedad más tarde.
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