Juan Carlos Pérez Olmedo es médico y regatista. Tiene una embarcación a la que bautizó como No a Celulosas y con la que el pasado año participó en varias competiciones en el sur de Galicia, llegando a ganar un par de ellas. El mes pasado se inscribió para participar en la Regata Interclubes Ría de Pontevedra - Premio Diputación de Pontevedra, a la que se presentaba como uno de los grandes favoritos. La prueba, organizada conjuntamente por los seis clubs de la ría de Pontevedra, es financiada por la Diputación Provincial. Además de ser ese el nombre oficial del barco, sus velas lucen la misma denominación, una marca registrada por el propio Pérez Olmedo, a manera de publicidad: un derecho por el que el regatista tuvo que pagarle 600 euros anuales a la Federación Gallega de Vela.
Ya en enero Pérez Olmedo recibió una comunicación del Comité organizador de la prueba, que gestiona la empresa Desmarque, que le indicaba que no podría participar con una embarcación denominada No a Celulosas, basándose en un punto de las bases, en el que se indica que se podrá “rechazar cualquier inscripción de un barco cuyo nombre o publicidad vaya en contra de los intereses propios de la organización y el buen nombre de esta regata según su propio entender, no admitiéndose reclamaciones al respecto”.
El regatista inscribió su embarcación como Ozoaqua, manteniendo el mensaje en las velas, y pudo comenzar la regata el pasado 24 de enero. En las dos primeras pruebas, en Combarro y Aguete, fue segundo y primero y se situó como líder de la clasificación general. En ese momento recibió una nueva comunicación del Comité de Disciplina de la Federación Gallega de Vela, que lo informó de su descalificación, en una resolución firmada el pasado 3 de febrero. El motivo aludido por el Comité fue que el lema No a Celulosas tiene en la ría de Pontevedra “una clara adscripción a una opción política, no compartida de manera unánime” y que la publicidad política no está permitida en las competiciones. La Federación, además, acusa a Pérez Olmedo de un “mal comportamiento como deportista”, ya que en enero fue advertido de que el lema estaba prohibido y que “a pesar de eso engañó al comité cambiando el nombre, pero manteniendo la publicidad política de manera ostensible en la vela mayor”.
Juan Carlos Pérez Olmedo se muestra indignado con la decisión y anuncia que la recurrirá. Asegura no pertenecer a ninguna asociación o partido y que defiende la marcha de ENCE del interior de la ría de Pontevedra por “convicción”, en un acto que no considera político. Al menos, no más político que apoyar la continuidad de la empresa. Acusa al Comité de Disciplina de la Federación Gallega de Vela de ser “estómagos agradecidos”, que se “han puesto a las órdenes de no sé quien para que seamos retirados de la regata y se impida como sea que nuestra embarcación pueda recoger el trofeo Diputación de manos del presidente, vicepresidente, o de quien sea delegado para representar a la Diputación”.
El regatista recuerda que paga todos los años por poder llevar ese mensaje en su embarcación: es “el único barco de los 43 participantes que le pagó por este motivo a la Federación”, dice; y está convencido de que la Diputación -patrocinadora de la competición- y el propio PP están detrás de la decisión: “Claro está que el PP está a favor de la continuidad de ENCE en la Ría de Pontevedra. El PP permite que en un trofeo que lleva el nombre del organismo que controlan y dirigen se cometan irregularidades, falsedades y mentiras para descalificar a una embarcación que deportivamente venció en el agua”. En las últimas semanas representantes de la Diputación han negado, a través de los medios de comunicación, tener nada que ver con la decisión adoptada en aquel momento por la organización de la prueba.
“Dicen que es un mensaje político. No a celulosas no tiene ideología. Es un mensaje de gente con sentido común para gente con sentido común”, añade. Hace falta destacar que ENCE es un patrocinador habitual de varios clubs y competiciones deportivas de Pontevedra y su provincia, desde el fútbol al balonmano, pasando incluso por regatas de vela. En esos casos ese mensaje no fue considerado política. “Seguiremos defendiendo nuestra libertad, nuestros intereses y los de la Ría de Pontevedra”, concluye.