Galicia anuncia la intervención de todas las camas de las clínicas privadas

Tras semanas de dudas y sin apenas actuar en la sanidad privada, el gobierno de la Xunta se ha decidido a tomar el control de todas las camas de los centros no públicos en los próximos días. Así lo ha anunciado este martes Alberto Núñez Feijóo: “En la fase 3 todas las camas de los hospitales privados serán activadas. En la fase 4, entramos con hospitales de campaña”. Galicia se encuentra en estos momentos en fase 2.

Feijóo ha comparecidoante los medios por vía telemática sin ocultar su preocupación sobre el colapso que espera para los centros gallegos en los próximos días. Con más del 50% de las unidades de UCI ocupadas, la Xunta espera quedarse sin camas de cuidados intensivos a finales de semana. La sanidad privada dispone de 44 plazas en UCI que podrían sumarse a las 274 que posee todo el sistema público gallego. La decisión depende de los gestores de las áreas sanitarias gallegas. 

Según el relato del presidente gallego, si se considera que las clínicas privadas deben quedarse disponibles para atender traslados por patologías no vinculadas con el COVID-19, la orden será que no atiendan a víctimas de la pandemia. Por el momento, la transferencia de enfermos ha sido mínima pero en los próximos días, el Gobierno gallego espera ejercer ya un control total sobre la sanidad privada que hace negocio en Galicia con las 2.285 camas que explota en esta comunidad autónoma. 

La decisión de la Xunta aclara el territorio de duda instalado tras el decreto del estado de alarma en el que se dejaba claro que todos los medios sanitarios pasaban a formar parte del catálogo de servicios de la sanidad pública pero sin que nadie se hubiera atrevido a activar esas camas ni hablar de intervención. Galicia ya lo hecho.  

Mientras esto ocurre, las ciudades de A Coruña y Santiago se afanan en la construcción urgente de dos hospitales de campaña que deberían empezar a funcionar la próxima semana. Se instalarán en un recinto ferial, en el caso de A Coruña, y en una cancha de baloncesto, en el caso de Santiago. 

El Gobierno gallego ha reconocido que no dispone de personal extra para atender esos dos nuevos hospitales de campaña y que dejará su gestión en manos de los facultativos que ya trabajan en los hospitales de referencia de Santiago y A Coruña. Los médicos tendrán que dividirse para atender a los nuevos pacientes que se espera recibir en lugares como el campo en el que habitualmente juega sus partidos el Obradoiro de baloncesto.