Urkullu avisa de que la COVID-19 sigue “ascendiendo” en Euskadi y pide un esfuerzo para no tener que volver a la emergencia sanitaria
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha avisado este viernes de que la incidencia de la COVID-19 sigue “ascendiendo” de manera clara en Euskadi. Sin ofrecer los datos precisos de lo que está ocurriendo -ahora se ofrece un resumen semanal cada lunes y un “problema técnico” impidió ver la evolución vasca en el parte general del Ministerio de Sanidad-, ha calificado de “preocupante” la situación y ha admitido que está subiendo también ya la ocupación hospitalaria, aunque ha matizado que la UCI sigue con una tensión “liviana” por el momento. Urkullu, muy serio, ha apelado a la responsabilidad ciudadana para no tener que recuperar la emergencia sanitaria y el conocido como Labi (la mesa de crisis que ha venido suavizando o endureciendo restricciones en la pandemia) apenas dos semanas después de que se disolviera con el fin de la mayoría de las restricciones.
En un acto sobre atención sociosanitaria celebrado en el BEC de Barakaldo, en el que ha recordado a los fallecidos en residencias, que han superado el millar, ha cambiado a última hora su discurso y sin leer ninguna referencia escrita ha pedido expresamente a la sociedad vasca que tome en consideración que en algunos países de Europa como el Reino Unido, Rumanía o los países bálticos se están dando fuertes oleadas. “Ojalá no tengamos que volver a una nueva situación de ola”, ha deseado para recordar que hay indicadores claramente negativos, como el R0, que muestra cuántos positivos genera cada infectado y que lleva varios días por encima de 1, lo que indica una expansión de la incidencia sostenida.
Este miércoles, Euskadi era la comunidad autónoma con la tasa por cada 100.000 habitantes más elevada. Además, se han producido algunos brotes de importancia que evidencian el repunte. En concreto, en el hospital de Basurto de Bilbao se han detectado 17 contagiados entre pacientes y sanitarios y en el santuario de Loiola de Azpeitia ha habido 22 casos y cuatro defunciones. El Gobierno de Urkullu lleva toda la semana advirtiendo de la situación. De hecho, el martes el consejero-portavoz, Bingen Zupiria, dijo que era imprescindible el cumplimiento de las pocas medidas en vigor. Se refería básicamente al uso ininterrumpido de mascarillas en exteriores si no hay distancias o a la prohibición de comer o beber en el fútbol, el baloncesto o el cine, donde hay aforos de hasta el 100% y no se guardan esos espacios interpersonales.
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