La portada de mañana
Acceder
El PSOE aplaca la revuelta madrileña contra Lobato y echará el resto en primarias
A Olivier le ha cambiado la vida una terapia contra el cáncer de su propio hospital
Opinión - Piloto suicida. Por Antón Losada

Qué está pasando en la guerra: Ucrania desafía a Rusia e impulsa una nueva ruta para transportar cereales en el mar Negro

Un puñado de barcos han vuelto a zarpar desde los puertos ucranianos del mar Negro pese a que Rusia se retiró del acuerdo que permitía a los buques atravesar estas aguas de forma segura para transportar cereales. Siguen una ruta comercial incipiente: el corredor impulsado por Ucrania, en el área que abraza su costa occidental y la de los países vecinos.

El portavoz de la Armada ucraniana explicó el pasado miércoles que una veintena de buques de carga estaban listos para usar el corredor marítimo camino de los puertos ucranianos. “En total, para entrar en el nuevo corredor tenemos 12, y 10 para salir”, dijo Dmitro Pletenchuk, que no dio más detalles sobre las embarcaciones.

Pletenchuk aseguró que las fuerzas ucranianas están haciendo todo lo posible para garantizar la seguridad de los buques civiles en sus aguas territoriales. La ruta discurre a lo largo de la costa de Rumanía y Bulgaria, países de la OTAN. Hasta ahora han navegado varios barcos que han transportado productos agrícolas, y también metalúrgicos.

En agosto, en un intento por romper el bloqueo ruso tras el fin del acuerdo de cereales con la ONU, Kiev puso en marcha unilateralmente un corredor temporal, pensado principalmente, según aseguraron las autoridades, para evacuar barcos que habían quedado atrapados en los puertos ucranianos de Chornomorsk, Odesa y Pivdennyi –todos en Odesa, los mismos que estaban cubiertos por el acuerdo– desde el inicio de la invasión rusa.

Cinco buques que habían estado varados en Ucrania desde el comienzo de la guerra utilizaron la ruta para salir, entre ellos el portacontenedores Joseph Schulte, que lo hizo a mediados de agosto.

En septiembre, los dos primeros buques civiles, Resilient Africa y Aroyat, llegaron y zarparon del puerto de Chornomorsk a través del nuevo corredor tras cargar un total de 20.000 toneladas de cereales para Asia y Egipto, según el ministro ucraniano de Infraestructuras, Oleksandr Kubrakov. El día 1 de octubre, otras tres naves cargadas con grano (y también mineral de hierro) salieron de los puertos de Chornomorsk y Pivdenniy, y otros cinco nuevos buques de carga estaban a la espera de ser amarrados en los puertos, de acuerdo con la misma fuente.

En total, según ha informado Bloomberg citando fuentes familiarizadas y datos de seguimiento, diez buques han viajado sin incidentes a los puertos de Odesa en las últimas semanas. Reuters, por su parte, recoge que los nuevos barcos que han entrado en aguas ucranianas en los últimos días deben enviar al extranjero al menos 127.000 toneladas de cereales. De acuerdo con el viceministro del Ministerio de Política Agraria y Alimentación de Ucrania, en septiembre se exportaron 50.000 toneladas de productos agrícolas desde los puertos ucranianos del mar Negro.

Los viajes son todavía pocos en comparación con los que pudieron efectuarse en el marco del acuerdo del mar Negro, cerrado en 2022 bajo la mediación de la ONU y Turquía. El pasado julio, Rusia decidió retirarse del pacto, que proporcionaba garantías de que los buques no iban a ser atacados al entrar y salir de los puertos ucranianos bloqueados a causa de la guerra. Permitió, en pleno conflicto, el envío de casi 33 millones de toneladas métricas de cereales y otros productos a través desde tres puertos –Odesa, Chornomorsk y Yuzhny/Pivdennyi– y contribuyó a la reducción sostenida de los precios mundiales de los alimentos. Los barcos se inspeccionaban en el Estrecho del Bósforo, a la entrada del mar Negro.

Dado que los cargamentos no han sido grandes y el pequeño número de barcos que han partido de Odesa, es pronto para saber si el nuevo corredor será exitoso, explica a elDiario.es Joseph W. Glauber, investigador principal del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI), con sede en Washington. “Hasta ahora, las exportaciones del corredor han sido demasiado reducidas como para hacer muchas predicciones sobre el futuro”, dice.

Una ruta no exenta de riesgos

En este sentido, mucho va a depender de si Rusia sigue permitiendo que esos barcos entren y salgan de Odesa, indica Glauber: “Cualquier ataque complicaría los esfuerzos y probablemente aumentaría considerablemente los costes de los seguros”.

En julio, tras retirarse del acuerdo con la ONU y en plena ola de ataques contra las infraestructuras portuarias de Ucrania, el Ministerio de Defensa ruso dijo que pasaría a considerar a todos los buques que viajen a puertos ucranianos en el mar Negro como potenciales portadores de material militar y, por tanto, objetivos militares.

Esta semana, el Gobierno británico ha asegurado que tiene información de inteligencia que sugiere que Moscú está planeando sabotear el nuevo corredor para impedir la exportación de cereales ucranianos. El Ministerio de Exteriores asegura en un comunicado que Rusia “podría utilizar minas marinas” en las proximidades de los puertos ucranianos para atacar barcos civiles en la zona. Reino Unido considera que Moscú culparía a Kiev de cualquier ataque y remarca que ya advirtió de que el Ejército ruso “apuntó a un buque de carga en el mar Negro con múltiples misiles” el 24 de agosto.

La portavoz del Comando Operacional Sur de Ucrania, Natalia Humeniuk, ha indicado que las fuerzas navales rusas no llevan a cabo operaciones en la zona del corredor, pero “intentan controlar la situación allí mediante el uso de la aviación táctica” y aseguró que puede tener como objetivo la activación de minas marinas, que abundan en el mar Negro.

Las minas siguen siendo un peligro. En agosto, medios locales informaron de una explosión en el mar cerca de la localidad turística de Costinesti en Rumania y movilizó a las Fuerzas Navales del país ante la sospecha de que se tratase de una mina proveniente de la costa ucraniana –desde el inicio de la guerra, los buzos han neutralizado varias minas marinas en la costa rumana del mar Negro–. Este viernes, Reuters ha informado, citando a la autoridad marítima de Turquía, de una explosión a unos metros de un carguero con bandera de ese país que iba de camino al puerto ucraniano de Izmail, en el Danubio. Ocurrió frente a la costa de Rumanía y la misma fuente dice que no hay pruebas de que fuera causada por una mina.

“Los riesgos son mayores” cuando no se llega a un acuerdo, declaró hace una semana a la misma agencia Rebeca Grynspan, secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. “Lo único que eliminará el riesgo y estabilizará (...) la situación es un acuerdo que cuente con el respaldo de todos los socios”.

En solitario

La ONU no está involucrada en el nuevo corredor que Ucrania está intentando impulsar. “El hecho de que salga grano es una buena noticia para todos los implicados, especialmente para el mercado mundial de alimentos”, dijo el pasado martes Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general, António Guterres.

Dujarric aseguró que la ONU sigue creyendo que la reanudación del acuerdo del mar Negro “aumentaría el volumen de forma estable y más segura” y señaló que Guterres “sigue decidido a sacar al mercado la mayor cantidad posible de cereales y fertilizantes ucranianos y rusos, y sus esfuerzos y los de su equipo continúan en ese sentido”.

El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha indicado recientemente que las propuestas de la ONU para reavivar el acuerdo “no son realistas”. Moscú se retiró del pacto alegando que sus demandas no habían sido satisfechas.

El ministro ucraniano Kubrakov ha afirmado que Ucrania ha logrado restablecer el funcionamiento de los puertos de Odesa sin la participación de terceros gracias a condiciones militares, en particular, el ataque de las fuerzas de Kiev a un barco de desembarco de Rusia en agosto, según informa el medio Pravda. Señaló que el corredor marítimo solo puede estar realmente garantizado en caso de que la guerra o en el escenario del acuerdo de cereales de la ONU.

Además de los puertos del mar Negro, Ucrania puede exportar volúmenes limitados a través de su frontera terrestre con la Unión Europea –lo que ha sido fruto de fuertes tensiones con países como Polonia– y de los pequeños puertos fluviales en el Danubio, que también ha sido regularmente atacados en los últimos meses.

Actualmente, esta última ruta es mucho más importante en términos de volumen de exportaciones actualmente y Kiev también ha invertido en la mejora de las instalaciones portuarias del río, en la frontera con Rumanía. Según remarca Glauber, esto puede compensar en parte la pérdida de potencial exportador tras la retirada rusa del acuerdo del mar Negro. 

“La guerra ha reducido considerablemente la capacidad agrícola de Ucrania, con un descenso de la producción de cereales del 35% o más respecto a los niveles anteriores a la guerra”, recuerda el experto. 

Incluso con el acuerdo del mar Negro, las exportaciones habrían sido significativamente menores que antes de la guerra porque hay menos producción que exportar, explica: “Eso no significa que la Iniciativa del grano del mar Negro no sea importante: sin ella, la exportación de cereales es muy costosa y el productor paga esos costes con precios internos más bajos”.