Las batallas judiciales que pueden decidir las elecciones de Estados Unidos
Estados Unidos está a pocas semanas de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, pero desde hace meses los tribunales del país lidian con importantes batallas judiciales sobre el acceso al voto que se centra en el voto por correo y que podría decantar el resultado en un sentido u otro. Demócratas y grupos de derechos civiles buscan levantar restricciones al voto por correo en plena pandemia de coronavirus mientras que los republicanos y la campaña de Trump quieren mantenerlas.
En las últimas semanas, los tribunales de Pensilvania, Michigan y Wisconsin, todos ellos estados clave en la contienda electoral, han emitido fallos de enorme trascendencia y que podrían decidir si se cuentan o no decenas de miles de votos en noviembre. Es muy probable que estos tres estados contribuyan a decantar los resultados de las elecciones presidenciales. En cada uno de ellos, Trump ganó por menos de un punto porcentual en 2016.
Por lo general, el voto por correo de los electores de Pensilvania, Michigan y Wisconsin debe llegar antes de la jornada electoral para que se contabilice, independientemente de la fecha de envío. Sin embargo, las tres sentencias más recientes sobre esta polémica cuestión conceden más margen a los votantes de los tres estados y señalan que el voto será válido siempre y cuando las papeletas estén selladas como tarde el día de la jornada electoral y lleguen en los días siguientes.
Es un pequeño cambio que podría suponer una gran diferencia, especialmente en un año en el que a los estadounidenses les preocupa los retrasos en la entrega del correo.
El precedente de las primarias
En las primarias de abril en Wisconsin, más de 79.000 papeletas llegaron después de la jornada electoral y sólo se contaron cuando un tribunal ordenó hacerlo. En 2016 Trump ganó en el estado por poco menos de 23.000 votos. En las primarias de agosto de Michigan, 6.405 votos se consideraron nulos porque llegaron fuera de plazo. En 2016 Trump ganó en este estado por un margen de 10.000 votos.
“Por regla general, la prórroga del plazo ofrece algún tipo de protección contra, por ejemplo, contratiempos del servicio postal y errores administrativos o de los votantes que podrían dar lugar a que las papeletas lleguen después de la jornada electoral”, señala Nathaniel Persily, profesor de la Universidad de Stanford que estudia de cerca elecciones.
Los estudios han demostrado que aquellos que votan por primera vez, los jóvenes y las minorías tienen más probabilidades de que su voto por correo sea declarado nulo. Según un estudio del Stanford-MIT Healthy Elections Project, en las primarias de marzo de Florida, por ejemplo, los electores pertenecientes a las minorías tenían el doble de probabilidades de que sus votos fueran considerados nulos. En 2016, los electores que fueron a votar a un colegio electoral tuvieron menos probabilidades de que su voto fuera declarado nulo que los que votaron por correo. Debido a que se espera que más demócratas voten por correo este año, existe la preocupación de que tengan más posibilidades que los republicanos de que sus votos no sean contabilizados.
Republicanos contra el voto por correo
Los republicanos se están movilizando de forma proactiva para revocar estas sentencias y mantener las restricciones en el voto por correo. En Pensilvania, los republicanos piden al Tribunal Supremo de Estados Unidos que deje sin efecto una sentencia del Tribunal Superior de Justicia del estado que obliga a contabilizar las papeletas si están selladas con fecha previa o en la misma jornada electoral y si llegan antes del 6 de noviembre. El tribunal estatal argumentó que la extensión era necesaria después de que el servicio postal de Estados Unidos alertara de que algunos votantes podrían verse privados del derecho a voto debido a los plazos del estado, pero los republicanos argumentan que la decisión interfiere con las competencias de los legisladores para establecer las reglas electorales y que conducirá al caos.
El caso, el primero en llegar al Tribunal Supremo después de la muerte de la magistrada Ruth Bader Ginsburg, es uno de los más importantes de cara a las elecciones de 2020.
Ya hay batallas judiciales parecidas en Wisconsin y Michigan. En Wisconsin, el juez de distrito William Conley ordenó este mes al estado que admita como válidas las papeletas con matasellos de la jornada electoral siempre y cuando se reciban antes del 9 de noviembre. Un tribunal federal de apelaciones confirmó la sentencia y aún se desconoce si los republicanos recurrirán el fallo ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos.
Los republicanos de Michigan están librando una batalla tanto en los tribunales federales como en los del estado para anular un fallo de los magistrados del estado de principios de este mes que ordena a contabilizar las papeletas de voto con matasellos con fecha de la jornada electoral (o previa) y que lleguen dentro de los 14 días siguientes.
El hecho de exigir que sean válidos los votos por correo con matasellos de la jornada electoral podría dificultar que en la noche electoral se pueda anunciar el ganador de los comicios. De hecho, preocupa que los asesores de Trump opten por anunciar su victoria antes del recuento de todas las papeletas.
“En algunos estados, debido a que los electores pueden votar por correo hasta el mismo día de las elecciones y debido al hecho de que el recuento no puede comenzar hasta precisamente la jornada electoral, existe la posibilidad de que a medida que se vayan contando los votos por correo válidos la balanza se decante hacia el partido demócrata”, explica por correo electrónico Daniel Smith, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Florida.
Tanto en Pensilvania como en Wisconsin se prohíbe a los funcionarios electorales empezar el escrutinio de los votos por correo hasta el mismo día de la jornada electoral. En Michigan, los republicanos acordaron permitir que el recuento comience en la víspera de la jornada electoral.
A pesar de las decisiones judiciales que amplían los plazos de recepción de los votos por correo, sigue preocupando que las papeletas sean declaradas nulas por pequeños tecnicismos. Todo parece indicar que en el caso de que el resultado electoral llegue a los tribunales, las papeletas serán examinadas con microscopio.
Habitualmente, son pocos los votos por correo que se declaran nulos. En las elecciones de 2016, un 1% de los votos se declararon nulos y no fueron contabilizados. Sin embargo, en las presidenciales de este año la proporción de voto nulo podría aumentar. Se espera que más personas voten por correo y la validez o nulidad del voto podría marcar la diferencia en estados donde los candidatos ganan por un margen muy ajustado.
Tanto la campaña de Biden como la de Trump se preparan para un posible enfrentamiento en los tribunales en el caso de desacuerdo en el recuento de los votos por correo. De hecho, como ha informado The Washington Post, la campaña de Trump ya ha avanzado que intentará por todos los medios que se declaren nulos aquellos votos por correo que carezcan de firma, sello o que tengan otras deficiencias técnicas.
El problema de las “papeletas desnudas”
El mes pasado, el tribunal superior de Pensilvania ordenó declarar nula una papeleta de voto si el elector se olvida de ponerla en un sobre que no garantice la privacidad. En una carta a los legisladores del estado. Lisa Deeley, una alta funcionaria electoral de Filadelfia, señala que esta decisión judicial sobre las llamadas “papeletas desnudas” podría causar un “caos electoral”, ya que podría suponer la nulidad de más de 100.000 votos.
En su carta, Deeley recuerda que en 2016 el ganador de Pensilvania se decidió por un margen de 44.000 votos, e insta a los legisladores a admitir como válidas estas papeletas ya que “tras el fallo judicial el sobre que garantiza el voto secreto se ha convertido en un medio para privar del derecho de voto a los votantes bien intencionados de Pensilvania”.
“Especialmente cuando tienes electores que votan por correo por primera vez, habrá varias personas que no entiendan cuál es el propósito de esta funda para la papeleta. También nos vamos a encontrar con miles de personas que no firmen el exterior del sobre porque piensen que 'mi voto debería ser privado y no debería tener que añadir mi nombre'”, señala Persily.
Los votos por correo también pueden ser declarados nulos por otros errores, como que el votante no firme la papeleta u olvide la firma de un testigo.
En Carolina del Norte, preocupa el hecho de que las papeletas de voto de los votantes negros tienen muchas más probabilidades de ser declaradas nulas por algún error. Los republicanos del estado han socavado los esfuerzos encaminados a permitir que los votantes puedan subsanar los errores en sus papeletas.
Persily cree que en el peor de los escenarios posibles, los tribunales de apelación declararían la nulidad de las sentencias que flexibilizaban los plazos de envío y recepción de los votos por correo. Más de tres millones de personas ya han votado por correo y un cambio de criterio tan cerca de los comicios contribuiría a causar confusión.
“Estamos llegando al punto en que es más importante saber cuáles son las reglas que tener las mejores reglas posibles”, afirma. “Si bien la tendencia es aplaudir las victorias judiciales que defienden el derecho a voto, si estas sentencias van a ser anuladas por una instancia judicial superior en las próximas dos semanas entonces tienes la peor situación posible”.
Traducido por Emma Reverter
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