Los ‘Ángeles Malos’ de Talaván (Cáceres), ¿fruto de una gamberrada política?

El misterio sigue rodeando la existencia de los 21 “ángeles malos” esgrafiados que coronan la cúpula de la ermita del Santo Cristo de la localidad cacereña de Talaván, abandonada desde hace casi un siglo y que ahora el pueblo se ha propuesto restaurar.

La cúpula de la ermita cuenta con la figura de 21 ángeles alados, con dientes puntiagudos y unos capirotes rojos, que podrían haber sido modificados sobre los esgrafiados originales.

Todas son hipótesis, algunas mas plausibles que otras, pero lo que está claro es que los “Ángeles Malos” de Talaván han despertado el interés de muchas personas y la de muchos programas televisivos dedicados al mundo de lo paranormal, entre ellos, 'Cuarto Milenio' de Iker Jiménez.

La asociación “Talaván, Historia Viva” lleva trabajando desde hace años en la recuperación de esta ermita del siglo XVII, que también fue utilizada como cementerio, y abandonada en 1928.

La asociación, según ha manifestado en declaraciones al Diarioex su portavoz, Rosa Rodríguez, encargó un estudio químico para conocer la evolución que el paso del tiempo, el abandono y el hecho de haber estado a la intemperie podrían haber experimentado las figuras originales.

Este estudio viene a constatar que sobre las figuras primitivas hubo dos intervenciones posteriores, una primera en la que se le añadieron retoques y adornos muy sutiles, y una segunda que dejó a los ángeles como personajes siniestros, que muchos dicen que podrían representar almas en el purgatorio o a los condenados por la Santa Inquisición.

Una de las hipótesis que tiene mayor fundamento, según Rosa Rodríguez, es la que recoge el autor del libro “Talaván entre dos ríos”, escrito bajo el pseudónimo del Arriero de Talaván, en el que viene a explicar que, seguramente, las imágenes actuales fueran fruto de los ataques que sufrieron cientos de ermitas, iglesias y conventos, en 1931, poco después de la proclamación de la II República.

Esta ola de ataques a edificios religiosos que aparece recogida en los libros de historia como “la Quema de Conventos”, ocurrida en mayo de 1931, podría estar detrás de los ángeles que todos hoy conocen por los “Ángeles Malos” de Talaván.

Aunque pudo haber sido cualquiera, la ermita se encuentra en un lugar que era de mucho tránsito hace un siglo, porque era paso obligado para llegar al lugar desde donde salían las barcas del río Tajo, explica Rodríguez.

Sobre lo que sí hay un convencimiento claro es que los ángeles, originariamente, presentaban un aspecto convencional, de hecho “en Santiago del Campo a unos 14 kilómetros de Talaván hay otra ermita, prácticamente igual, seguramente fue construida por las mismas personas, con dos años de diferencia, que tiene uno ángeles similares, pero con un aspecto normal”, señala Rosa, al tiempo que argumenta que “es imposible que esa fuera la iconografía originaria porque la iglesia no la habría aceptado nunca”,

La ermita de Talaván fue adquirida por el ayuntamiento, pero la de Santiago del Campo está dentro de una finca particular, que es utilizada como corral para ovejas y otros animales. “Una verdadera pena porque es preciosa”.

En estos momentos la ermita está en proceso de restauración, Se han consolidado los muros para que no se venga abajo, y ahora se está a la espera de nuevas partidas presupuestarias para poder techar la nave, que está a cielo abierto.

¿Volverán los ángeles a tener aspecto de buenos?

La idea de la asociación es que las labores de restauración de la ermita no devuelvan a los ángeles al aspecto que creen que fue el originario, sino que se queden tal y como están ahora porque “forman parte de la historia y si ha ocurrido así, ya está, no creo que haya que cambiarlo”.

Rosa Rodríguez reconoce que la ermita con sus ángeles diabólicos, y cuyo proceso de restauración cuenta con el seguimiento de la Comisión Provincial de Patrimonio de Cáceres, ha despertado un interés sobre ella que le ha beneficiado, no solo desde el punto de vista turístico, sino también porque “gracias a ese interés y a esas circunstancias históricas hemos conseguido atraer la atención sobre ella y que se haya decidido restaurarla, si no hubiera sido así, se habría perdido”.

Rosa Rodríguez, psicóloga de profesión y portavoz de la asociación Talaván Historia Viva, ha destacado la implicación que tiene todo el pueblo con la restauración de la ermita, que tanto ha dado que hablar y, seguramente, dará.