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La Haya da la razón a Filipinas en su disputa con China por el mar del sur
La Corte Permanente de Arbitraje de La Haya (CPA) ha dado este martes la razón a Filipinas en su disputa territorial con China sobre las islas del mar de China Meridional, tras más de tres años de proceso judicial. En enero de 2013, Filipinas inició el proceso tras varios encontronazos entre los dos países después de que China ocupara el disputado atolón Scarborough en el mar de China Meridional.
“No hay base legal para que China reclame derechos históricos sobre los recursos” en las áreas comprendidas en la “línea de los nueve puntos”, determinó el tribunal, que considera que Pekín ha ido más allá de los derechos reconocidos en la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho Marítimo.
El Gobierno de Filipinas ha aplaudido la decisión de la Corte, pero ha solicitado “moderación y sobriedad”. Sin embargo, Pekín ha calificado el fallo de “naturalmente nulo y no vinculante” y ha asegurado que el país “ni lo acepta ni lo reconoce”. Según el gobierno chino, la decisión de Filipinas de iniciar el proceso de forma “unilateral” fue “con mala fe” y argumenta que “no pretendía resolver las disputas, o mantener la paz y la estabilidad sino negar a China su soberanía territorial y sus derechos e intereses marítimos”.
La disputa entre Manila y Pekín gira entorno al atolón de Scarborough y a parte de las islas Spratly, un grupo de más de 750 arrecifes, islotes, atolones y cayos cuya soberanía reclaman también total o parcialmente Brunei, Malasia, Taiwán y Vietnam.
La tensión en el mar de China Meridional ha aumentado en los últimos años por culpa de altercados, acusaciones cruzadas entre los gobiernos reclamantes y un aumento de la presencia militar en la zona por parte del Ejército chino. Por su parte, Filipinas ha firmado acuerdos estratégicos con EEUU, Japón y Vietnam para contrarrestar la presencia china.
China argumenta que la práctica totalidad del mar de China Meridional le ha pertenecido históricamente y aboga por que las disputas sean resueltas por consultas entre las partes implicadas.
Sin embargo, la Corte de La Haya ha concluido que China ha violado la soberanía de Filipinas en la zona económica exclusiva que se extiende hasta 200 millas náuticas en torno a las islas y ha indicado que los elementos de las islas “son legalmente rocas que no generan una zona económica exclusiva o una plataforma continental”. Y ha reconocido que los registros históricos demuestran que ese archipiélago ha sido utilizado históricamente por pequeños grupos de pescadores de China y otros países, pero ha considerado que el uso temporal no constituye un asentamiento por parte de una comunidad estable.
La Corte de Arbitraje ha concluido que China no ha cumplido la Convención de las Regulaciones Internacionales para la Prevención de las Colisiones en el mar, de 1972, y la de la seguridad marítima, con la aproximación por parte de patrullas de control chinas a buques filipinos a alta velocidad y a corta distancia. Pekín ha infringido sus obligaciones de abstenerse de agravar la disputa con Filipinas con la construcción de islas artificiales en las islas Spratly, y en particular en la zona de Mischief Reef ha causado “un daño irreparable al ecosistema coral”.
El telón de fondo del conflicto es el pulso que China y EEUU, que planea llevar el 60% de su flota naval al Pacífico en 2020, mantienen por el control de esas aguas, por las que pasa alrededor del 30% del comercio mundial y que se estima que albergan importantes recursos naturales. Aunque Washington se declara neutral en el conflicto, EEUU y Filipinas son países aliados y las Fuerzas Armadas estadounidenses y filipinas han participado en varias actividades de entrenamiento conjuntas cerca de las Spratly.
Protestas en Filipinas
Cientos de filipinos se han manifestado este martes frente al consulado de China en Manila horas antes de la publicación del fallo sobre el conflicto territorial entre ambos países. La protesta, liderada por el grupo sindical Bayan Muna y la formación de defensa de derechos humanos GABRIELA, exigía a las autoridades chinas que abandonen los territorios en disputa.
Los manifestantes gritaron repetidamente “CHexit now” para pedir la salida china y portaron carteles con mensajes como “no a la incursión de China en la soberanía Filipina” o “manos fuera de Filipinas”.
“Esperamos que el fallo del tribunal internacional nos favorezca y que esto fortalezca la posición de nuestro Gobierno en este conflicto”, ha dicho el secretario general de Bayan Muna, Neri Colmenares, al medio local ANC.
También participaron en la manifestación pescadores de Filipinas que se han visto afectados por la ocupación de China del atolón de Scarborough, a unos 200 kilómetros de la costa filipina y a donde acudían a faenar con frecuencia.
El Ministerio de Exteriores de Filipinas ha aclarado que, tras la publicación del fallo, estudiarán el documento detalladamente antes de tomar cualquier decisión y no quiso dar información de sus posibles acciones. “Todo tendrá que ser debatido. No es simplemente cuestión de tener una serie de soluciones. Hay que tener en consideración todas las áreas del Gobierno”, ha explicado en una rueda de prensa el portavoz de la presidencia, Ernesto Abella.