La empresa Coca-Cola ha revelado por primera vez la cantidad de envases de plástico que produce de manera anual: tres millones de toneladas, el equivalente a 200.000 botellas por minuto. Lo ha hecho después de que un informe reclamara a otras compañías internacionales que pusieran fin al secretismo en torno al aporte que hacen a la contaminación por plástico global.
La compañía de refrescos entregó la información a la activista Ellen MacArthur, que lidera la lucha para que las empresas y los gobiernos tomen medidas contra la polución por plástico.
Los datos -que antes la empresa se negaba a revelar- reflejan la cantidad de embalajes plásticos que Coca-Cola produjo en 2017. No dio detalles sobre la producción de botellas de plástico, concretamente, pero si la cantidad de envoltorios se traduce en botellas PET de medio litro, equivaldría a un total de 108.000 millones de botellas al año, más de una quinta parte de la cantidad de botellas PET que se producen cada año en el mundo (500.000 millones).
Coca-Cola es una de las 31 empresas -junto con Mars, Nestlé y Danone – que han revelado cuántos envases plásticos producen, una medida enmarcada en la lucha por la transparencia que lidera la Fundación Ellen MacArthur. Todas estas empresas juntas producen 8 millones de toneladas de plástico al año.
Sin embargo, la mayoría de las 150 empresas que se han adherido al compromiso global de MacArthur para reducir la contaminación por plástico aún se niegan a hacer públicas sus propias cifras de contaminación por este tipo de material. Entre estas empresas están Pepsi Co, H&M, L’Oréal, Walmart, Marks & Spencer y Burberry –que el año pasado recibió fuertes críticas cuando se supo que la empresa cada año quema unos 32,8 millones de euros en existencias para evitar falsificaciones.
En un informe publicado el jueves pasado, la Fundación Ellen MacArthur afirmó que estos datos que salen a la luz por primera vez -junto con la información que dan algunas empresas sobre qué medidas toman para combatir la contaminación por plástico- ofrece un nuevo nivel de transparencia sobre el plástico y los esfuerzos para poner freno a incrementar los desechos de este tipo y a la contaminación.
No obstante, la fundación remarcó que tanto las empresas como los gobiernos de todo el mundo deben tomar más medidas. “La decisión de más de 30 empresas de hacer públicos sus volúmenes anuales de envases plásticos es un importante paso hacia una mayor transparencia”, dijo la fundación. “Aplaudimos a las empresas que están haciendo públicos sus datos y animamos a todas las empresas que producen y utilizan plástico a revelar su aporte a la contaminación por plástico”.
Ya son 150 las empresas que se han adherido al compromiso global de la fundación de reducir los desechos plásticos, que tiene tres objetivos: eliminar envases plásticos innecesarios y pasar de los desechables a reutilizables; innovar para asegurar que el 100% de los envases plásticos puedan, en el año 2025, reutilizarse, reciclarse o ser convertidos en compost de forma fácil y segura; y crear una economía circular de plástico, aumentando significativamente la cantidad que se pueda reutilizar o reciclar para hacer nuevos envases.
Sander Defruyt, de la fundación, dijo que los planes de empresas y gobiernos que detalla el informe son un importante paso adelante. Sin embargo, añadió que “todavía estamos lejos de tomar medidas a la escala del problema, especialmente cuando se trata de la eliminación de artículos innecesarios e innovar a la hora de reutilizar los modelos. ”Los niveles de ambición deben seguir aumentando para que podamos reducir la contaminación global por plástico hacia el año 2025, y para ello es esencial pasar del compromiso a la acción“.
Un primer paso para las empresas que han adherido al compromiso es asegurar una mayor transparencia. Junto con los datos de Coca-Cola, Nestlé reveló que produce anualmente 1,7 millones de toneladas de envases plásticos. Unilever 610.000 toneladas y Danone 750.000 toneladas.
Sólo dos fabricantes de materia prima plástica del mundo han firmado el compromiso – Indorama y Borealis –, pero no lo ha hecho ninguna línea aérea, ni cadenas de comida ni hoteles.
Traducido por Lucía Balducci