La instalación de una válvula para reducir reventones en el casco antiguo de Badajoz sería uno de los motivos de la repentina bajada en la presión de la zona según los socialistas de la ciudad, que temen que esa baja presión del agua será una constante a partir de ahora, mientras no se cambien por completo las conducciones en calles donde ha habido roturas de tuberías.
Vecinos del Casco Antiguo se han puesto en contacto con el Grupo Socialista para trasladar su preocupación por una bajada en la presión del agua de sus casas. Hace seis días la empresa concesionaria del suministro de agua en Badajoz, Aqualia, anunció la instalación de una válvula en la calle Santo Domingo para reducir los reventones de tuberías que afectan a varias calles del casco antiguo.
“Este puede ser uno de los motivos” para ese bajón de presión que afectaría a calles como Plaza Santa Ana, Santa Lucía, De Gabriel, Vasco Núñez, Melchor de Évora, Callejón del Parque, Plaza de Portugal, Prim, Menacho, Guardia Civil o Juan Carlos I. En algunos casos se traslada a vías próximas a las anteriores, según un comunicado de ese partido.
Empeora el servicio
Para los socialistas esta válvula puede reducir los reventones en un primer momento, pero “no es justo” empeorar la calidad del servicio de manera indefinida para una amplia zona, ni siquiera para las calles donde más roturas se han constatado como Melchor de Évora, Arias Montano o Vasco Núñez.
“Está bien la provisionalidad de esta instalación, pero no el convertirla en algo permanente, para lo que piden cambiar íntegramente las conducciones dañadas antes de que vuelvan a dar problemas. No es la primera vez que se coloca una válvula de este tipo en la ciudad y que, lamentablemente, no terminó evitando roturas posteriores”.
Por eso es “primordial” una mayor dotación económica para el arreglo de reventones causados por tuberías de fibrocemento. Para ello proponen nuevas partidas sin determinar en qué calle se va a realizar la obra para que, dependiendo de las necesidades, se puedan llevar a efecto sin tener que presupuestarlas de un año para otro, tal y como se hace en la actualidad, lo que reduce operatividad y eficacia. Esta previsión supondría unos 600.000 euros al año