Condenado a dos años y medio de cárcel un padre por maltratar a su hija con duchas frías y golpes con un cinturón

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago, ha condenado a un hombre a dos años y medio de cárcel por cuatro delitos de maltrato de obra en el ámbito doméstico por castigar a su hija, menor de edad, con duchas frías y golpes con un cinturón. La sentencia, dictada en diciembre de 2021 y de la que informa Europa Press, confirma un fallo anterior del Juzgado de lo Penal número dos de la capital gallega.

El hombre fue condenado como responsable en concepto de autor de cuatro delitos de maltrato de obra en el ámbito doméstico a las penas, por cada uno de ellos, de siete meses y 15 días de prisión. Además, el tribunal le ha prohibido acercarse a menos de 200 metros de su hija, el domicilio de ella, su lugar de estudios o trabajo o cualquiera en que se encuentre y a comunicarse con ella por cualquier medio por tiempo de un año, siete meses y 15 días, así como al pago de cuatro quintas partes de las costas procesales. Ha quedado absuelto, por la contra, de un delito de malos tratos habituales.

En el relato de hechos probados, el fallo de la Audiencia Provincial recoge que “se aceptan los de la sentencia recurrida”. El hombre, indica, tenía la guarda y custodia exclusiva de su hija, nacida en 2004, desde que sobre el año 2006 se trasladó con ella a vivir a España. La madre de la menor permaneció entonces en Ecuador. Por razones laborales vivieron en diferentes ciudades de la geografía española y desde aproximadamente el año 2010 residieron con la nueva esposa del padre a cuyo cuidado quedeba a menudo la niña, puesto que por cuestiones de trabajo el padre se ausentaba con frecuencia.

La sentencia califica el estilo educativo del condenado de “riguroso y autoritario” y señala que llegaba, sobre todo cuando el hombre consumía alcohol, a ser agresivo tanto con ella como con su segunda esposa. Este comportamiento provocó a la menor problemas de salud mental y un trastorno depresivo “de significativa entidad clínica”, según la resolución. Uno de los castigos que el acusado aplicaba a su hija si consideraba que “había hecho algo mal”, era obligarla a meterse en la ducha con agua fría y golpearle en las piernas y nalgas con la correa del cinturón. Así lo hizo en, al menos, dos ocasiones cuando vivían en Madrid y la menor contaba con 10 u 11 años.

En otra ocasión, la menor se retrasó siete minutos de la hora que el acusado le había fijado para regresar a casa tras salir con sus amigos, y al llegar su padre le dijo que “iba a recibir siete correazos por los siete minutos de retraso y comenzó a golpearla en las piernas con el cinturón”, señala el fallo. En 2017 el acusado “volvió a golpear a la menor con el cinturón en una ocasión por las malas notas que había llevado”, añade.

Uno de los elementos en los que se apoya la sentencia es la intervención de los equipos de asistencia social del Ayuntamiento y de la Xunta, que llevaron a declarar a la menor en situación de desamparo y a que su tutela legal pasase a tenerla la Xunta.