El hospital de Al Shifa, el más grande de la Franja de Gaza, se ha convertido en el símbolo que representa la ofensiva israelí. Lo tiene todo: los efectos más crudos del asedio, con bebés muriendo porque no hay electricidad para incubadoras; las acusaciones de uso de escudos humanos por parte de Hamás, que lo utiliza como centro de operaciones, según Israel; el desplazamiento forzado de gazatíes que buscan un lugar seguro inexistente; y la masacre de civiles enterrados en una fosa común improvisada porque están atrapados en el hospital bajo el fuego israelí.
Desde el viernes, las tropas terrestres estrecharon el cerco sobre el hospital. La operación definitiva comenzó en la madrugada del miércoles. Tras varios enfrentamientos en el exterior, los soldados eliminaron a los milicianos palestinos y entraron en el edificio buscando armas, equipos e infraestructura de Hamás. Una vez dentro, la operación se llevó a cabo como un gran registro del edificio.
Antes de la incursión en el hospital, el Ministerio de Sanidad de Gaza dijo que el hospital fue atacado y bombardeando, dañando algunas zonas del centro, entre ellas el departamento especializado de cirugías, launidad de cuidados coronarios y un almacen.
La misión se alargó durante casi 24 horas hasta que los soldados salieron del edificio y, según relató a la BBC un periodista que estaba dentro del hospital, los militares registraron puerta a puerta todo el hospital. La misma fuente señala que ordenaron a todos los hombres entre 16 y 40 años que no fueran pacientes ni personal médico salir al jardín para ser registrados e interrogados. Algunos de ellos fueron obligados a desnudarse, dice el periodista.
“Durante la incursión al hospital, los soldados se encontraron con varios terroristas y los eliminaron. Durante los registros en una de las unidades del hospital, los soldados localizaron una sala con medios tecnológicos, equipo de combate y equipos militares utilizados por Hamás”, ha señalado el Ejército en un comunicado. “En otro departamento se localizó una sede operativa que muestra el uso de hospitales para propósitos terroristas”. El Ejército acompaña la declaración con imágenes de algunos chalecos y unos pocos fusiles y granadas y asegura que está recabando información de inteligencia. Este medio no ha podido verificar las imágenes publicadas por las Fuerzas de Defensa de Israel, que aseguran haber incautado 15 armas en total y algunos ordenadores que esperan que les den información sobre los rehenes.
“Hamás no está aquí porque vio que estábamos viniendo. Esto es probablemente lo que se vieron forzados a dejar atrás”, ha señalado el portavoz militar israelí, Jonathan Conricus en una visita al hospital estre jueves junto a una periodista de la BBC empotrada con los soldados que no ha podido hablar con los pacientes ni el personal médico. Los soldados aún están buscando los túneles que dice que existen bajo el hospital.
“La incursión militar de Israel en el hospital de Al Shifa es totalmente inaceptable”, ha señalado el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom. “Los hospitales no son campos de batalla. Estamos extremadamente preocupados. Hemos perdido contacto con los trabajadores en Al Shifa”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha visitado este miércoles una base militar cerca de Gaza en la que ha presumido de la operación. “¿Recuerdan cuando nos dijeron que no irrumpiríamos en Gaza? Irrumpimos. Dijeron que no llegaríamos a las afueras de la ciudad de Gaza, y llegamos. Dijeron que no entraríamos en (el hospital) Al Shifa, y entramos”, ha dicho. “No hay lugar en Gaza al que no podamos llegar. No hay refugio, albergue, ni escondite para los asesinos de Hamás”.
El representante de la OMS para Palestina, Rik Peeperkorn, ha señalado este miércoles que actualmente hay más de 600 pacientes en el hospital y alrededor de 3.000 desplazados internos. “Indirectamente sabemos que 34 bebés prematuros siguen con vida, y que hoy se enterraron 82 cadáveres en una fosa común, mientras que otros 80 siguen sin inhumar”, ha señalado.
Por su parte, el director del centro, Mohammed Abu Selmia, dijo el martes que se habían enterrado 179 cuerpos en la fosa y que siete bebés y 29 pacientes de UCI murieron desde que el hospital se quedó sin electricidad el pasado sábado. Bajo el sonido de las explosiones, el director dijo a la agencia AP en una llamada telefónica durante el fin de semana que las tropas israelíes estaban “disparando a cualquiera dentro y fuera del hospital”. Durante la incursión israelí, Abu Selmia dijo que el personal médico ni siquiera podía acceder a la farmacia del hospital para tratar a los pacientes: “La ocupación dispara a todo el que se mueve”.
El hospital acogía hasta la semana pasada a decenas de miles de desplazados internos –60.000, según el Ministerio de Sanidad de la Franja–, pero varios ataques y explosiones ocurridos el viernes forzaron a miles de personas a un nuevo desplazamiento. El Ejército había pedido la evacuación del centro hace semanas alegando que servía como escondite para Hamás.
Esos ataques del viernes también representan un elemento importante presente durante toda la ofensiva: la desinformación. Al menos cuatro proyectiles golpearon en cuestión de horas diferentes puntos del hospital Al Shifa. Poco después, el Ejército israelí culpó a un cohete desviado lanzado por milicias palestinas.
Sin embargo, un análisis realizado por The New York Times sugiere que al menos tres de los proyectiles que golpearon el hospital eran proyectiles israelíes, según revelan las imágenes verificadas y analizadas por expertos. Algunos de esos restos corresponden a munición de artillería de iluminación y munición de 120 mm utilizadas por carros de combate israelíes. El análisis también revela que los ataques vinieron del norte y del sur, contradiciendo el mapa difundido por el Ejército israelí que sugiere que los ataques vinieron desde el oeste del hospital.
Respondiendo a las acusaciones de Hamás, el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ha señalado que EEUU no ha dado “luz verde” a la operación militar de Israel en Al Shifa. Sin embargo, la incursión se ha producido tan solo unas horas después de que EEUU desclasificara de información de inteligencia que acusa a Hamás de operar desde el hospital.
El martes el Pentágono aseguró que “Hamás y la Yihad Islámica operan un nudo de mando y control desde Al Shifa. Tienen armas almacenadas ahí”. El anuncio ha ayudado a legitimar la incursión israelí en lo que representa otro elemento importante presente desde el inicio: la alianza y el apoyo del Gobierno de Biden a la ofensiva dirigida por Netanyahu.
“Incluso si las instalaciones sanitarias se usan para fines militares, los principios de proporcionalidad y distinción siempre se aplican”, ha recordado el director de la Organización Mundial de la Salud. Solo un cuarto de los hospitales en la Franja permanecen abiertos. 26 de un total de 36 centros están cerrados por ataques, daños o falta de combustible y electricidad, ha denunciado Tedros.
Los ataques a hospitales están prohibidos por el derecho internacional humanitario y si una de las partes en el conflicto considera que se ha convertido en un objetivo legítimo por su uso militar, el peso de la prueba recae sobre esa parte, que debe demostrar que el edificio en cuestión ha perdido su estatus especial de protección.
Durante la operación, los militares israelíes entregaron alimentos y suministros médicos como incubadoras. Sin embargo, la ayuda es insuficiente y es la falta de combustible para los generadores lo que impide el uso de las incubadoras.
Las autoridades de Gaza han elevado la cifra de muertos a 11.500, incluidos al menos 4.710 menores. “Continuamos operando en el corazón de Ciudad de Gaza. En el corazón de la capital del terrorismo”, ha señalado en un comunicado el comandante del mando sur, el general Yaron Finkelman. “Estamos dentro de un campo de refugiados sobre el cual hemos tomado el control lentamente. Nuestras fuerzas han matado muchos terroristas aquí y han destruido muchas infraestructuras”.
“La operación continúa en el sur de la ciudad y hemos entrado en el Hospital de Al Shifa. Seguiremos avanzando de acuerdo con nuestros planes operativos para seguir golpeando al enemigo”, ha concluido.
Este jueves, el Ejército israelí ha informado de un bombardeo contra la casa del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, que vive en Qatar desde hace años. Israel sostiene que la casa se utilizaba como “infraestructura terrorista” y “centro de reuniones”.