El SES comienza un proyecto único en el mundo para adaptar la medicación a cada paciente
Extremadura desarrollará un proyecto de investigación único en el mundo con el objetivo de determinar las predisposiciones personales y genéticas a los efectos adversos de los medicamentos y determinar un sistema de medicina de precisión para individualizar la prescripción farmacológica.
Se trata del Proyecto Medea, una iniciativa de la Junta de Extremadura que aprobó el Consejo de Ministros el pasado mes de octubre y que cuenta con una dotación presupuestaria de unos 5,5 millones de euros.
El consejero de Sanidad, José María Vergeles, ha explicado que del lanzamiento y la consulta previa a mercado del proyecto. Está liderado por el catedrático de Farmacología de la Universidad de Extremadura, Adrián Llerena, vicepresidente también de la Sociedad Española de Farmacología Clínica y de la Sociedad Española de Farmacogenética y Farmacogenómica y miembro del Comité de Farmacogenómica de la Agencia Europea del Medicamento.
Un problema de salud pública
Los problemas relacionados con los medicamentos “son ya un problema de salud pública importante y lo serán aún más a futuro” dado el envejecimiento de la población, de ahí la importancia de potenciar la investigación en este ámbito.
Ha recordado que un 12% de los pacientes se ve obligado a acudir a Urgencias por presentar problemas relacionados con los medicamentos y hasta el 6,7 de los pacientes ingresados en los centros hospitalarios de todo el Sistema Nacional de Salud pueden presentar interacciones medicamentosas, que se sitúan entre la cuarta y la sexta causa de muerte en los países del entorno de España.
Además un 32% de los medicamentos que están comercializados necesitarían de un perfil genético del paciente para saber si pueden presentar más o menos efectos secundarios.
Características genéticas y personales
El proyecto Medea está destinado ofrecer a los médicos las herramientas adecuadas para que administren a sus pacientes los fármacos que más se adecúan a sus características genéticas y personales, con lo que se minimizarían los riesgos y efectos adversos.
Para ello, será necesario desarrollar dos elementos fundamentales: una base de datos genética y de las características personales de los pacientes extremeños, “o al menos de una muestra de ellos que permita extrapolar los resultados al resto de la población”, y que ésta se integre en el sistema informático del SES, el programa Jara.
En una primera fase la investigación se centrarán en tres grandes grupos de fármacos, los destinados a tratar enfermedades cardiovasculares, el cáncer y los problemas de salud mental.
Vergeles ha explicado que esta iniciativa se desarrollará como un proyecto mixto, entre un proyecto de investigación y un proyecto de compra pública innovadora. Para ello es necesario constituir una oficina técnica, que ya cuenta con los pliegos necesarios, así como realizar las consultas previas al mercado y desarrollar las aplicaciones que posteriormente las empresas que se sumen al proyecto, junto con el equipo de investigación, comercializarán entre aquellas comunidades autónomas que estén interesadas.
Metabolización de los fármacos
Tanto Vergeles como Adrián Llerena han precisado que no todas las personas metabolizan igual los fármacos, algo que tiene que ver con las características propias de sus hígados y riñones, y han indicado que existen diferencias entre las distintas razas humanas en relación con la eficacia o no de determinados medicamentos.
Llerena ha indicado que “hay que acabar con la ilusión terapéutica y que más medicamentos no es mejor” y ha advertido de que se ha llegado al límite, en términos de salud, del número de fármacos que se prescriben.
“O racionalizamos esto y empezamos a ponerlo en orden o vamos a crear un nuevo problema de salud, que es la iatrogenia medicamentosa” que puede padecer un 10% de la población.
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