Sánchez avisa a Marruecos desde Bruselas: “Queremos la mejor relación, pero ha de basarse en la confianza y respeto”
No estaba en la agenda de este Consejo Europeo. Pero se ha colado por la fuerza de los acontecimientos. En la cena de este lunes los líderes europeos se ha hablado de migración porque el primer ministro italiano, Mario Draghi, ya había adelantado que sacaría el tema con la intención de que sea incluido en el orden del día de la próxima cumbre, dentro de cuatro semanas, cosa que se ha decidido y el asunto de la migración estará sobre la mesa en la cumbre del 24 y 25 de junio. Y es que el pacto migratorio se encuentra bloqueado, mientras países como Italia y España se enfrentan a la insolidaridad de otros países europeos para gestionar los flujos migratorios.
En este contexto, España ha ido deslizando en las horas previas a la cumbre que no veía el debate migratorio suficientemente maduro dentro de la UE, y que requería de más tiempo para poder alcanzar “un acuerdo equilibrado”. Sin embargo, como ha confirmado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, tras la primera jornada, Sánchez presentó un informe sobre la situación en Ceuta al resto de colegas.
Además, a su llegada al edificio Europa del Consejo Europeo, en Bruselas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha querido lanzar un mensaje al Gobierno marroquí: “Las relaciones de vecindad que pueda tener la Unión Europea y España, en consecuencia, con Marruecos, se tienen que basar en dos pilares fundamentales: la confianza y el respeto a las fronteras europeas y españolas, de Ceuta y Melilla con Marruecos”.
El presidente del Gobierno también ha añadido: “ Hay que recordar siempre a Marruecos que no hay mejor ni mayor aliado dentro de la Unión Europea que España para defender los intereses estratégicos de Marruecos, tan necesarios también para la Unión Europea. La relación de España con Marruecos es estratégica, nosotros queremos tener una relación lo más constructiva posible, pero se tiene que fundamentar sobre dos ejes primordiales: la confianza y el respeto”.
Y es que, según Sánchez, “Ceuta, sufrió una llegada masiva de migrantes provenientes de Marruecos, y eso ha desencadenado una crisis sin precedentes durante estos últimos años entre la Unión Europea y Marruecos”.
“En este caso”, ha proseguido Sánchez, “el respeto a las fronteras de Europa, las fronteras españolas de Ceuta y Melilla con el país marroquí”.
“Reafirmamos la solidaridad total europea con el Gobierno y las autoridades españolas en la cuestión migratoria”, ha afirmado el presidente del Consejo europeo, Charles Michel, en una rueda de prensa tras el primer día de cumbre en Bruselas: “La protección y la seguridad de la frontera española es también la de las fronteras de la Unión Europea”.
El Ejecutivo ha querido enmarcar en la “normalidad” del paso fronterizo los nuevos intentos de entrada en territorio español y considera que Marruecos está desde el miércoles por la tarde haciendo de nuevo su trabajo. Así, fuentes de la Moncloa sostienen que la respuesta fue “rápida y eficaz”. Aunque en un primer momento el Gobierno hizo equilibrios para no señalar directamente la responsabilidad del reino alauí, el tono subió en horas a lo largo del martes. Sánchez le reclamó “cooperar” para seguir manteniendo la relación entre ambos países y envió un mensaje de “firmeza” acompañado de una visita simbólica a Ceuta y Melilla en plena efervescencia del conflicto. Pero en 24 horas retomó su agenda prevista y pasó página del incidente puntual que provocó la entrada masiva de unas 8.000 personas, de las que 6.500 ya han sido devueltas, según el último dato ofrecido por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Sin embargo, el gran reto que España tiene por delante es la reconstrucción de las relaciones diplomáticas con Marruecos, que ya habían sufrido encontronazos previos. El Gobierno confía en que se recompongan “pronto” y fía la solución al apoyo unánime que ha recibido de la Unión Europea en contra de lo que ocurrió con la crisis de Perejil.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha insistido en los recursos: “Controlar la frontera tiene un coste, significa movilizar a efectivos humanos y materiales. Necesitas recursos y ayudamos a Marruecos como ayudamos a Turquía y otros países a ejercer este control. Después están todas las políticas de cooperación. Marruecos en los últimos siete años debe haber recibido más de 15.000 millones de euros en ayudas de cooperación. La migración tiene que ser un proceso regulado y ordenado. Tiene que formar parte de nuestras relaciones bilaterales, que incluyen muchos temas, como la ayuda, la cooperación, y hay que hacer un paquete”.
No sólo la UE ha transferido 15.000 millones en los últimos siete años, sino que en los nuevos presupuestos de la UE para 2021-2027 hay un Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional (NDICI, en sus siglas en inglés) de 79.500 millones, una buena parte de los cuales se destinará a los países vecinos, entre los que se encuentra Marruecos. El instrumento, además, cuenta con una reserva adicional de flexibilidad por valor de 9.534 millones para “situaciones de crisis o presión migratoria”.
En este sentido, España entiende que la posición italiana “en parte” es compartida: “Italia quiere redistribución, pero eso ahora no va a volar a nivel europeo y no creo que sea el debate que vaya a triunfar en la semana que viene. Nosotros sabemos cómo ir avanzando en los dosieres. Lo que queremos es un acuerdo equilibrado en todos sus términos. Y la propuesta del pacto migratorio de la Comisión no es equilibrada, tiene problemas de ejecución obvios con la esponsorización de los retornos y la gestión de las llegadas en centros controlados cuestiona temas de derechos y valores. Nuestra situación es distinta a los italianos, Marruecos no es Libia. Necesitamos partenariados sólidos con terceros países”.
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