Urkullu acotará la inevitable crisis de Gobierno al relevo de Artolazabal, con quien ha pactado su sustituta
Beatriz Artolazabal abandonará el 14 de febrero su cargo como consejera del Gobierno de Iñigo Urkullu. Se centrará ya en su candidatura a alcaldesa de Vitoria por el PNV, que ha decidido acabar con el ciclo de Gorka Urtaran tras ocho años como regidor y cuatro en la oposición en una apuesta política arriesgada dada la extrema igualdad que pronostican los sondeos en la capital vasca. Solamente Urkullu y Artolazabal -y obviamente la persona afectada- conocen la identidad de quien ocupará la cartera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, una de las de mayor peso en el Ejecutivo. En Lakua, cuartel general de la Administración vasca, se habla en genérico de “sailburu entrante” para referirse a esa persona. Lo que sí confirman fuentes del Gobierno es que el lehendakari, poco dado a los cambios en mitad de legislatura, acotará la crisis a este relevo.
En Radio Euskadi, Artolazabal ha afirmado este jueves que llegará al gabinete “una persona con capacidad, experiencia y que tenga el compromiso con el Gobierno y Euskadi para llevar adelante todos los proyectos todavía pendientes en esta legislatura”, según ha recogido Europa Press. Se ha mostrado “encantada” con la posibilidad de que sea otra mujer y otra alavesa la nueva consejera, aunque ha preferido respetar la prerrogativa exclusiva del lehendakari de elegir a su equipo y de comunicar los cambios. “Va a acertar con la persona”, ha afirmado para añadir que ha mantenido “muchas reuniones” con Urkullu para hallar el mejor perfil. “Hemos coincidido los dos en esa persona”, ha zanjado sobre la “sailburu entrante”.
Lo de que sea una mujer y alavesa es un consenso en las fuentes consultadas tanto en el Gobierno como en el PNV. Urkullu apostó por un equipo cercano a la paridad en 2020. De sus once consejeros, seis son varones y cinco mujeres. Excluyendo a los del PSE-EE, son cuatro y cuatro. Otro hombre generaría un desequilibrio en este sentido. Y, respecto a la cuota territorial, el gabinete resultante de las elecciones de 2020 supuso para el PNV de Álava la pérdida de una de sus dos carteras. Estefanía Beltrán de Heredia dejó Seguridad para pasar a ser portavoz en el Senado. Ello se compensó reforzando el área de Artolazabal, en el cargo desde 2016, con nuevas competencias, muchas de ellas procedentes de la propia Presidencia como Igualdad, Derechos Humanos o Cooperación. En estos años, han sido redondeadas con la transferencia durante 2021 de la gestión de Prisiones, aunque recientemente Presidencia ha asumido la gestión de Juventud para darle un mayor impulso. Al inicio de la legislatura, los colaboradores de Artolazabal bromeaban que tenían tantas competencias que hasta era suya la de cuidado de los animales, luego traspasada a la cartera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente.
La Artolazabal que llegó al Gobierno en 2016 justo tras conocerse el caso de abusos sexuales a menores tutelados en Álava, donde era ella la responsables de Políticas Sociales, ha ganado en peso político con el paso de los años. En esta segunda legislatura, ha liderado pronunciamientos del Gobierno vasco hacia víctimas de ETA de la Guardia Civil o de la Policía Nacional, agradeciendo sus funciones contra el terrorismo, ha reconocido oficialmente casos como el de Mikel Zabalza y ha ahondado en políticas de memoria para los represaliados en la Guerra Civil o la dictadura. También está ganando en confianza con el euskera, un idioma que no domina. “No puedo quedarme con un solo hito. Es como preguntar a quién quieres más, si a tu hijo o a tu hija. Yo he aprendido mucho en estos años, como política, como gestora y como persona”, ha dicho también en Radio Euskadi.
Casi al tiempo de que se conociera su candidatura se informó también de que su salida del Gobierno sería en febrero. Es el modelo seguido por Urkullu antes de las elecciones locales de 2015, cuando se le fue Juan María Aburto para ser alcalde de Bilbao y llegó Ángel Toña, y en 2019, cuando el socialista Alfredo Retortillo intentó ganar en Barakaldo y cedió el puesto a Sonia Pérez. Solamente la forzada salida de Jon Darpón por las denuncias de irregularidades en las oposiciones médicas de 2018 -aunque todavía ahora Urkullu defiende a capa y espada su correcta gestión- ha supuesto una crisis no controlada en los diez años en Ajuria Enea. El resto de cambios los ha efectuado entre legislaturas, tras las elecciones.
Sin embargo, en este período Artolazabal ha recibido críticas desde la oposición y desde los propios socios del PSE-EE por haber actuado aparentemente con “electoralismo” desde su cargo institucional. Así ha sido cuando como consejera criticó el plan del Gobierno central de abrir un centro de refugiados en Vitoria. Al hilo de su aparición en el aniversario de un conocido colegio privado de Vitoria, la ikastola Olabide, 'Gara' informó de que su agenda en enero se había triplicado en relación a enero del año pasado.
A Artolazabal le tocará ahora una inmersión en la política local, aunque ya fue edil del PNV entre 2000 y 2007. Su campaña estará dirigida por su valedor, el presidente del PNV alavés, José Antonio Suso. Le acompañarán también algunos de sus colaboradores actuales en el Gobierno. En cuanto a la lista electoral, el partido ha definido ya que junto con Urtaran dejarán el Ayuntamiento Ana Oregi, precisamente otra exconsejera de Urkullu y que en origen procedía de EA, y Livia López, un flamante fichaje en 2019 procedente del club femenino local de baloncesto, el Araski. El resto de ediles siguen, con Iñaki Gurtubai como 'número dos', aunque se cuela Saray Zárate como 'número tres', una de las coordinadores de la alcaldía con Urtaran. Además, el PNV está satisfecho con los fichajes para completar la lista de Joseba Cabezas, conocido comunicador muy vinculado al mundo del jazz, el ciclista Juan Carlos Nájera o incluso representantes de entidades sociales.
“Me llaman dócil como si fuera una mascota. ¿Dócil? ¿Yo? Docilidad me temo que no puedo prometeros. Os prometo compromiso, trabajo, sacrificio. Pero nunca docilidad”, clamó Artolazabal en el acto oficial en el que se presentó para optar a ser no ya la primera alcaldesa de Vitoria sino de cualquier de las capitales, ya que solamente Pilar Careaga en el franquismo alcanzó ese puesto en Bilbao. Y añadió: “Ha llegado el momento de que las mujeres ocupemos definitivamente el espacio público para construir una sociedad más justa”.
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