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El volumen de positivos desborda el sistema de rastreo y Euskadi “no hará seguimiento proactivo” a los casos leves

Sagardi y Urkullu, en una visita al hospital de Txagorritxu de Vitoria

Iker Rioja Andueza

28 de diciembre de 2021 13:08 h

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La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha puesto este martes sobre la mesa tres cifras para mostrar la magnitud que está adquiriendo la actual ola de COVID-19 en Euskadi. Los casos aparecidos en 24 horas han alcanzado un nuevo récord negativo de 6.568 positivos (en 2021 el tope de otras olas fueron unos 1.800 y en 2020 de 1.547), hay del orden de 3.000 personas que conocen que están contagiadas cada día por pruebas que se venden en farmacias y 10.000 personas que diariamente intentan contactar con la Sanidad pública porque han descubierto que son contactos estrechos de una persona infectada. Por ello, Sagardui ha comunicado Euskadi dejará de hacer un “seguimiento proactivo” de la mayoría de contagios y contactos y que la red de rastreo centrará sus esfuerzos en personas mayores, no vacunados, embarazadas y personas vulnerables.

“Con el aumento de casos, lo que vemos es que la gran mayoría presenta cuadros leves. Ésa es la realidad”, ha enfatizado Sagardui, que ha pedido a los positivos que, con responsabilidad y 'motu proprio', hagan “aislamiento” y afronten sus cuadros de COVID-19 con “reposo y antitérmicos como el paracetamol”. Solamente “si empeoran, deben ponerse en contacto con el centro de salud”, ha pedido la titular de Salud. La consejera ha afirmado que la nueva variante ómicron del Sars-Cov-2 podría ser ya la mayoritaria en Euskadi en menos de un mes desde la aparición de los primeros casos, aunque ha admitido ciertos retrasos en la secuenciación por el gran volumen de trabajo de los laboratorios en un contexto con miles y miles de pruebas que validar. Ha indicado Sagardui que “la transmisibilidad es superior a la de variantes anteriores”, pero ha apostillado que “los datos preliminares de los estudios científicos” indican que ómicron “no causaría enfermedad más grave, menos aún en las personas vacunadas”.

Por todo ello, Sagardui ha asegurado que se ha hecho una “reflexión sobre la vigilancia y rastreo” y que se ha concluido que “es necesario adecuar los protocolos”. “Vamos a tomar medidas para priorizar colectivos por las posibles incidencias en su salud”, ha remarcado sin mencionar en ningún momento que el sistema esté colapsado aunque son ya semanas en las que se indica en los datos oficiales que más del 70% de los positivos escapaba a su radar. “Lo importante es detectar los positivos y hacer seguimiento de las personas vulnerables, llegar proactivamente a quienes hayan dado positivo. Es una nueva fase del rastreo, el rastreo web”, ha asegurado.

La premisa general es que quienes tengan cuadros leves o sean contactos “dejen los canales abiertos para quien requiera atención inmediata y urgente”. Es decir, no tendrán contacto directo con ningún profesional sanitario. Como primer paso, se habilitará un nuevo formulario este mismo martes para que se pida cita con más agilidad en caso de ser un caso sospechoso. Asimismo, hay que preparar sin esperar a la llamada de los rastreadores “un listado de personas” contactadas en las 48 horas previas a los síntomas o al positivo en caso de asintomáticos. Es el contagiado el que tiene que comunicar su situación a los contactos y ellos son quienes han de darse “de alta” en otro “formulario de contactos estrechos”, también sin intervención de Salud. Los contactos vacunados que den negativo no han de guardar cuarentena pero sí “realizarse una vigilancia” y ser cautos en su vida social. Los no vacunados deberán aislarse y tener dos negativos en el período de ocho días. También se va a crear un formulario digital para tramitar las bajas laborales. Eso sí, la consejera Sagardui ha remarcado que los positivos de farmacia no son suficientes y que han de ser contrastados con una prueba de Osakidetza.

Otros cambios implican la priorización de los antígenos sobre las PCR para no colapsar los laboratorios y ofrecer resultados más rápidamente y también la creación de centros “intermedios” similares a los puntos de vacunación para centralizar la toma de muestras. No se han dado detalles de cuántos serán y dónde estarán, pero la consejera ha indicado que los afectados serán informados del lugar al que tendrán que acudir cuando reciban el SMS con la fecha y hora de la prueba.

El R0 en 1,50 indica que la ola no se detiene

Sagardui ha informado también de los últimos datos de seguimiento de la pandemia desde la constatación de que la tendencia ascendente de los contagios sigue claramente al alza, ya que el R0 (positivos originados por cada caso) marca 1,50. Con 6.568 positivos adicionales, la tasa de incidencia acumulada a 14 días por cada 100.000 habitantes alcanza los 2.285 puntos, una subida de un millar en una semana. Los hospitalizados son 468, aparentemente bastantes menos que los 491 de este lunes, aunque la ocupación de la UCI sube de 110 a 111 y no se termina de explicar cuántos casos de personas ingresadas se sacan de la estadística aunque sigan en el hospital por el hecho de dar negativo ya.

La propia Sagardui ha indicado que los ingresos nuevos están subiendo fuertemente y que el sistema sigue tensionando aunque en una proporción menor que si no hubiese la barrera de las vacunas. “No tiene nada que ver con otras olas”, ha terciado el consejero-portavoz, Bingen Zupiria, quien ha señalado a ómicron y al incremento de la movilidad y de las interacciones sociales la escalada de contagios.

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