Urkullu advierte de que Euskadi seguirá adoptando “decisiones excepcionales” en 2021 porque quedan “muchos meses” de pandemia
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha pronunciado este miércoles a mediodía un mensaje de fin de año 2020 muy marcado por las consecuencias de la pandemia en Euskadi, aunque ha hablado de 2.800 fallecidos cuando ya se ha superado la barrera de 3.000 con los datos de este miércoles. Pero Urkullu también ha arrojado a la ciudadanía una advertencia clara de que el coronavirus no se ha marchado y de que tocará seguir adoptando “decisiones” excepcionales en 2021. La campaña de vacunación -ha avisado- va a requerir “muchos meses para llegar a todas las personas”.
“Hemos adoptado decisiones excepcionales. Lo vamos a tener que seguir haciendo. Nos hemos podido equivocar, seguro. Cuando nos hemos equivocado, hemos tratado de rectificar cuanto antes. Hemos asumido, con humildad, que nos enfrentamos un virus desconocido y una situación de incertidumbre permanente. Esta tarea no ha concluido. El virus sigue activo, sigue siendo muy grave y letal. Tenemos que mantener el pulso y la tensión. No debemos echar por tierra todo el trabajo realizado”, ha señalado un Urkullu que ha cambiado de escenario para el mensaje de Nochevieja respecto a ediciones anteriores.
De rodarlo en exteriores ha optado por el interior del palacio de Ajuria Enea, su residencia oficial. Ha aparecido de pie -y sin mascarilla- junto a una gran chimenea y la decoración navideña. De fondo, la ikurriña. “Tocaba la imagen de casa. El lehendakari está en su casa porque este año toca quedarse en casa”, explican desde el equipo de la Presidencia vasca. Precisamente, Euskadi ha endurecido las restricciones para fin de año respecto a las de Navidad, tanto en lo tocante a días para poder viajar fuera como en cuanto a número máximo de comensales en las celebraciones de los domicilios.
Urkullu ha acompañado el recuerdo a las familias de los fallecidos con COVID-19 con una mención a Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán, operarios que quedaron sepultados en febrero con la avalancha en el vertedero de Zaldibar. Los restos mortales de Sololuze aparecieron en agosto pero la búsqueda de Beltrán continúa aún. “Comparto el dolor al perder a un ser querido sin poder ofrecer una última palabra, un beso, un abrazo”, ha enfatizado. También ha realizado un “agradecimiento sincero” a los profesionales sanitarios, a los internos en las residencias de ancianos -el coronavirus ha matado a más de 900- y a otros profesionales esenciales, como la comunidad educativa.
El lehendakari ha asumido que la crisis sanitaria ha derivado en crisis económica -“cada decisión adoptada ha tenido unos costes y ha supuesto un sacrificio [...] pero hemos actuado en todo momento priorizando y tratando de garantizar la salud y la vida de las personas”- y ha dicho conocer las “dificultades y penurias” de muchos sectores y también “el desasosiego de buena parte de la juventud y de quien sufre la precariedad laboral”. “Sabemos que no vamos a poder resolver todos y cada uno de los problemas, pero estamos volcados en ayudar a quien más lo necesita”, ha asegurado. Urkullu ha dicho que su Gobierno ofrece un “modelo eficaz” y ha enumerado sus planes económicos. Esta misma semana se ha presentado la petición de 5.700 millones en fondos europeos. “Hemos superado crisis anteriores. Vamos a seguir adelante con determinación”, ha apostillado.
Urkullu ha hecho también apelaciones a la estabilidad, a la colaboración interinstitucional y al diálogo con la oposición, aunque tras las elecciones de 2020 su Ejecutivo salió con mayoría absoluta. “En Euskadi practicamos la gobernanza colaborativa. Así lo ofrecemos también en el conjunto del Estado. De la misma manera, lo ofrecemos a cada grupo parlamentario, con nuestra disposición en favor del desarrollo de Euskadi reflejado en cada proyecto de ley”, ha solemnizado.
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