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El PP obtiene el 49% del voto emigrante gallego con un 98% de abstención

Como era previsible, nada ha cambiado. Este lunes las Audiencias Provinciales de Galicia acogieron el recuento del conocido popularmente como voto emigrante, los sufragios emitidos por personas integradas en el Censo de Residentes Ausentes (CERA). Frente a los tensos escrutinios de antaño, cuando la práctica ausencia de controles en esta votación derivaba en sufragios tan masivos como opacos que llegaron a condicionar mayorías parlamentarias, la introducción del voto rogado ha provocado una caída en picado de la participación y con ella, el CERA se ha instalado en la irrelevancia también en las recientes elecciones gallegas, en las que el PP se ha impuesto en el sufragio exterior con un 49% de apoyos y un 98% de abstención.

Como ha detallado eldiario.es, el único recuento en el que podía existir alguna variación sobre le resultado general era el de Ourense, toda vez que el PSdeG se quedó el 25S a sólo 150 votos de arrebatarle un escaño al PP de José Manuel Baltar. Sin embargo, de los apenas 2.000 votos remitidos en esa circunscripción 1.059 han sido para el PP y sólo 344 para los socialistas, por lo que la asignación de puestos en el Parlamento no ha variado. Del resto de votos a fuerzas con representación, 214 han ido para En Marea y 58, para el BNG.

En el conjunto del voto exterior el PP ha sido la primera fuerza con un total de 5.267 sufragios (49%). Al contrario de lo sucedido en las urnas, en este caso el PSdeG ha sido la segunda fuerza con 1.836 votos (17%), si bien los socialistas ha sido superados en las provincias atlánticas por En Marea, que en el total del CERA ha recibido 1.734 votos (16%). El cómputo de las fuerzas parlamentarias se cierra con 468 votos para el BNG (4%), mientras que los votos a otras opciones han sido 1.321 y los votos en blanco, 77.

Abstención masiva

Este resultado se produce en un contexto en el que, como en cada convocatoria electoral desde la instauración en 2011 de la obligatoriedad de solicitar formalmente la votación desde el extranjero, la participación de las personas inscritas en el CERA está marcada por una altísima abstención, que en esta ocasión ha rondado el 98%. De las más de 446.000 personas inscritas como 'residentes ausentes' apenas 19.700 completaron los trámites para rogar el voto. Y de ellas, únicamente 10.777 remitieron su sufragio en tiempo y forma. Han sido algo más de 4.000 en A Coruña, unas 1.200 en Lugo, algo menos de 2.000 en Ourense y 3.500 en Pontevedra.

Estas bajísimas cifras de participación contrastan con las registradas hasta la aplicación de los nuevos controles. Así, por ejemplo, en las últimas elecciones gallegas sin voto rogado, las de 2009 -cuando figuraban en el CERA unas 335.000 personas-, habían llegado a Galicia un total de 101.708 votos y la tasa de participación había superado el 30%, llegando al 35,2% en Lugo. Esto es, unos 30 puntos más que en la actualidad.

El sistema anterior implicaba que todas las personas inscritas en el CERA recibían la documentación electoral en casa sin pedirla previamente y podían remitirla sin necesidad de que nadie comprobase su identidad y los votos se incorporaban al resultado electoral del interior sin controles que permitieran acreditar, por ejemplo, si el elector de que se tratara era una persona viva o, por el contrario, ya había fallecido y alguien había votado en su nombre. No obstante, estos controles han implicado también notables obstáculos para votar a las personas que residen temporalmente en el exterior, a pesar de ser su situación obviamente distinta y estar inscritas en un censo diferente.