Cuando llegue la era de los 'bots', ¿podrá hacerse todo desde WhatsApp?
Por muy grande que sea la memoria de un ‘smartphone’, siempre se queda pequeña. Aplicación tras aplicación, vamos cubriendo la pantalla con una cortina de iconos que crece con cada nueva necesidad: pedir comida, solicitar un taxi, saber qué línea de metro coger, escuchar música, hablar con tus amigos...
No obstante, las cosas están cambiando. Si la misma línea telefónica permite llamar a una empresa de transporte, a tu madre y a un restaurante, ¿por qué no podría un usuario de Telegram o Facebook Messenger (o incluso de WhatsApp, si algún día decide sumarse a la tendencia) comunicarse con distintos servicios a través de la aplicación?
Para muchos, ese es el futuro: aplicaciones de mensajería a las que pedir deseos como a lámparas maravillosas (pero sin frotar) para que los satisfagan usando herramientas de terceros. Solo que, en el mundo tecnológico, los genios son sustituidos por ‘bots’, programas que sirven de nexo entre el chat y la plataforma de la empresa en cuestión.
“Son una liberación para usuarios y desarrolladores”, señala a HojaDeRouter.com Ben Brown, CEO de la desarrolladora XOXCO y un visionario de lo que él denomina la “nueva era de los ‘bots’”. Estos soldados programables “aparecen cuando se les necesita, desaparecen cuando han terminado y no requieren instalación ni actualizaciones”, argumenta.
Además, con su presencia, los chats dejan de ser meras interfaces de comunicación entre personas para transformarse en plataformas tecnológicas que desbancan (de momento, parcialmente) a los sistemas operativos como soportes y gestores de aplicaciones. “El mundo va a ser reescrito en base a los ‘bots’ y las interfaces de usuario”, aseguraba hace poco Phil Libin, fundador de Evernote, en una entrevista.
De pedir comida a organizar reuniones
En el caso de Brown, todo comenzó gracias a su pasión por los tacos. En 2013, el desarrollador sumó una funcionalidad al programa que ya se ejecutaba en el chat grupal de la compañía. Le añadió una base de datos con los mejores restaurantes que servían el plato mejicano, de manera que cuando el ‘software’ recibía cierto mensaje (‘lunch’), devolvía solo una de las opciones, ahorrando tiempo y discusiones al equipo. Le bautizó como Lunchbot.
Hoy, la estrella de XOXCO se llama Howdy, lo que el estadounidense describe como un “’coworker’ digital”. El ‘bot’ convive con los integrantes de los equipos humanos en Slack, la famosa plataforma de comunicación para empresas que permite, entre otras muchas cosas, programar reuniones o compartir documentos.
“Envía y recibe mensajes como una persona y se puede hablar con él usando el lenguaje natural”, indica Brown. Además, los empleados pueden entrenar a Howdy para que realice diferentes tareas.
Si alguien le dice “@howdy, programa una reunión con el equipo de #Austin”, el programa abrirá conversaciones privadas con cada uno de los empleados de ese grupo y recopilará información sobre su trabajo. Por último, la reunirá en un solo documento que entregará al solicitante. Esto es solo un ejemplo, pero es capaz de mucho más: “Desde recoger los pedidos de comida hasta medir la satisfacción laboral o fijar los objetivos de la compañía”, explica Brown.
Otro de los muchos habitantes de Slack es Assist, un ‘bot’ que sirve de intermediario entre el chat de la plataforma corporativa y unas 25 empresas (hasta la fecha). Contacta directamente con Florist One para enviar flores, con Uber y Citymapper para consultas relacionadas con transporte, permite concertar una cita en la peluquería, pedir comida a domicilio, reservar en un restaurante y comprar entradas para un partido. Es posible hacer planes para todo un día sin cambiar de aplicación.
“Integramos las API [interfaces de programación de aplicaciones] de los servicios locales, de manera que puedes interactuar con ellos en las conversaciones de las plataformas de mensajería”, nos explica Shane Mac, cofundador y CEO de Assist. Ahí está la clave del funcionamiento de los ‘bots’: las API, una especie de ventanas que las aplicaciones abren al exterior para comunicarse entre ellas y por las que estos robots introducen sus tentáculos para coger lo que necesitan.
Primero, el ‘software’ reconoce ciertas palabras como órdenes que vincula con alguna de las posibilidades que ofrece. No obstante, Mac admite que aún están desarrollando la parte de ‘machine learning’ para que Assist entienda todos los términos. De momento, “se basa principalmente en comandos concretos”. Te envía una lista de opciones y tú eliges la que quieres por el número que ocupa.
Los usuarios también pueden comunicarse con este mayordomo virtual por mensaje de texto o a través de Telegram y Facebook Messenger. De hecho, es uno de los primeros que se integran con el chat de la mayor red social, aunque los de Mark Zuckerberg ya habían incluido entre sus funcionalidades la opción de pedir un taxi a través de Uber (sin abrir la aplicación de Uber) y dejado otro buen número de servicios en manos de Facebook M, un asistente virtual todavía en desarrollo.
También corre el rumor de que han lanzado un ‘Kit de Desarrollo Software’ (o SDK por sus siglas en inglés) para que los desarrolladores puedan crear ‘bots’ que, presumiblemente, se ejecuten en la ‘app’ de Facebook Messenger.
Y como Google tampoco quiere quedarse atrás, se ha puesto las pilas: según recogía ‘The Wall Street Journal’ en diciembre, fuentes cercanas a la empresa han confirmado que el gigante de Mountain View está trabajando en una nueva plataforma de mensajería para integrar ‘chatbots’ y otras aplicaciones de inteligencia artificial.
Un ecosistema dentro de WeChat
En Asia van un paso por delante. La aplicación china WeChat y la japonesa Line hace tiempo que incluyen ‘bots’ para prestar ciertos servicios a los usuarios.
En la primera viven millones de lo que podríamos llamar miniaplicaciones –denominadas ‘cuentas oficiales’− que la convierten casi en un buscador o incluso en una especie de sistema operativo. Pertenecen a tiendas, marcas de ropa, de automóviles, ‘startups’ y negocios de todo tipo, e interactúan con las API de la plataforma para efectuar pagos, acceder a localizaciones, a mensajes de voz o identificar a los clientes.
Para Brown, los chats constituyen el entorno ideal para interactuar con los ‘bots’ por dos razones. Por una parte, “es el sitio donde las personas hablan, y muchas veces lo hacen en grupo, por lo que pueden utilizarse de esta manera”. Por otra, los programas “se muestran como usuarios convencionales, lo que les hace parecer inteligentes”.
El desarrollador vaticina una ola de lanzamientos de 'bots' por parte de empresas de todo tipo. Quizá para facilitarles la tarea, en XOXCO han lanzado un ‘Botkit’ que les permite desarrollar sus propios asistentes virtuales en Slack, basándose en sus necesidades y eligiendo las palabras clave a las que van a responder.
“En los próximos meses funcionará también en otras plataformas de mensajería”, anuncia Brown. “Pueden construir todo lo que quieran. Ya hay gente creando ‘bots’ de compras, que miden la productividad o que analizan los sentimientos”. Es una manera, dice, de que los usuarios vean cómo funcionan las tripas de la inteligencia artificial detrás de estos sistemas, que tradicionalmente “están ocultas en una caja negra”.
Por su parte, Mac defiende que las aplicaciones son muy útiles, pero caras y difíciles de mantener. Muchas empresas “no tienen los recursos suficientes para desarrollar una”. Los ‘bots’ representan una oportunidad para que consumidores y negocios puedan beneficiarse “sin necesidad de que unos tengan que descargarse una ‘app’ ni los otros que hacer una”.
El cofundador de Assist está convencido de que en el futuro todas las empresas tendrán uno o varios ‘bots’, aunque todavía no lo sepan. Es la evolución lógica: “La adaptación a la Web fue dura, la llegada de las aplicaciones también; en este nuevo ecosistema todo el mundo puede al fin obtener exactamente lo que quiere”, dice Mac. Si Facebook ya se ha puesto manos a la obra, ¿será una API de WhatsApp el paso definitivo para hacer realidad el universo ‘bot’?
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