“No tengamos candidatos, yo no quiero serlo, busquemos una candidata o candidato de consenso que podamos defender populares, socialistas y liberales”. Así respondía Esteban González Pons en Radio Nacional a la posibilidad de que sea candidato de la bancada popular a suceder al socialdemócrata David Sassoli como presidente del Parlamento Europeo a partir de enero, cuando se cumple la mitad de la legislatura.
“No seré candidato contra otro candidato”, ha explicado en conversación con elDiario.es: “No dividiré a los europeístas. Debemos ser capaces de consensuar un candidato o candidata común. Haré todo lo que esté en mi mano para conseguirlo”.
¿Eso significa que no será candidato en ningún caso? “En ningún caso no”, responde, “pero antepongo el consenso a mis opciones personales. Sería un desastre que socialistas y populares repitiéramos un Tajani-Pittella [en aquel momento, en enero de 2017, el hombre de Berlusconi en Bruselas se impuso 291-199 al socialdemócrata]. Ganaríamos pero, ¿con qué votos? No podemos caer en eso. Si ayuda que me quite, ya me he quitado. Salvemos la unidad de los europeístas”.
En la segunda mitad de la legislatura, que empieza en enero de 2022, el presidente del Parlamento Europeo estaba previsto que fuera Manfred Weber, presidente de los populares en la Eurocámara y candidato a presidir la Comisión Europea que se cayó en las negociaciones finales en favor de Ursula von der Leyen. Weber, de la CSU, dejaba el paso a Von der Leyen, de la CDU, y se le dejaba como premio de consolación la presidencia del Parlamento Europeo en la segunda mitad de la legislatura.
Pero Weber ahora dice que no quiere ser presidente del Parlamento Europeo, y entra en el juego de las sillas que había iniciado Donald Tusk, presidente del Partido Popular Europeo, la familia política, porque quiere entregarse a la política de su país. Tusk fue primer ministro polaco dos mandatos, pero tras su marcha la hegemonía política en el país ha virado a la derecha homófoba y autoritaria del PiS, partido aliado de Vox en Europa.
La salida de Tusk de la presidencia del PPE, que se oficializará en primavera del próximo año, quiere ser cubierta por Weber, quien aunaría en una sola persona la presidencia del PPE partido y del PPE grupo parlamentario. Lo cual provoca, de paso, que deja vacante el candidato popular a la presidencia del Parlamento Europeo a partir de enero de 2022.
Y, de alguna manera, cambia en parte las condiciones del pacto con socialistas y liberales del verano de 2019. Ahora bien, en lo que vaya a pasar tendrá mucha incidencia el resultado electoral en las legislativas alemanas del 26 de septiembre: que los populares europeos pierdan su principal gobierno o lo conserven tendrá consecuencias en el devenir de la familia política conservadora y, por tanto, en el futuro próximo de Manfred Weber y el español Esteban González Pons. Pero, además, tendrá consecuencias en la correlación de fuerzas europea: los populares habrían perdido músculo en enero de 2022 en comparación con julio de 2021 en favor de los socialdemócratas.
“Creo que deberíamos tener un candidato único los socialistas, los populares y los liberales, y que debería ser del Partido Popular, porque ese es el acuerdo al que llegamos al principio de la legislatura”, ha afirmado González Pons en RNE, quien ha puesto un ejemplo que sirve, además, de aviso a los liberales: “Tratar ahora de cambiar ese acuerdo es como si yo ahora dijese que como Angela Merkel se va a quedar libre y la mayoría de los europeos la consideran la persona ideal para presidir la Unión Europea, pues en la renovación del presidente del Consejo, que se producirá en primavera del año que viene, quitemos a Charles Michel [liberal] y pongamos Angela Merkel. Cumplamos los acuerdos de principio de la legislatura, no tengamos candidatos. Yo no quiero serlo. Busquemos una presidenta o un presidente de consenso que podamos defender a la vez los socialistas y los liberales y los populares”.
Las quinielas situaban en un buen lugar a Esteban González Pons. El español ya contaba en 2019 con la posibilidad de presidir el grupo popular en la Eurocámara con el paso de Weber a la Comisión Europea. Ahora bien, ¿Pons, teniendo en cuenta el discurso que practica el PP de Casado contra el Gobierno en Europa desde el inicio de la legislatura, es un candidato fácil de digerir para la bancada socialista europea, presidida por una española como Iratxe García? Fuentes populares consideran que puede resultar más fácil de vender en España que otro candidato; pero otras fuentes, por el contrario, apuntan a que precisamente las palabras de Casado la pasada semana en Berlín son una muestra de que el entendimiento entre PP y PSOE en Bruselas no es fácil.
¿Y si no es González Pons? Pues en la terna de los populares hay otros dos nombres: la holandesa Esther de Lange y la maltesa Roberta Metsola, vicepresidenta del Parlamento Europeo. Las dos tienen a su favor que hace dos décadas que la Eurocámara no ha sido presidida por una mujer (Nicole Fontaine, 1999-2002), pero también tienen en su contra elementos que pueden molestar a los socialistas. De Lange es del partido presidido por Wopke Hoekstra, el ministro de Finanzas holandés que reventó un Ecofin al principio de la pandemia con su posición recalcitrante contra el sur, calificada de “repugnante” por Portugal. Y Metsola, por su parte, ha sido durísima contra los gobiernos socialistas de Malta, que, por otro lado, es un país pequeño –lo cual tampoco juega necesariamente a favor de ella–.
¿Y si repite Sassoli?
Los socialdemócratas no sienten que se deban al pacto de verano de 2019 por dos motivos: porque el candidato ya no será Weber y porque la correlación de fuerzas en Europa está cambiando a su favor y en detrimento del PPE. Iratxe García, presidenta del grupo socialista europeo en la Eurocámara, ha dicho este martes en Estrasburgo: “A día de hoy nosotros tenemos otra serie de prioridades con respecto al acuerdo, y hay que ver cuáles son las circunstancias políticas en cada momento. ¿De verdad alguien piensa que la situación política hoy en Europa es la misma que era hace dos años y medio? Las situaciones políticas cambian, los equilibrios políticos cambian. Eso no significa que no se den por buenas las decisiones que en su momento se tomaron. Pero ahora mismo nosotros tenemos que valorar muchas cuestiones y evidentemente es importante mantener la cooperación entre las fuerzas políticas europeas en el Parlamento Europeo. Somos conscientes de ello y vamos a trabajar por ello. Todavía es pronto para tomar una decisión al respecto del futuro en el reparto de las responsabilidades del Parlamento Europeo”.
En este sentido, si los números salieran, podría darse la hipótesis de que los socialistas se animaran a intentar que Sassoli repitiera como candidato en enero. Pero eso dependerá de los nombres que muevan los populares, de las elecciones alemanas, de hasta qué punto los liberales votarán en bloque... Y es que en el Parlamento Europeo la disciplina de grupo no es como en los parlamentos nacionales, y el voto para el presidente de la Eurocámara es individual y secreto.
“David Sassoli es un extraordinario presidente del Parlamento Europeo que ha tenido que abordar una situación extraordinaria durante estos dos años de mandato”, ha afirmado Iratxe García: “Y ha sido la cara y la voz de lo que mayoritariamente este Parlamento pensaba y reivindicaba. A partir de ahí, es pronto para tomar una decisión al respecto del futuro del Parlamento Europeo. No estamos hablando del futuro de las personas, estamos hablando del futuro de la institución. Creo que es importante ser responsables con la institución y no abrir ahora un debate nominal de personas. Es lo que ha decidido hacer el PP. Es su responsabilidad y ellos tendrán que resolver esta cuestión una vez que han abierto el melón interno. Pero nosotros ahora mismo no estamos en eso. Eso no excluye el que yo valore muy positivamente la labor de quien sigue siendo nuestro presidente del Parlamento s día de hoy”.