Barack Obama planea interceder en el referéndum británico por la permanencia en la UE
Barack Obama planea hacer un gran “llamamiento público” para convencer a los votantes del Reino Unido de que permanezcan dentro de la Unión Europea, según reveló el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EEUU. La Casa Blanca teme que el referéndum sea un apuesta peligrosa, que podría terminar con resultados nefastos para todo el continente europeo.
Pero tanto Washington como Londres procuran llevar el asunto con tacto: una intervención del presidente de los Estados Unidos podría no producir el efecto deseado a menos que se le dé el nivel geopolítico correcto. Es muy probable que el “llamamiento” de Obama se enfoque sobre la necesidad de una Europa unida para combatir la crisis migratoria y la creciente amenaza de una agresión rusa sobre los Estados bálticos, Ucrania y el Medio Oriente.
El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Corker, ha sido quien ha dado el anuncio. Ha surgido después de que él y otros senadores escucharan el testimonio de exmiembros de la administración de Obama y de George Bush, que ven en el referéndum de David Cameron una apuesta “muy arriesgada” que podría ser contraproducente y desembocar en un Brexit que dividiría a las naciones del Reino Unido y daría fuerza a los grupos separatistas de toda Europa.
Después de decir que los problemas de Estados Unidos no eran nada en comparación con los de la UE, Corker ha deliberado con los que lo escuchaban sobre el carácter que debería tener la petición de Obama a los votantes del Reino Unido. “Sé que el presidente planea hacer un llamamiento bastante grande sobre este tema”, ha asegurado. “¿Cuál creen que será la reacción de la gente del Reino Unido al ver que en las altas esferas abogamos por este resultado?”, ha preguntado Corker antes de recordar cómo algunas de las intervenciones de Cameron en la política de Estados Unidos habían caído muy mal, incluso a él.
Cameron se prepara para celebrar un referéndum en junio, con la presunción de que, la próxima semana en Bruselas, las rondas finales de negociación en la conferencia de máximo nivel con sus pares de la UE serán un éxito. Obama tiene pensado visitar a la canciller alemana, Angela Merkel, a finales de abril, posiblemente, el momento más conveniente para una intervención presidencial.
En la sesión del Senado de la semana pasada, Corker puso en duda si Cameron estaba realmente buscando cambiar la relación del Reino Unido con la Unión Europea. Cuando se refirió a los “pedidos a la UE” de Cameron, dijo: “Se hace muy difícil distinguir si son pedidos reales desde un punto de vista sustancial, si Cameron solo está buscando una excusa que le permita decir que consiguió algo, o si se mueve totalmente al compás de la política interna”.
“Hay que ir con cuidado”
Consultado sobre la manera en que la administración de EEUU debería influir en el referéndum, la exasesora de Seguridad Nacional del vicepresidente Joe Biden, Julianne Smith, ha asegurado que el país debería andar con cuidado. Según Smith, la máxima de su antiguo jefe era “nunca conviene decirle a otra persona qué es lo que le conviene”. Hacerlo es siempre “muy difícil y puede no producir el efecto deseado”.
“Nuestra participación tiene que ser muy cuidadosa. Si exageramos la relación con nuestros amigos de Londres y remarcamos la importancia de la UE, en algún punto nuestra ayuda podría resultar contraproducente”. Smith también asegura que los Estados Unidos no necesitaban subrayarle la importancia del referéndum al Reino Unido pero agrega: “Podemos enviar mensajes importantes a otros líderes, y hacerles entender que este asunto es de vital importancia y que hay que tomar una decisión. Una decisión que afectará directamente a la relación transatlántica que tienen el Reino Unido y EEUU”.
Según Smith, la mejor forma de actuar habría sido que Estados Unidos le expusiera al Reino Unido las razones para permanecer dentro de la UE. La forma correcta de actuar habría sido evitar “dar un sermón a los ciudadanos del Reino Unido, no tratar de presentarles todos los argumentos de por qué necesitan ser parte de la UE, sino darles otra perspectiva”. “El Reino Unido está tratando el tema demasiado centrado en sí mismo, y no estaría de más tener un debate más amplio sobre el estado del mundo. Más que nunca, necesitamos una relación transatlántica”, ha señalado Smith, para quien el Brexit sería un golpe devastador a Europa.
Smith también ha explicado que en Washington y en Londres cada vez preocupa más que Cameron pueda perder el referéndum: “Cuando Cameron se comprometió con la votación, el riesgo de que la gente votara por la salida de la UE era relativamente bajo. El Reino Unido y la UE siempre han tenido una relación complicada... Ahora, esta es una apuesta bastante arriesgada porque la crisis migratoria añadió más quejas y dudas sobre la capacidad de la UE de proteger a sus ciudadanos y fronteras. Cuando a eso se le suma una antipatía generalizada hacia la globalización, se crea una mezcla muy peligrosa, y ahora estamos viendo en algunas encuestas muestras de ese fenómeno”.
Una reforma insuficiente
Damon Wilson, exdirector de asuntos europeos del Consejo Nacional de Seguridad durante la presidencia de George Bush, también expresa su preocupación (y la fundamenta) por las principales demandas de Cameron. Según Wilson, las cuatro peticiones del primer ministro británico “no ofrecen una reforma y un replanteamiento esencial de la forma en que opera la UE”, ya que a los votantes solo se les presentan argumentos relacionados con las intromisiones de Bruselas.
“La cantidad de refugiados que lleguen a Europa durante la semana del referéndum podría ser determinante para el resultado final. Es una proposición muy arriesgada. Si se mira la fluctuación de los votos en los referéndums, ya es una alternativa, o un sustituto, de las otras preocupaciones sobre lo que está asfixiando a Europa”, afirma Wilson. “Es una propuesta muy arriesgada. Aún si Cameron obtiene todo, no estoy seguro de que eso que quiere sea lo que el pueblo británico está tomando en cuenta a la hora de votar”.
“Este año tal vez el Reino Unido le dé la espalda a la Unión Europea, privándonos de un actor crucial en la creación no solo de políticas de la UE sino del futuro de Europa. Si Londres toma una decisión de esa magnitud, puede provocar que Escocia trate de disolver el Reino Unido, poniéndole un punto final a la relación especial que tienen tal y como la conocemos. Estas acciones pueden avivar la fiebre separatista de Cataluña y de la región de Valona y abrir la vía para que otros Estados dejen la Unión”, comentó Wilson ante un grupo de senadores.
Traducción de Francisco de Zárate