Urkullu alerta de la “economía de guerra”: “Las consecuencias de la invasión de Ucrania son severas”
En una visita al nuevo centro logístico de Lidl en Álava, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha utilizado por vez primera este miércoles el término “economía de guerra” para referirse a la situación generada por la guerra en Ucrania. No ha sido un término casual, ya que formaba parte de un discurso preparado y ha usado el mismo concepto en euskera y en castellano. “En el ámbito económico la invasión está generando una situación de economía de guerra. Las consecuencias son severas. Se está produciendo un incremento de los costes de producción por la subida de precios de la energía y las materias primas”; ha señalado Urkullu en un acto rodeado de varios consejeros de su gabinete, nacionalistas y socialistas, del delegado del Gobierno de España, Denis Itxaso, y del diputado general de Álava, Ramiro González, entre otras autoridades.
Este martes, el Gobierno de Urkullu ya había presentado un primer informe sobre las consecuencias económicas de la situación en Ucrania. En él se aludía a la “emergencia”, particularmente en el plano energético, y se incidía en que los efectos iban a hacerse visibles en el día a día de las personas “vulnerables”. Ahora, Urkullu parece ir un paso más allá. “Esta situación afecta especialmente a los sectores de automoción, fundición y 'oil&gas'; también a la logística, transporte y sector alimentario. Éste es el momento de redoblar el esfuerzo en eficiencia energética, adoptar decisiones para flexibilizar la transición energética y acelerar la puesta en marcha de los proyectos de energía alternativa como los parques eólicos y el hidrógeno. A esta situación de emergencia energética se suma la falta de acceso a materias primas básicas y necesarias, como el trigo o el cereal, así como el aceite de girasol. Materias que impactarán en el primer sector y en la cadena de alimentación internacional y local”, ha aseverado para criticar expresamente las políticas de Vladímir Putin.
Urkullu se ha referido también a la crisis humanitaria: “El sufrimiento de las personas que permanecen o huyen de Ucrania es también nuestro sufrimiento. Mostramos nuestra solidaridad y preparamos la acogida e integración para quienes lo necesiten. Desde las políticas públicas vamos a hacer lo posible por aliviar la incidencia en la sociedad y las familias. La Unión Europea está preparando un paquete de medidas de carácter extraordinario. El Gobierno vasco analizará también las vías para complementar estas ayudas”. Ya están llegando de manera oficial los primeros refugiados a Euskadi después de un goteo de personas que, de manera informal, se han acercado a familiares o allegados que ya conocían. En este contexto, Urkullu ha interrumpido su parlamento un minuto en memoria de las víctimas.
Urkullu ha lanzado este mensaje desde la gigantesca planta logística de Lidl en el término municipal de Iruña de Oca, próximo a Vitoria. Son 53.000 metros cuadrados divididos en varias cámaras casi totalmente automatizadas. Se trata de una inversión de 75 millones de euros, según han destacado los responsables de la compañía alemana. Según sus datos, Lidl tiene una actividad que aporta “210 millones de euros al PIB vasco” y genera “4.400 puestos de trabajo”. Según la empresa, se trata de un almacén “de los más grandes de Europa” y sirve no solamente a Euskadi sino a otras zonas del norte peninsular. Urkullu ha enfatizado que la logística es un sector clave para la economía vasca y ha indicado que el proyecto “está al servicio del relanzamiento de la actividad económica, comercial y logística”. Por sus palabras, ha salido encantado del lema “Euskalduna da, ona da” de la cadena de supermercados.
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