La discoteca Amnesia de Ibiza, en el punto de mira por alterar la vida de los vecinos
El Ajuntament de Sant Antoni de Portmany (Eivissa) tramita cuatro expedientes sancionadores a la discoteca Amnesia, tres por incumplimiento de horarios y uno por exceso de ruido, según explicó la concejala de Gobernación y Medio Ambiente, Neus Mateu, después de una moción de control de la concejala de Unides Podem, Angie Roselló. ElDiario.es ha preguntado al Consistorio a cuánto ascienden las posibles multas a la discoteca, pero no ha recibido respuesta todavía.
En dicha moción, Roselló explicó que una treintena de vecinos del municipio habían presentado una denuncia en el Ajuntament por un supuesto incumplimiento de la ley de contaminación acústica y lumínica. La concejala de la formación morada aseguraba que la primera denuncia había llegado durante el mes de mayo y se preguntaba si el Consistorio (gobernado por un tripartito de PP, Ciudadanos y el PI –Proposta per les Illes–) había mandado ya una inspección al local para que los técnicos municipales procedieran a realizar las inspecciones técnicas y sonometrías que pudieran determinar si la discoteca cumplía o no con la ordenanza municipal reguladora del ruido y las vibraciones.
“Consideramos que si el Ajuntament tarda tanto (en realizar las inspecciones), el establecimiento pensará que tiene impunidad para seguir haciendo lo que quiere, sin consecuencias, algo que envía un penoso mensaje al resto de establecimientos similares del municipio”, cuestionó la edil. En la misma moción, Roselló interrogó al Consistorio sobre si había hablado con representantes de Amnesia, si se habían iniciado procedimientos de sanción y por qué cantidades económicas, cómo estaba actuando la Policía Local cuando recibía las llamadas de los vecinos quejándose de la situación, si se estaban respetando los horarios de apertura y cierre y si se habían producido situaciones similares en otros locales.
El Ajuntament “niega” un trato de favor a Amnesia
La regidora de Gobernación y Medio Ambiente negó que la discoteca estuviera recibiendo un trato de favor y aclaró que tanto la Policía Local como la inspección técnica municipal habían realizado varias inspecciones en Amnesia. “Evidentemente se acude, como en cualquier otra demanda de nuestros ciudadanos, porque hay patrullas (policiales) y disponibilidad técnica y humana”, afirmó Mateu, indicando que se habían iniciado los procedimientos sancionadores, tres abiertos por incumplimiento de horarios y otro por no respetar la normativa que regula el ruido que los establecimientos de ocio pueden emitir. La concejala añadió que se habían precintado cinco locales por las mismas circunstancias, sin especificar cuáles.
La concejala popular manifestó que hubo contactos con Amnesia para coordinar junto a la Policía Local, la Guardia Civil y la vigilancia y seguridad privada de la empresa los dispositivos de su fiesta de apertura (el 29 de abril se celebró la prefiesta ‘Piramyd’ y el 21 de mayo la apertura, con Nina Kraviz entre las DJ estrella). “También tenemos contactos cuando les pedimos colaboración, por ejemplo, para la limpieza y la seguridad de la zona del aparcamiento cuando reciben alguna llamada por botellones o suciedad. Les hacemos saber que se tienen que hacer cargo ellos”, puntualizó Mateu.
Amnesia: “Estamos al corriente de las quejas”
Los ruidos que llegan a las viviendas colindantes procedentes de los locales (en este caso, el ruido que reciben las casas de Sant Rafel desde Amnesia) no pueden superar los 40 decibelios en horario diurno y 30 decibelios en horario nocturno, según queda establecido en la ordenanza municipal. Se diferencian tres franjas horarias: la diurna (de 8:00 a 20:00 horas); la vespertina (de las 20:00 a las 23:00 horas) y la nocturna (de las 23:00 a las 8:00 horas). Se contemplan multas de hasta 750 euros para las infracciones leves, 1.500 euros para las graves y hasta 3.000 euros para las muy graves.
Una vez iniciado el procedimiento sancionador, el Consistorio puede adoptar medidas provisionales, entre las que se incluyen el precintado de aparatos y equipos; la clausura temporal, parcial o total de las instalaciones; la suspensión temporal de la autorización ambiental integrada, del proyecto sometido a evaluación de impacto ambiental, de la licencia de actividades u otras, así como “medidas de corrección, seguridad o control” que impidan la continuidad del “riesgo o daño”.
La dirección de Amnesia aseguró, en declaraciones a Diario de Ibiza, que estaban “al corriente de las quejas” y trabajando en un cambio en el sistema de sonido de la terraza por uno superior, analógico y orgánico, para que la experiencia de la gente fuera “de alto nivel”. “Es un problema que está encima de la mesa y tenemos a gente midiendo la contaminación acústica en el exterior desde hace tiempo”, explicaron al citado periódico. La discoteca no ha respondido, hasta estos momentos, a la pregunta enviada por esta redacción el 16 de septiembre por correo electrónico, para conocer si la empresa había subsanado las irregularidades tramitadas en el Ajuntament de Sant Antoni.
La oposición critica el “descontrol y exceso de ruido”
El otro grupo de la oposición, PSOE-Reinicia, criticó recientemente la “permisividad” que afirman hay en el municipio, señalando al alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra, en relación al “descontrol y el exceso de ruido” que dicen que generan algunos establecimientos. “Están haciendo (los establecimientos) imposible la vida de los vecinos en numerosas zonas”, recogió el grupo municipal en un comunicado de prensa.
Además de Amnesia, el PSOE-Reinicia incluye a los establecimientos Ibiza Rocks y Ocean Beach entre los que incumplirían con la normativa del ruido. “Un verano más la contaminación acústica y lumínica ha provocado que centenares de familias del municipio no cuenten con el derecho fundamental del descanso”, lamentaron. El concejal socialista Antonio Lorenzo tuiteó el 16 de septiembre que vecinos habían recogido firmas también contra OKU Hotel por los mismos motivos.
Una zona de Sant Antoni que ha causado históricamente mucho malestar entre los vecinos del barrio es el West End (dentro del cual no se sitúan los establecimientos mencionados anteriormente), en el casco histórico. Son unas calles llenas de bares y salas de ocio frecuentadas, durante los meses de temporada alta, mayoritariamente por el turismo de borrachera y los excesos de todo tipo. El Govern incluyó esta zona en su Decreto–ley 1/2020, de 17 de enero, contra el turismo de excesos para la mejora de la calidad en zonas turísticas, junto a zonas concretas de Platja de Palma, s’Arenal y Magaluf, en Mallorca. Pese al decreto ley y los intentos de las administraciones por reposicionar el turismo de la zona, esta temporada se han vuelto a repetir las imágenes de cada verano.
Entre otras prácticas, la ley prohíbe la práctica del balconing (saltos entre balcones de hoteles o del balcón a la piscina), las excursiones etílicas, la barra libre de alcohol, las happy hours y la cosificación e hipersexualización a las personas, especialmente a las mujeres, “con la finalidad de inducir al consumo de alcohol o a la entrada a un establecimiento”, entre otras cuestiones. También se suspende la concesión de nuevas licencias de party boats, según informó el Govern en una nota de prensa.
Las faltas leves se sancionan con multas de entre 1.000 y 6.000 euros; las graves, con sanciones de entre 6.001 y 60.000 euros; y las muy graves comprenden multas de entre 60.001 y 600.000 euros y adicionalmente pueden llevar aparejado el cierre del establecimiento por un periodo máximo de tres años.
“El turismo de excesos no es bienvenido”
El presidente del Consell de Eivissa, Vicent Marí, pidió al Govern, cinco días después de la aprobación de la nueva ley, medios que “garanticen” su cumplimiento. Marí reconoció que la institución que preside “deberá responsabilizarse del cumplimiento de la norma”, aunque siempre con la colaboración de la administración autonómica, ya que, según indicó, el Consell Insular debe velar por el cumplimiento de la Ley Turística, pero su departamento está congestionado. En este sentido, las discrepancias entre Marí (PP) y Iago Negueruela (PSOE), conseller de Trabajo, Comercio e Industria, en lo que se refiere a las cuestiones turísticas y competenciales han sido una constante durante toda la legislatura.
En una visita a Eivissa el 13 de mayo de este año, Francina Armengol, presidenta del Govern, reiteró que “el turismo de excesos no es bienvenido en Balears”. Durante esos días, en la isla se presentó una campaña contra este tipo de turismo, en la que se aseguraba que el sector hotelero y mercados emisores como el de Reino Unido coincidían con la postura del Ejecutivo autonómico. “No es el modelo que queremos ni que deseamos o que se merece la ciudadanía”, recalcó.
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