La República Checa celebra este sábado la segunda jornada de las elecciones legislativas. Son unos comicios que han estado marcados por la revelación de que el actual primer ministro y favorito para la reelección, Andrej Babis, escondía parte de su fortuna en paraísos fiscales, según la información recogida en los papeles de Pandora y desvelada por una investigación periodística en la que han participado más de 150 medios, entre ellos eldiarioAR y los españoles El País y La Sexta.
El magnate liberal populista, uno de los principales aliados del húngaro Orbán en Europa, ha defendido que su aparición en los papeles de Pandora responde a una campaña contra él, que acude a las urnas como el principal favorito para revalidar el gobierno. Babis, que es uno de los hombres más ricos de República Checa, habría escondido parte de sus fortunas en el extranjero para evitar pagar impuestos y habría invertido de forma anónima 16 millones de euros en el sur de Francia.
Babis parte como favorito con el 27% de preferencia, según las encuestas previas a las elecciones –también de la investigación de los papeles de Pandora– y ha dicho que solo seguirá en política si consigue formar una coalición de gobierno. Por el momento, más de ocho millones de ciudadanos están llamados a las urnas hasta este sábado a las 12 para decidir la composición de la Cámara baja del Parlamento y confirmar al actual gobierno de coalición en minoría o abrir paso a una regeneración política que requerirá de una gran alianza del centro derecha y el centro izquierda.
En la primera jornada de votaciones se registraron datos de participación mayores que en 2017 y en algunos colegios han acudido a votar ya más del 50% de las personas con derecho a voto, según han confirmado las autoridades electorales. Cuando termine la votación de este sábado, el escrutinio podrá seguirse por las televisiones en directo, pero habrá que esperar a primera hora de la noche para conocer resultados representativos, ya que en la República Checa no se publican encuestas ni proyecciones de voto tras el cierre de las urnas.
El país centroeuropeo vive además un clima de preocupación política por la salud del presidente Milos Zeman, de 77 años, que permanece aislado en su residencia y sin programa oficial, tras res hospitalizado hace unas semanas por deshidratación y agotamiento. No han trascendido detalles sobre la gravedad de su situación, pero las autoridades electorales han enviado una urna para que el jefe del Estado pudiera votar.