La mortalidad por infarto en Lugo duplica la media estatal
Los infartos y su incidencia en la mortalidad llevan siendo una constante en el debate político de la provincia de Lugo desde hace varios años. La promesa de instalación en el Hospital Lucus Augusti de una unidad de Hemodinámica –especializada en atender este tipo de dolencias–, formulada por el presidente de la Xunta hace ya cuatro años, y su posterior apertura desde comienzos de 2014 solo en horas de oficina –de 8 de la mañana a 3 de la tarde, de lunes a viernes– es uno de los múltiples motivos de indignación en la ciudad y en la provincia lucense respecto a la atención sanitaria. Mientras la Consellería de Sanidad insiste en negarse a que este servicio abra las 24 horas del día, los últimos datos de mortalidad espolean aun más la movilización ciudadana. Atendiendo a las cifras del INE, la tasa de mortalidad por infarto agudo de miocardio en Lugo más que duplica la media estatal.
Según los datos más recientes, correspondientes al 2013 y publicados hace pocos días, en ese año, el último sin hemodinámica en Lugo, murieron en el conjunto de Galicia un total de 1.283 personas por infarto agudo de miocardio, casi la mitad (525) en la provincia de A Coruña, algo más de 300 en Pontevedra, 263 en Lugo y 184 en Ourense. Esta distribución viene siendo una tendencia estable en los últimos años; alrededor del 40% de las muertes por infarto corresponden a A Coruña, en torno al 20% a Lugo, un 15% en Ourense y el resto, a Pontevedra, con escasas variaciones año a año. No obstante, tanto la estabilidad en la evolución como el reparto varía si el indicador al que se atiende es la tasa de mortalidad, esto es, el número de personas que mueren por infarto por cada 100.000 habitantes.
A partir de la información del INE es posible conocer que en ese 2013 la tasa de mortalidad por infarto en Lugo fue de 76,01 muertes por infarto por cada 100.000 habitantes. Se trata de una cifra abultada en sí misma, que lo es más al ser comparada con las cifras del resto de provincias gallegas, pero aun mucho más si la referencia es la media estatal. Concretamente, la tasa lucense duplica sobradamente la española, que se quedó en 35,5, y supera en casi treinta puntos la gallega, de 46,39. Además de ello, la mortalidad de la población lucense por infarto también está muy por encima de la provincia gallega más semejante en términos de población, la de Ourense, que presenta 56 casos por cada 100.000 habitantes.
La tasa de Lugo destaca entre las demás por su magnitud de 2013 pero también por su evolución a lo largo de los últimos años, en los que el número de muertes por infarto ha mermado en todos los demás ámbitos. En el último año completo en el que el Lucus Augusti no funcionó, en 2010, la tasa de fallecimientos por esta causa en Lugo era de 61,96 por cada 100.000 habitantes. En el tercer año del HULA, el 2013, la tasa había aumentado casi un 23%, hasta los mencionados 76,01. Mientras, en la otra provincia del interior, Ourense, se pasó de 65,33 casos en 2010 a 56,32 en 2013, una reducción superior al 13%. En las provincias atlánticas el panorama fue de estabilidad, aunque con una ligera tendencia a la baja: en A Coruña se pasó de 49,37 a 46,12 casos y en Pontevedra, de 32,62 a 32,56.
Advertencia desde el propio hospital
Estos datos le vienen a poner base numérica no solo a las reclamaciones de la plataforma que viene exigiendo la instalación de los servicios pendientes en el HULA, sino también a las advertencias lanzadas desde el propio hospital y, más concretamente, por su Servicio de Cardiología. En esta línea, el jefe de este servicio, el doctor Carlos González Juanatey, aprovechó una conferencia en la Diputación lucense a finales de enero para evidenciar que la apertura de la unidad de Hemodinámica durante las 24 horas tendría un “impacto indudable” en las tasas de mortalidad, toda vez que en la actualidad solo un tercio de las personas que sufren un infarto en Lugo pueden ser atendidas a tiempo y en esta dolencia “lo que hay que hacer es correr” tras la aparición de los primeros síntomas, destacaba.
La información del IGE llega, además, poco después de que la plataforma vecinal recurriera al Valedor do Pobo (Defensor del Pueblo gallego) para intentar obtener datos detallados de mortalidad por infarto en la provincia, toda vez que el SERGAS se los niega sistemáticamente. “Queremos saber cuántas personas han muerto, cuantas han sido desplazadas o cuántas han fallecido en el desplazamiento”, señalaba el pasado febrero en declaraciones a este diario el coordinador de la plataforma, José Manuel Carballo.
Con estos datos en la mano, la petición de explicaciones hacia la Xunta va a continuar y se va a extender también al Gobierno de España. En este caso lo hará a través de la diputada del PSOE Margarita Pérez Herraiz. Por medio de una pregunta ya registrada en el Congreso de los Diputados, la parlamentaria socialista insta al Gobierno central a aclarar si “cree que hay alguna posible justificación” para que, a pesar de la evidencia de sufrir una mayor mortalidad, “en la provincia de Lugo no haya un servicio de hemodinámica las 24 horas del día”.
