Miles de ciudadanos de Italia y Portugal, países europeos azotados por la crisis y por el remedio de la austeridad impuesto por la UE, se han manifestado durante la tarde de este sábado en distintas ciudades para rechazar la política de recortes que están llevando a cabo los Gobiernos de Enrico Letta y Pedro Passos-Coelho respectivamente.
Leves altercados en Roma
Miles de personas, 70.000 según los organizadores y 30.000 según las autoridades, se han echado este sábado a las calles en Roma para protestar contra las medidas de austeridad del Gobierno de Enrico Letta en una marcha que está transcurriendo de forma tranquila aunque con algunos altercados protagonizados por grupos minoritarios.
Los manifestantes, convocados por varias organizaciones bajo el lema “contra la precariedad y la austeridad organizamos nuestra rabia”, han partido con más de una hora de retraso y tienen previsto llegar hasta Porta Pia, donde han prometido que organizarán una “noche blanca de la disensión”.
La marcha ha transcurrido de forma tranquila, si bien se han vivido algunos momentos de tensión. El primero de ellos cuando la cabeza de la manifestación ha pasado por delante de a sede de la asociación de extrema-derecha CasaPound.
En este punto, decenas de miembros del movimiento provistos de cascos y palos esperaban a los manifestantes, algunos de los cuales también llevaban objetos para defenderse y se habían dirigido hacia el edificio, pero la Policía ha intervenido separando a ambos grupos y evitando el choque. Un carabinero ha resultado herido, según La Repubblica.
Cargas frente al ministerio italiano de Economía
El siguiente punto caliente en el recorrido hasta el momento ha sido el Ministerio de Economía. Aquí, un grupo de encapuchados ha lanzado piedras y otros objetos contra el edificio, lo que ha obligado a la Policía a intervenir y cargar contra los jóvenes. Según La Repubblica, habría tres detenidos, dos de ellos chicas.
Roma había amanecido este sábado blindada, con muchos negocios a lo largo del recorrido previsto cerrados y con los escaparates protegidos por tablas de madera, por temor a que se repitan los incidentes registrados en la manifestación que hubo en octubre de 2011, que dejaron considerables daños materiales.
Esto no ha impedido que ya se hayan roto algunos ventanales a lo largo del recorrido y que se haya prendido fuego a algunos cubos de basura y papeleras, y ello pese a que las autoridades habían procedido a la retirada de muchos de ellos a lo largo del recorrido.
Contra los recortes en pensiones y salarios en Portugal
Miles de portugueses se han manifestado este sábado contra los nuevos recortes en los salarios y las pensiones previstos en el Presupuesto para 2014 del Gobierno de Pedro Passos-Coehlo y han reclamado la dimisión del Ejecutivo.
Los manifestantes quieren que el Tribunal Constitucional rechace el presupuesto, que incluye los ajustes necesarios para cumplir con los términos del rescate concedido a Portugal por el Fondo Monetario Internacional y la UE.
El Gobierno de centro-derecha espera que el presupuesto, publicado esta semana, lleve al país fuera del rescate y le permita volver al mercado de deuda. Pero estos objetivos podrían verse perturbados por el Constitucional, que tiene el poder de bloquear algunos recortes de gasto claves, especialmente los relativos a los salarios y las pensiones de los funcionarios.
En Oporto, la segunda ciudad del país, también ha tenido lugar una manifestación en la que los organizadores aseguran que han participado unas 50.000 personas.
El posible veto del Constitucional portugués al presupuesto
El presidente portugués, Anibal Cavaco Silva, puede decidir si envía el presupuesto al Tribunal Constitucional y también los partidos políticos o grupos de ciudadanos pueden solicitar que dicha corte compruebe si es conforme con la Constitución.
El Tribunal Constitucional ya ha rechazado algunas de las medidas de austeridad del Gobierno en el último año y medio, obligándole a adoptar alternativas. Los manifestantes han instado este sábado a Cavaco Silva a que rechace la ley y la remita al Constitucional para que la anule.
El presidente podría hacerlo una vez el presupuesto sea aprobado en el Parlamento, donde el Gobierno cuenta con una cómoda mayoría, algo que ocurriría antes de finales de año. Si no lo hace, la oposición de izquierda ha prometido que presentará un recurso, lo que haría que el procedimiento se prolongara hasta bien entrado 2014.
El Gobierno ha insistido en que no hay alternativa a rebajar los salarios públicos y las pensiones y que la senda de la dolorosa austeridad de los dos últimos años ha comenzado a dar sus frutos, ya que el país está empezando a salir de su peor recesión desde los años 1970.