Zalla, el pueblo de los 34 pasos a nivel, se divide: vecinos se movilizan contra los efectos de la supresión de nueve de ellos
Un grupo de vecinos de Aranguren intentan paralizar la supresión de los nueve pasos a nivel que atraviesan este barrio de Zalla. De momento han presentado ante Ayuntamiento y el Ararteko un total de 1.283 firmas -aunque no pertenecen todas a vecinos del barrio- pidiendo que se de marcha atrás en el proyecto “porque deja el barrio dividido”, sólo conectado en principio por un paso peatonal subterráneo, auque el consistorio ha anunciado que pedirá al Ministerio de Transportes un nuevo paso peatonal, que siguen considerando insuficiente. En el escrito que los vecinos han presentado ante el consistorio denuncian que el hecho de que para “llegar por carretera al lado contrario de las vías” haya que hacer “un desplazamiento considerable”, supondrá un mayor gasto para las familias y será contraproducente para el comercio de la zona. Además, critican las obras implican expropiaciones parciales de varias parcelas y el derribo de una vivienda, y que la calidad de vida de muchos vecinos se verá mermada, porque supondrá ampliar el tráfico de trenes por ese tramo, además de una nueva carretera.
En definitiva, que ellos prefieren que se quede la cosa tal y como está, pese a que la retirada de estos pasos para cruzar las vías es una vieja reivindicación de los vecinos de Zalla, un pueblo que acumula 34 pasos a nivel y en los que se han producido muchos accidentes, algunos de ellos mortales, el último en mayo de año pasado. “Nosotros queremos que se queden los pasos a nivel donde están. El problema con los pasos a nivel no está en Aranguren”, dice Mari Ascen, una de las vecinas implicada en la recogida de firmas.
El proyecto se enmarca en la supresión de una parte de los pasos a nivel de la localidad de Zalla, algo que los vecinos de este municpio de Bizkaia llevan años reclamando. Finalmente se llegó a un acuerdo el pasado mes de julio entre Adif, el Ministerio de Transportes, el Ayuntamiento de Zalla y la Agencia Vasca del Agua (URA) para la eliminación de algunos de ellos y acometera la vez las reformas necesarias para evitar la inundabilidad del barrio, levantado junto al río Cadagua, en unos trabajos conjuntos que supondrán una inversión de 31 millones de euros.
Los vecinos de Aranguren contrarios a este proyecto consideran “sorprendente” que se actúe en primer lugar en el tramo que discurre por Aranguren para eliminar estos pasos y no se busquen soluciones de forma prioritaria “en otros tramos de la vía ferroviaria donde se han producido accidentes graves”. “En Aranguren no se han producido incidentes graves ni mortales como sí han sucedido en el núcleo de Mimetiz”, tambien en Zalla, dicen en su escrito. “La mayor concentración de vehículos no se da en Aranguren”, señalan, “si no en Mimetiz, donde a causa de los pasos a nivel siempre se generan importantes atascos de circulación”.
El Ayuntamiento, sin embargo, considera que gracias a este proyecto “más de 1.000 personas residentes en Aranguren dejarán de vivir en una zona inundable, poniendo fin a situaciones como las vividas a consecuencia del episodio de intensas lluvias en 2015, y se eliminará la totalidad de los pasos a nivel de la zona”. Desde el consistorio minimizan la importancia de la contestación al proyecto, ya que “el ayuntamiento ha recibido 1.289 firmas contrarias al proyecto recogidas por un grupo de personas, que valorará al igual que el resto de aportaciones recibidas. Por el momento, se ha podido constatar que 293 de estas firmas pertenecen a personas residentes en Aranguren, y 366 a personas residentes en el resto del municipio. Las 630 firmas restantes responden a personas que ni siquiera residen en Zalla”. No obstante, aseguran ser conscientes “de que este proyecto, aunque es beneficioso para miles de personas, afecta negativamente contra bienes inmuebles (una casa, una piscina, ...) de personas concretas, y puede generar molestias e inconvenientes en vecinas y vecinos del entorno”. Por eso, asegura que “se ha puesto en contacto con las personas perjudicadas directamente por el proyecto, para ayudarles en la medida de sus posibilidades y mediar con las demás instituciones para que puedan ser resarcidas justamente”.
“Me quedo en la calle”
A Itziar y a su marido Salus, de 62 y 63 años, respectivamente, las explicaciones que les da el alcalde Juanra Urkijo (PNV), no les sirven. La pareja es una de las más afectadas por las por las expropiaciones que conllevará el proyecto. “Me tiran la casa entera, me quedo en el calle”, dice entre lágrimas. Todavía no ha recibido ninguna carta oficial por parte del Ministerio de Transportes, solo conoce lo que se le viene encima porque se lo han comunicado desde el Ayuntamentiento. “Al principio pensábamos que podría afectar a un terreno que tenemos colindante a la casa, pero no. Nos dicen que nos tendrñan que tiran la casa entera y no sabemos nada más”. Itziar lleva en esta casa 2 años y medio. “Queríamos una casa para salir del piso de BIlbao, y ahora mira con lo que nos encontramos. No sabemos qué nos va a dar de indemnización, ni cuándo, ni donde vamos a ir”, lamenta.
No es la única afectada, pero sí la única vivienda que se prevé eliminar al completo. Otros perderán parte de los terrenos de que rodean sus casas para hacer el nuevo trazado de la vía y la carretera, aunque habrá que esperar a que el proyecto ferroviario pase todo el proceso administrativo -ahora lo está estudiando el MInisterio de Transición Ecológica para determinar su impacto ambiental- y entre en proceso de alegaciones, para ver después cuál es el proyecto definitivo y las afecciones que tiene para los vecinos.
En concreto, el proyecto supone eliminar 1,4 kilómetros de vía y unificar los trazados de la línea de Balmaseda con la de Santander. El hecho de que se unifiquen las líneas ferroviarias provoca que aumente el tráfico ferroviario en la línea Santander, que pasa a ser seis veces superior al actual, por lo que al aumentarse el trafico sustacialmente deben elimarse los pasos a nivel.
El proyecto de inundabilidad -que finalizó el periodo de alegaciones el pasado 8 de marzo- está ligado con el ferroviario porque para que las obras de defensa contra las inundaciones sean efectivas hay que derribar el puente de la línea Bilbao-Balmaseda y aumentar la luz del de Santander-Bilbao, obligando así a cambiar el trazado actual de la línea Bilbao- Balmaseda a su paso por Aranguren. El proyecto prevé también la construcción de un nuevo vial paralelo a la vía actual de la línea Bilbao-Santander que permita suprimir los pasos a nivel y desviar el tráfico rodado.
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