La “histórica” ley de Transición de Monago no sirvió para nada
El 26 de febrero de este año, el gobierno Monago aprobaba otra de sus leyes a las que inevitablemente solía poner el calificativo de históricas. Se trataba de la Ley de Transición ente gobiernos y tenía como finalidad facilitar una transición modélica entre gobiernos. Loable declaración de intenciones.
Sobre el papel, en el articulado que publicó el DOE hace unos meses, se dice que la nueva ley se basa en tres principios rectores: el principio de mínima intervención del gobierno saliente; principio de neutralidad política; principios de lealtad y colaboración; y, finalmente, principios de información y transparencia.
Esa ley obliga al gobierno en funciones a la máxima transparencia e incluso faculta al presidente entrante a disponer de las actas de las reuniones que lleve a cabo el consejo de gobierno en funciones, si así lo demanda. Esa es la teoría, pero en la práctica ha sido otro muy distinto el desarrollo de esta ley.
Ninguna explicación
Pero la realidad es que esta mañana de viernes, a las 11 horas, apenas un día antes de que tome posesión de su cargo, Fernández Vara irá a la presidencia de la Junta para que Monago le entregue los primeros datos, el informe de cómo deja el patio, de cómo están los asuntos del gobierno. Ese informe, del que no se conoce aún su contenido, será la única aportación del gobierno saliente al entrante. Posiblemente para este viaje no hacía falta ninguna ley histórica de transición entre gobiernos.
Antes de ese acto, ya meramente protocolario porque mañana Vara tendrá a su disposición todos esos papeles de manera oficial, ha habido muchas y no aclaradas adjudicaciones y ninguna explicación de cómo deja los asuntos pendientes el gobierno que sale al que está por llegar. Deuda, facturas pendientes de pago, proyectos en cada consejería… No ha habido ningún contacto, ni una reunión, ninguna información del gobierno que sale al gobierno que se dispone a llegar.
La negativa del gobierno Monago a dar información sobre la situación ha llegado al punto de que en propia sede parlamentaria, en un marco tan solemne como es el debate de investidura, Monago llegó a afirmar que no le entregaba a Vara el informe de Transición porque aún no era presidente y la ley no lo contemplaba. Lo cierto es que no existe en el articulado de la ley de transición ni un solo punto en ese sentido. Todo lo contrario, desde que la presidenta de la Asamblea propone a un candidato para la presidencia de la Junta, éste puede incluso solicitar las actas de los consejos de gobierno celebradas en este periodo que le deberán ser remitidas en el plazo máximo de 48 horas.
El último desencuentro
El último desencuentro entre el gobierno saliente y el que se prepara para gobernar ha tenido lugar este jueves en una comisión de la Asamblea creada expresamente para oficiar el traspaso de papeles, documento e información. La Comisión responsable del traspaso de poderes entre el Ejecutivo saliente y el Gobierno entrante de Extremadura finalizó sin que se produjera el objeto que tiene la misma por discrepancias en la interpretación de la ley que la regula.
Los socialistas se quejan de que tras retrasar sin causa justificada esa reunión los representantes del actual gobierno, con Cristina Teniente a la cabeza, han llevado datos económicos y proyectos sin actualizar y además, no han aportado algunos de los informes solicitados. “Hemos cumplido con la ley de forma escrupulosa”, ha respondido Teniente, quien ha apuntado que la documentación objeto del traspaso de poderes recoge datos de endeudamiento, tesorería, evolución del déficit y asuntos pendientes de tratar en cada Consejería. Según Valentín García, su Grupo Parlamentario pidió el informe hace tiempo. “La ley de Transición, aprobada este mismo año, no ha servido para nada. Se vendió como hito histórico de la democracia pues permitía que el candidato entrante pudiera conocer el informe y preguntarle sobre el mismo al presidente saliente, pero a 24 horas del traspaso real no tiene sentido”, ha añadido.
Tras dos horas de reunión estéril, los socialistas no se han llevado los papeles y será Vara el que vaya esta mañana a la Plaza del Rastro de Mérida a recoger un informe de transición notablemente devaluado por el tiempo transcurrido y por la opacidad mostrada hasta la fecha. Al final, la ley de Transición solo produjo unos titulares, pero se ha mostrado absolutamente ineficaz para propiciar un traspaso de poderes ordenado. La duda está en saber si el problema reside en la propia ley o en los responsables de su ejecución.