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La oposición recibe a Rueda como “presidente accidental” y da por iniciada “la cuenta atrás para el cambio”

Hemiciclo del Parlamento de Galicia, en una imagen de archivo.

Gonzalo Cortizo / Beatriz Muñoz

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La portavoz del BNG, Ana Pontón, cree que el nombramiento de Alfonso Rueda para sustituir a Alberto Núñez Feijóo marca el inicio del fin para los gobierno del Partido Popular en la Xunta de Galicia. “Es usted un presidente accidental que no convoca elecciones porque sabe que las perdería”, le ha dicho la dirigente nacionalista al que, en cuestión de horas, se hará con la silla que Feijóo ha dejado libre tras su asalto al poder del Partido Popular en Madrid.

“El cambio gallego está en marcha. Comenzó la cuenta atrás para un cambio de Gobierno en la Xunta”, ha asegurado Pontón, interrumpida en varias ocasiones por el bullicio con el que la bancada del PP ha respondido a su intervención. En su discurso, Pontón también ha tenido palabras para Feijóo, a quien ha acusado de primar los intereses de su partido frente a los de Galicia: “Prefirió ocupar la sede de un partido condenado por corrupción que ocupar la sede del Gobierno de Galicia”.

Toda la intervención de la portavoz nacionalista ha sido más la presentación de su propio programa de Gobierno que la crítica al que lleva bajo el brazo quien se presenta al cargo vacante en la jefatura del ejecutivo gallego. A través de un detallado plan de diez puntos, el BNG ha puesto sobre la mesa un programa de Gobierno para una Galicia en la que prevén cambio de Gobierno. Dicho en otras palabras, Ana Pontón se ha colado como candidata en la investidura de Alfonso Rueda.

La líder del BNG le recordó también a Rueda partes de su “currículo”, como su participación en una manifestación en 2009 convocada por Galicia Bilingüe, una organización contraria a la enseñanza de la lengua gallega en la escuela pública, algo que calificó de “ataque y desprecio a la lengua del país”. También hizo referencia a su implicación en la campaña de las elecciones autonómicas de ese mismo año, “la más sucia que se recuerda, convertido en un avanzado de las 'fakenews', abanderado de la política del 'todo vale' con tal de hacerse con el poder”.

El portavoz del PSdeG en la Cámara gallega, Luis Álvarez, que también se mostró convencido de que el ciclo del PP en la Xunta está llegando a su fin y los gallegos darán “carpetazo” a Rueda en las próximas autonómicas, previstas para 2024, ha centrado su discurso en criticar el continuismo del plan presentado por el que será el sexto presidente gallego, a quien atribuye “fatiga” y cuyas ganas de gobernar ha cuestionado: “Es un spin-off muy deslavazado, un secuela de una película de por sí mediocre”. Sus planteamientos, dijo, son “repetitivos” y suenan a un tiempo político “agotado que ya dio de sí todo lo que podía dar”, sin “ideas frescas” ni “altura de miras”.

El portavoz puso en duda la preparación de Rueda para asumir la Presidencia de la Xunta y lo acusó de “vivir mejor poniéndoles deberes a los demás” pero no haciéndolos él mismo. “Denota que estaba mucho más cómodo en el papel de eterno número dos”, añadió el portavoz socialista, que lanzó la mayor parte de las críticas a las políticas sociales y de sanidad. Afeó el “discurso triunfalista y tergiversado” del PP en este ámbito, pese a que Galicia está en la parte baja entre las comunidades en gasto sanitario por habitante y las esperas prolongadas para una cita en atención primaria son “el pan de cada día”. Recordó la pérdida de población, la emigración de 200.000 jóvenes desde 2009 y, en terreno económico, el declive industrial. Y recalcó que Rueda reservó apenas 10 segundos de su discurso de investidura a la igualdad, con una visión del feminismo que calificó de “hueca” y referencias a “una idea muy determinada de familia”.

Álvarez esbozó una “alternativa para liderar el Gobierno” de un PSdeG que todavía no sabe quién será su candidato a la Presidencia de la Xunta. Su propuesta se compone de una decena de puntos con desigual concreción centrados en el aprovechamiento de los recursos propios y el apoyo a proyectos industriales ya implantados, como el de Stellantis en Vigo, y a otros anunciados pero pendientes de confirmación y de análisis detallado, como la planta de fibras textiles de la portuguesa Altri, respaldada por la Xunta.

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