Los promotores del templo budista quieren hacerlo en Cáceres, pero avisan que ya tienen ofertas de otros sitios
La Fundación Lumbini Garden, promotora del proyecto de templo budista en el cerro Arropez, ha advertido que su apuesta y compromiso es con Cáceres y Extremadura, pero que tienen “ofertas” desde otras provincias de España y desde otros países también, por lo que tendrá que tomar en breve una decisión en torno a la continuidad.
Así lo han manifestado los promotores del proyecto que Cáceres acaricia desde la pasada legislatura, cuando se sacralizó el monte Arropez (de titularidad municipal) y se procedió al hermanamiento con la ciudad de Lumbini.
Sin embargo, los trámites administrativos para aprobar la cesión del terreno y que se pueda desbloquear el inicio de la construcción del complejo budista no han avanzado.
En un comunicado, la fundación asegura que su actitud “es y será siempre de colaboración y lealtad con las administraciones implicadas en el desarrollo del proyecto”, pero los compromisos adquiridos con Asia en nombre de Cáceres no pueden esperar y tendrán que tomar en breve una decisión en torno a la continuidad del proyecto.
El pasado 3 de julio una delegación nepalí de políticas e inversores vinculadas al proyecto de templo budista realizó una visita institucional a Cáceres, auspiciada por la fundación, que ya manifestaba que “si el proyecto se dilata más en el tiempo los donantes e inversores se van”.
Entonces, el presidente de la fundación, José Manuel Vilanova, pedía celeridad para iniciar la construcción de la estatua gigante de Buda de 47 metros, que sería “el tractor de todo el proyecto”.
Asegura que el inicio de las obras de la estatua tiene la suficiente entidad como para ser el catalizador del desarrollo de todas las fases y lo que se quiere es “constatar que arrancamos para que no se pierdan las voluntades”.
Recuerdan que se trata de un proyecto “que supone cientos de puestos de trabajo directos, muchos más indirectos, con ”millones de inversión por parte de donantes desde 15 países de Asia“.
Por esta razón, insisten en que les han “contactado” y tienen ofertas desde otras provincias de España y desde otros países también.
“Ahora nos tomaremos un tiempo de reflexión y tomaremos decisiones de cómo seguir y, si decidimos irnos, qué opciones elegimos”.
Por eso, no creen que tras la sacralización del Arropez, “un acto de suma importancia para el budismo y que atrajo la mirada sobre Cáceres desde muchos lugares del mundo y que convirtió el terreno en primera tierra santa, ”se quiera agraviar a todo un continente, a 600 millones de personas que practican el budismo“.
“Estamos en Cáceres y Extremadura porque nos invitaron a venir y el Ayuntamiento y la Junta se comprometieron a acoger este proyecto único de carácter cultural sin igual en el mundo”, señala el comunicado, que añade que por eso se han movido siempre en el ámbito público y han desarrollado el proyecto sobre un terreno público ofertado por la anterior corporación municipal.
Además, recuerdan que tienen informe positivo de la anterior administración para la construcción de la estatua, a la que dio luz verde ambiental la Junta en marzo de 2023, “porque esa construcción es perfectamente compatible con las distintas limitaciones medioambientales que exige la red Natura 2000”.
“Contamos con la asesoría de expertos medioambientales, que han hecho un trabajo excepcional a este respecto, y nos movemos siempre contando con la legislación vigente, y no en base a especulaciones”, concluyen desde la fundación.
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