El alero norteamericano del Breogán de Lugo, Ben McLemore, ha sido acusado por un juzgado de Oregón de violación y otros tres delitos sexuales. Tras declarar ante la jueza desde la cárcel, McLemore ha quedado en libertad después de pagar una fianza de 50.000 dólares, tal y como publica El Progreso, citando medios estadounidenses. El jugador podría volver a España y reincorporarse a la disciplina del club, que de momento guarda silencio sobre lo sucedido.
McLemore tenía permiso del Breogán para un viaje relámpago a Estados Unidos -de martes a jueves- para resolver una “cuestión judicial personal”. Sin embargo, una vez allí, fue trasladado a la prisión del condado, desde donde prestó declaración por videoconferencia.
Los hechos sucedieron en 2022, la última temporada de McLemore en la NBA, durante una fiesta en casa de un compañero de equipo, en Portland. Según su versión, mantuvo relaciones “consentidas” con una de las invitadas.
McLemore -número 7 en el draft por Sacramento- llegó a los Trail Blazers tras pasar por Memphis, Houston y Los Angeles Lakers. Pese a jugar 64 partidos en la franquicia de Oregón, meses después de aquel suceso abandona Estados Unidos para jugar primero en China y, después, en Europa. En diciembre se incorporó a la disciplina lucense, tras abandonar el AEK de Atenas.
Aunque su papel en la cancha es clave para un equipo que se juega la permanencia en la ACB, fuera de ella ha mostrado ya su carácter problemático. En la madrugada del viernes 8 de marzo protagonizó un enfrentamiento con la policía local de Lugo, con la que se puso “agresivo” después de negarse a hacer la prueba de alcoholemia. Eran las cinco de la mañana y McLemore, en estado ebrio, se puso al volante de su coche pese a que los agentes le advirtieron de que no lo hiciese.
Apenas unas horas después, el jugador pedía perdón a través de las redes sociales. Admitía haber cometido un “error” del que no se sentía “orgulloso”, antes de mostrar su compromiso con el Breogán: “Mi deseo es seguir ayudando a mis compañeros y al club”.