Ahora que aumenta el número de viajeros en los trenes debido a los abonos, se añade a los viajeros una pequeña facilidad más, la de llegar a las estaciones en bicicleta y aparcarlas en un lugar seguro y cerrado a resguardo de la intemperie. Son una especie de casetas para las cuales Adif le ha alquilado espacio a una empresa en 42 estaciones españolas, entre ellas Badajoz, Cáceres y Mérida.
Adif y Adif Alta Velocidad acaban de adjudicar el contrato de arrendamiento de espacios en 18 estaciones de Adif y 24 de Adif AV para la instalación, mantenimiento y explotación de aparcamientos seguros de bicicletas, por un período de diez años, a la Unión Temporal de Empresas (UTE) integrada por FCC Medio Ambiente, Don Cicleto y Benito Urban. Para su desarrollo, la UTE realizará una inversión cercana a 850.000 euros.
Los aparcamientos que se instalarán responden al modelo Bicihangar Rocket -diseñado, desarrollado y fabricado por Don Cicleto y Benito Urban-, preparado para un uso intensivo que, además, protege las bicicletas de las condiciones climatológicas adversas, el robo y el vandalismo.
Este tipo de aparcamiento modular, cerrado y cubierto ocupa la mitad de una plaza de coche y tiene un bajo impacto visual por su limitada altura (inferior a 1,5 m). Además, el modelo es sostenible y autónomo energéticamente al alimentarse con la energía fotovoltaica que carga las baterías, por lo que su instalación no requiere obra civil ni conexión a la red eléctrica, explica Adif.
Cada ubicación ofrecerá capacidad para al menos seis bicicletas y dispondrá además de cuatro unidades del modelo de aparcamiento ‘U invertida’, de carácter gratuito. En función del comportamiento de la demanda, está previsto aumentar la capacidad de las instalaciones.
Los aparcamientos que se implantarán en las estaciones de Adif dispondrán de un sistema inteligente de apertura. Así, el control de acceso se realizará desde la app de registro y reserva de plaza, a través de una conexión segura Bluetooth entre el teléfono y la cerradura electromecánica, evitando así la gestión de llaves físicas y minimizando el consumo energético.
La iniciativa se lanza tras el “éxito” de la experiencia piloto en la estación de Madrid-Chamartín que, desde hace cerca de dos años, cuenta con un aparcamiento seguro de bicicletas instalado en un local de 59 m2.