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Trump y Guaidó tratan de romper la fidelidad del Ejército a Maduro con el envío de ayuda humanitaria

La Guardia Bolivariana patrulla el puente de Tienditas (Colombia), paso de entrada para la ayuda humanitaria que llegaría a Venezuela desde EEUU.

Javier Biosca Azcoiti

Un camión cisterna y dos contenedores de mercancías venezolanos bloquean el puente “binacional” de Tienditas que une Colombia y Venezuela para impedir la entrada de la ayuda humanitaria enviada por el gobierno de Trump. Desde el primer momento de la crisis, la asistencia humanitaria ha jugado un papel político fundamental como muestra de poder.

Mientras tanto, escoltados por la policía y tocando el claxon, camiones cargados con toneladas de ayuda llegaron este jueves a los almacenes y al Puesto de Mando Unificado instalado por las autoridades colombianas y estadounidenses cerca del puente de Tienditas, en la ciudad de Cúcuta. Un puente bloqueado y con las fuerzas armadas custodiándolo y decenas de camiones esperando para cruzar.

Inmediatamente después de reconocer a Guaidó como presidente de Venezuela, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, anunció el envío de un paquete de ayuda de 20 millones de dólares. Desde entonces, Guaidó ha anunciado esta asistencia como un logro de su administración. Si Estados Unidos y Guaidó consiguen introducir la ayuda, gestionarla y distribuirla a pesar de la negativa del presidente Nicolás Maduro, será la primera prueba de que este estaría perdiendo el control efectivo sobre el país.

Por eso el autoproclamado presidente de Venezuela está llamando a los militares a que desobedezcan órdenes y permitan el acceso de la ayuda. Sin el Ejército, Guaidó no podrá hacerse con el control efectivo del país.

“En los próximos días tendrán una decisión muy importante en sus manos: seguir del lado de alguien que está aislado y que no protege a nadie o del lado de la Constitución y de la humanidad”, ha afirmado Guaidó. “Una ayuda, soldado, que puede salvar a tu mamá, a tu hermana, a tu hija o a tu hijo ¿Le vas a negar a tu familia la posibilidad de la ayuda? El momento es ahora, soldado de la patria”, ha añadido.

“Desde que Trump llegó al poder se dio cuenta que esta línea de ataque sobre los temas humanitarios era mas popular y efectiva para convencer a nivel internacional”, señala Francisco Rey, director del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) y antiguo miembro de Cruz Roja. “Su objetivo es deslegitimar y ya lo han conseguido”. Aun así, Rey afirma que “está claro que existe una crisis económica, social y humanitaria insoportable en Venezuela”.

“Es muy difícil rechazar ayuda humanitaria, pero hay que convencer a la gente que esta se tiene que hacer de forma profesional, con unos criterios y que sea realmente humanitaria”, sostiene Rey. “La mal llamada operación humanitaria de EEUU es un disparate. Se requiere un análisis previo y un estudio en profundidad. Meter cosas en un camión es muy simplista. Hacía 100 años que no veía algo así. Es un gesto de presión política, estoy alucinando con lo que está pasando”, añade. Rey alega que se está manipulando la ayuda humanitaria y que Guaidó y sus aliados lo están utilizando para presionar al Ejército venezolano.

La Organización de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) publicó en enero de 2019, días antes del estallido de la crisis, un informe sobre las necesidades humanitarias por tipos, regiones y actores en Venezuela con el fin de planificar una asistencia efectiva. “Ni lo han considerado. Ellos van con su propia agenda. No creo que les importe mucho, pero sí que ha habido esfuerzos serios por dimensionar el problema humanitario”, denuncia Rey.

“Si a Maduro se le presiona ahora para que haya una asistencia humanitaria de otro tipo y no politizada, yo creo que el Gobierno está tan contra las cuerdas que lo aceptaría. Mientras en los hospitales se siga muriendo gente, aunque Maduro diga que no hay crisis, él sabe que es insostenible”, afirma el director del IECAH.

“ONU necesita el consentimiento del Gobierno”

Solo tres días después de autoproclamarse presidente, Guaidó pidió ayuda al secretario general de la ONU, António Guterres. “Naciones Unidas está lista para aumentar sus actividades en Venezuela en áreas de asistencia humanitaria y desarrollo”, contestó Guterres a Guaidó por carta. “Para eso, sin embargo, Naciones Unidas necesita el consentimiento y la cooperación del Gobierno”, añadió.

“Cuando en cualquier país existe una grave carencia en términos de nutrición o de atención básica de la salud, se trata de un problema humanitario grave”, ha afirmado en rueda de prensa el portavoz de Guterres, Stephane Dujarri. “La asistencia humanitaria de la ONU debería estar basada en necesidades y de acuerdo a los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia. La acción humanitaria tiene que ser independiente de objetivos políticos y militares”, añadió Dujarric.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), organización humanitaria neutral de referencia, también ha enfatizado la necesidad de una ayuda al margen de agendas políticas. “Sabemos por experiencia trabajando en contextos complejos que la posición de neutralidad del CICR vale la pena ya que permite a nuestros equipos tener acceso a las poblaciones afectadas”. “Nuestro principal objetivo es y seguirá siendo satisfacer las necesidades más apremiantes, al margen de las agendas políticas”, añadió.

Por su parte, Luis Farias, portavoz de Cruz Roja Venezuela, informa a eldiario.es que nadie les ha llamado para participar en la gestión de esta nueva operación humanitaria. “Si se nos llama, estaremos listos para participar. La Cruz Roja no pide autorización para ayudar. Estaríamos poniendo en juego nuestro principio de independencia”, señala. “No creo que nadie de la sociedad venezolana se oponga a la ayuda. El conflicto es cómo va a ingresar esa ayuda”, añade.

“¿No resulta sorprendente que el gobierno que promete 20 millones de ayuda humanitaria a Venezuela sea el mismo que ha suprimido 300 millones a la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio)?”, se pregunta Francisco Rey.

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