Los salarios de temporada no son suficientes para afrontar el nivel de vida en Balears
Con la llegada de la primavera ya se adivina la temporada y, como cada año en Balears, todo despierta del letargo invernal. Y es precisamente en estas fechas cuando personas del resto del Estado y de fuera de él se “lanzan” a la búsqueda de un trabajo de temporada. Las empresas buscan personal para completar sus plantillas, objetivo más difícil cada año. Según los sindicatos, este también lo será, “incluso se intensifica mucho más porque el problema del precio de la vivienda, al contrario de haberse resuelto, es aún más sangrante”.
Los trabajadores no residentes que acuden tradicionalmente a las Islas para hacer la temporada no ven ningún aliciente en volver, ya que los gastos básicos de vivienda y manutención son tan altos que los sueldos que se ofrecen, a pesar de ser superiores al resto de la península, no son suficientes. Las personas residentes, obligadas a abrocharse el cinturón durante todo el año, se encuentran en la misma situación porque en muchos sectores en estos momentos se están ofreciendo sueldos según convenio, lo que hace que las cuentas tampoco salgan, ya que un porcentaje muy alto de ellos se van en pagar una vivienda, datos que se incrementan cada año. En concreto, según datos del estudio 'Relación de salarios y vivienda en alquiler en 2021', realizado por el portal inmobiliario Fotocasa y la web de empleo Infojobs, el balear medio tuvo que dedicar el 49% de su sueldo bruto al pago del alquiler de su vivienda en 2021, frente al 44% que dedicó en 2020, y desde entonces los precios han ido en aumento.
Así lo pone de manifiesto la portavoz del sindicato CCOO en Eivissa, Consuelo López, en conversación telefónica con elDiario.es en la que ha asegurado que “este año no se van a poder completar plantillas porque no hay vivienda a precios asequibles”. Una de las consecuencias de este problema, que cada vez compromete más la calidad de los servicios en temporada, es que cada año se están incrementando las solicitudes de excedencias por parte de los trabajadores “temporeros” que tradicionalmente completaban las plantillas del sector de la hostelería en las Islas y que en muchos casos se habían convertido en residentes en Balears.
“Hay mucha gente de lo que antes eran los temporeros que no van a venir. Desde hace un mes o dos estamos recibiendo solicitudes para pedir excedencias”, comenta López. Es un problema que se ha agudizado con la COVID-19, pero que parece que viene de lejos: “Con la pandemia, como la vida está cara, decidieron buscar trabajo en sus lugares de origen, que les sale más económico que Eivissa porque, además, la carestía de la cesta de la compra está desbocada, estamos pagando la doble insularidad muy bien. La consecuencia es la falta de trabajadores que ya pasaba en 2015. Desde esa época están aumentando las solicitudes de excedencia”, añade.
Con la pandemia, como la vida está cara, decidieron buscar trabajo en sus lugares de origen, que les sale más económico que Eivissa porque, además, la carestía de la cesta de la compra está desbocada, estamos pagando la doble insularidad muy bien
La consecuencia directa de las plantillas deficientes, según López, es la carga extra que eso supone para el personal que trabaja, en su mayoría residentes todo el año en Balears, ya que muchas personas vienen a trabajar y deciden regresar porque “no les salen las cuentas”. Si los que acceden a un puesto de trabajo lo hacen en plantillas tan deficientes y tienen que trabajar mucho más surge el problema de la explotación, porque no siempre es voluntario, se aprieta por parte del empresariado. “Hoy por hoy todo lo extra va en negro y al final de temporada, si te he visto no me acuerdo”, en referencia a que, al saltarse la legalidad, los empresarios pueden optar por pagar ese tiempo extra o no “y en muchísimos casos no lo hacen o pagan lo que quieren”, comenta López.
Desde la entidad sindical instan al empresariado a pactar estos términos con los representantes sindicales, porque “aunque, dadas las fechas, se tenga que hacer con extrema urgencia, hay mecanismos para hacerlo”. La representante sindical asegura que desde CCOO no están dispuestos a volver a repetir este tipo de situaciones y advierte de que estarán “muy atentos”. “Lo que no estamos dispuestos es a repetir lo que viene pasando, especialmente el año pasado. El año pasado ya hicimos denuncias fuertes y al que pillemos…”, asevera. López puntualiza que se pueden pactar muchos puntos de la contratación y sobre todo del trabajo extra por esta falta de personal. “Podemos pactar muchas cosas para que el empresario no tenga dificultades, pero si es una decisión unilateral del empresario, vamos a dar fuerte, todo lo que podamos, porque no se puede consentir. Si el trabajador tiene que hacer horas extras que el trabajador salga beneficiado”, sentencia.
José García, secretario de la Federación de Servicios, Movilidad y consumo de UGT Balears es de la misma opinión: “Los salarios no son suficientes para el nivel de vida de las Islas. A pesar de que el sector de la hostelería en Balears tenga los mejores salarios a nivel estatal, aún así no son suficientes para poder afrontar en ninguna isla de manera individual tener una vida digna”.
A pesar de que el sector de la hostelería en las Islas tenga los mejores salarios a nivel estatal, aún así no son suficientes para poder afrontar en ninguna isla de manera individual tener una vida digna
Si hablamos de sectores como el comercio parece ser que las cosas son mucho peores: “En 2019 se acordó en el convenio una subida del 2,5%, cuando todavía no había pandemia ni esta inflación y nosotros consideramos que estas cifras están desfasadas y pediremos una subida mayor en la Mesa de Comercio (que se ha reunido este jueves sin que hasta ahora hayan trascendido sus resultados) para que tengan en cuenta la realidad. Los convenios se han firmado por dos años por primera vez. Pedimos un 5% desde el 1 de abril de 2023 hasta el 30 de marzo de 2024 y pediremos un 3,5% para el siguiente año, lo que supondrá un aumento de los sueldos del 8,5% en dos años, con una cláusula de revisión por si la inflación siguiera disparada”. “Será difícil llegar a un acuerdo este año, con lo que se prevé que en el comercio la situación de falta de personal va a afectar este año mucho más que el año pasado”, añade García.
En cuanto a la hostelería, el representante de UGT se muestra muy satisfecho por la firma entre los sindicatos, los empresarios y la Conselleria de Treball del Govern balear del XVI Convenio de Hostelería balear: “Es el mejor del país y queremos que entre en vigor ya para el mes de abril”, añade. Las subidas salariales, explica García, son importantes: “Por ejemplo, una camarera de piso, un camarero o un cocinero va a ganar ahora por una jornada de 40 horas semanales 2.100 euros en bruto y va a tener dos días libres. El año pasado en esta categoría se ganaba 1.800 o 1.900 y el año que viene ganará un 3,5% más, en total en dos años los salarios subirán un 8,5%. Si el contrato es de 6 meses el salario limpio este año será de 1.800 euros”.
Desde UGT aseguran que el acuerdo no ha sido fácil porque con un IPC del 6% no se pueden acordar subidas salariales del 2 y 3%, “salvo que incluyan cláusulas que tengan en cuenta la inflación, se está perdiendo poder adquisitivo”. No obstante, García valora que los empresarios se sienten a negociar: “Aquí se sientan a hablar con los sindicatos, pero a nivel estatal ni se sientan. El Acuerdo Nacional de Negociación Colectiva lleva tiempo parado y la CEOE no ha suscrito ni siquiera el acuerdo de pensiones”. “Aquí necesitan personal sí o sí y no les queda más remedio que sentarse con nosotros. Aquí se pagan los mejores salarios de la península y a la patronal no le queda otro remedio, porque sino no se podría afrontar una temporada con garantías”, añade.
A pesar de estas medidas, UGT vaticina que este año la situación se va a acentuar respecto al año pasado: “Va a haber mas carga de trabajo y los ritmos van a ser más altos. Este año se va a superar el numero de turistas y el gasto por turista se va a incrementar de una manera importante”. Además, la llamada a los fijos discontinuos se ha adelantado: “Hay muchos que ya van a trabajar en marzo. En Semana Santa tendremos un 75 u 80% trabajando en el conjunto de Balears y serán trabajadores fijos discontinuos como consecuencia de la reforma laboral. Las afiliadas están muy contentas con esta medida del Ministerio de Trabajo y cuantos más meses trabajen más ingresos y cotizaciones tendrán. Lo bueno es que el contrato precario y la eventualidad han desaparecido, más del 90% serán fijos discontinuos. Lo negativo es la carga de trabajo, porque a pesar de que el trabajo diario no puede superar las 8 horas y el personal tiene que descansar 2 días, hay que llevar un control de jornada”.
En cuanto a las denuncias realizadas por UGT en 2022, el sindicalista afirma que algunas de ellas “fueron espectaculares”: “Este año lo vamos a volver a hacer. Vamos a estar vigilantes. Es el momento en que los trabajadores se pongan en su sitio. Tienen el convenio, tienen la legislación laboral, lo tienen todo para que exijan. Si una empresa no les da unas condiciones dignas pueden elegir e irse a otro sitio. Deseamos que haya un cambio de tendencia en los ritmos y cargas de trabajo, igual que hemos acordado en el caso de la contratación. Que los empresarios sean sensibles a que las personas, además de trabajar, tienen que tener una vida personal y familiar y que se la respeten”.
“La mayoría de los empresarios cumplen”
No están de acuerdo con estas afirmaciones de los sindicatos ni la patronal de hostelería de Ibiza y Formentera (FEHIF) ni la PIMEEF Restauración, que representa a las pequeñas y medianas empresas del sector. El gerente de la FEHIB, Manuel Sendino, ha explicado a este diario que desde su sector se cumple la normativa vigente: “No hacemos de profetas, ya veremos que pasa”. El representante hotelero ha explicado a elDiario.es que cada empresa tiene su comité y su representación sindical “y ellos son los que tienen que negociar los pactos en cada sitio”. “No sé si los comités son correas de trasmisión de la cúpula sindical, pero en nuestro caso, como patronal, no intervenimos”, afirma.
En cuanto a las declaraciones de CCOO y UGT sobre el abuso en el pago de las horas extra, Sendino se ha mostrado en desacuerdo y ha concretado que los trabajadores cobran “todo lo que tienen que cobrar” “He visto algunas nóminas muy abultadas procedentes seguramente de esas horas extras. De lo que no está en nómina no puedo opinar”; dice. Lo que sí aseguran desde la FEHIF es que para tratar de mitigar esta falta de personal para la temporada los empresarios de hoteles ibicencos van a tomar medidas: “Algunos alquilan apartamentos, otros dejarán habitaciones para empleados, en algunos casos se habilitarán espacios dentro de los hoteles o se prescindirá de ciertos servicios”, para tratar de amortiguar esta deficiencia en las plantillas.
Nos hemos puesto en contacto con los hoteleros de Mallorca, que no han contestado a nuestras preguntas.
Por otro lado, Verónica Juan, presidenta de la PIMEEF Restauración, asegura que las personas trabajadoras son muy importantes para los bares y restaurantes de las Pitiüses. “El personal es un activo en una empresa y es de interés del empresario establecer una relación larga y productiva con él. No hay que generalizar y hacer afirmaciones como estas”, en referencia a las declaraciones de los representantes sindicales sobre las jornadas y el pago de las horas extra.
Juan asegura que desde la entidad empresarial están satisfechos con el acuerdo al que se ha llegado con sindicatos y Govern: “Estamos contentos de, al fin, haber establecido un espacio donde tratar las distinciones entre el sector de la restauración y el hotelero y que trabajaremos todos juntos para crear los mejores acuerdos posibles”. Según su criterio, “el convenio tiene cosas muy positivas en cuanto a formación y también en cuanto a creación de figuras nuevas de colaboración”.
Al hilo de las subidas salariales previstas explica que “habrá gente que pueda tolerar estas subidas salariales”: “Habrá casos de todo, gente que cumpla rigurosamente con el pago de las extras, que será la mayoría, y gente que no”. Y puntualiza que la forma de actuar en este sentido no es exclusiva del sector empresarial, en los casos concretos que se produzca, porque “hay trabajadores que trabajan toda su vida en negro”. Lo que sí asume la representante de la PIMEEF es que la subida salarial será una dificultad añadida a la gestión “porque la subida de los gastos y de la materia prima no contribuye a que salgan los números”.
Sin embargo, desde la PIMEEF quieren quitarle hierro al asunto e insisten en que “no hay que entrar en ninguna polémica, hay que trabajar todos juntos”. “Creo en el ‘bienhacer’ de los empresarios, la gran mayoría de ellos lo que quieren es tener una relación estable, con una plantilla eficiente y contenta durante el mayor tiempo posible. No hay nada mejor para poder trabajar y crear una plantilla de trabajo que tener un personal competente y que, además, sepa como funciona la empresa”, concluye.
El Govern también controlará que las medidas se cumplan
Desde la Dirección General de Trabajo y Salud Laboral expresan que todas las condiciones contractuales, lo que incluye las jornadas, los salarios y los descansos, entre otros conceptos, se rigen por lo acordado en los respectivos convenios colectivos, “por lo que son acuerdos de obligado cumplimento y no hay dudas en que las empresas lo cumplan”. En el caso de que esto no suceda así por parte de las empresas existen vías para denunciarlo y corregir situaciones irregulares.
Estas mismas fuentes concretan que desde la Conselleria de Treball se ha pactado con sindicatos y patronales parte de la actuación de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, para que ponga el acento en campañas de vigilancia. “En 2023 se pone el acento en las condiciones de contratación y tiempo de trabajo, con una buena parte de los recursos de Inspección destinados a eso”, aseguran. “En verano, y coincidiendo con el período de mayor actividad económica y laboral, la Conselleria de Model Econòmic, Turisme y Treball pone en marcha un plan de lucha contra la precariedad laboral, que refuerza la actividad inspectora ordinaria con más personal de Inspección de Trabajo”, añaden.
La dirección General de Trabajo, puntualizan estas fuentes a elDiario.es, “también actúa de oficio ante las denuncias de los y las trabajadoras” y aseguran que las denuncias no trascienden a la empresa, lo que debería dar tranquilidad en el caso de denunciar condiciones contrarias a lo pactado, sin perjuicio de que los “representantes legales de los trabajadores y las organizaciones sindicales puedan actuar y denunciar ante Inspección”.
En concreto, en el ejercicio 2021-2022, según la Dirección General de Trabajo de Balears, la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social ejecutó 18.346 ordenes de servicio en todo el archipiélago, “1.888 más que las previstas inicialmente”, siendo el ejercicio de mayor actividad inspectora en esta legislatura después de la pandemia. Además, “en el ejercicio pasado se contabilizaron 505 infracciones en tiempo de trabajo”, más del doble de las del periodo anterior que generaron una propuesta de sanción global de 540.535 euros y afectó a 3.807 personas trabajadoras.
Asimismo, la Dirección General ha recuperado más de un millón de euros por la regularización de percepciones salariales que han beneficiado a 3.950 personas. Por otra parte, se han abierto 35 infracciones a causa del control de salarios que han generado una propuesta de sanción de 187.026 euros. También se actuó en el pasado ejercicio en la detección de la parcialidad en el mercado de trabajo y “fruto de este esfuerzo se han alargado 719 jornadas con un incremento considerable respecto al periodo anterior con 64 alargamientos”.
En lo que se refiere a 2023, la Inspección de Trabajo tiene programadas 20.091 actuaciones. “Este año se va a reforzar la lucha contra la parcialidad, con la aprobación de la Reforma Laboral el fraude de ley ha ido disminuyendo, aunque todavía se debe mantener un control en este ámbito”. También se desarrollará una campaña específica de fijos discontinuos, “con un mayor control en los contratos de tiempo parcial para verificar que lo son realmente y no ocultan contratos indefinidos ordinarios”. En cuanto al tiempo de trabajo, la vigilancia se incrementará en un 22% respecto al periodo anterior: “La inspección autonómica pasa de 1.465 ordenes a 1.790 en 2023”.
Por otro lado, se vigilará la discriminación salarial para combatir la brecha salarias entre hombres y mujeres con 433 actuaciones programadas y un incremento del 64%. Asimismo, se mantiene el Plan de Lucha contra la Precariedad Laboral, se implementa una nueva campaña para vigilar las condiciones de temperatura y humedad, se incrementarán las campañas de vigilancia de las condiciones materiales de seguridad en el trabajo y serán más las actuaciones del control de riesgos músculo-esqueléticos.
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