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Tres favoritos para un cargo venerado: la República Checa elige nuevo presidente

Varias personas viajan en metro, en el que hay un cartel electoral de la candidata a las elecciones presidenciales checas Danuse Nerudova, en Praga.

Robert Tait

Praga (República Checa) —
12 de enero de 2023 22:46 h

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Los ciudadanos de la República Checa acuden esta semana a las urnas para elegir nuevo presidente, una contienda que podría encarrilar al país por la senda del populismo o llevar al poder a una figura unificadora que prometa sanar las divisiones abiertas por el polémico Milos Zeman, el actual presidente.

Ocho candidatos rivalizan por suceder a Zeman que, tras dos legislaturas sucesivas de cinco años, está obligado constitucionalmente a dejar el cargo. La primera vuelta de las elecciones se celebrará este viernes y sábado. Casi con toda seguridad, habrá una segunda ronda electoral dentro de 15 días.

Está en juego un cargo venerado, que tiene su sede en el imponente castillo de Praga y una gran autoridad moral y simbólica de la que, según los críticos, Zeman, de 78 años, abusó al expresar su apoyo a Vladímir Putin (luego se retractó, cuando Rusia invadió Ucrania), promover el acercamiento a China y menospreciar la labor de los servicios de espionaje checos.

Tres favoritos

A pesar del amplio abanico de candidatos, las elecciones se han reducido a una reñida pelea entre tres favoritos que competirán por ocupar una de las papeletas de la segunda vuelta los días 27 y 28 de enero.

El ex primer ministro Andrej Babis, el general retirado y exjefe del Estado Mayor del Ejército Petr Pavel y la economista académica y única candidata mujer Danuse Nerudova registran un apoyo en torno a los 20 puntos en las últimas encuestas.

Los problemas legales que Babis arrastra desde hace tiempo han sobrevolado toda la campaña. El magnate multimillonario ha recibido un posible espaldarazo electoral esta semana, cuando un tribunal de Praga lo absolvió de los cargos de fraude que se le imputaban por supuestamente obtener de manera indebida fondos de la UE destinados a pequeñas empresas para usarlos en un hotel y centro de conferencias que forman parte de su imperio empresarial.

El fallo judicial podría dar a Babis el empujón extra para clasificarse para la segunda ronda. Pero si lo logra, los encuestadores consideran probable que pierda ante Pavel o Nerudova, cuyos partidarios de orientación progresista pueden unirse contra un candidato cuyo mandato como primer ministro generó las mayores protestas multitudinarias del país desde la caída del comunismo en 1989. Se le considera incapaz de captar muchos votos fuera de la base electoral de su partido populista ANO (por las siglas, en checo, de Alianza de Ciudadanos Descontentos).

De 68 años, Babis esperó hasta finales de octubre para anunciar su candidatura, tras meses apostando sobre seguro y recorriendo el país en autocaravana en una campaña extraoficial en la que despreció a los 400.000 refugiados ucranianos que se calcula que hay en República Checa y expresó sus dudas sobre la ayuda militar occidental a Ucrania.

Esta postura lo enfrenta a Pavel, un hombre de 61 años que fue presidente del comité militar de la OTAN y defiende con firmeza el apoyo activo a Ucrania y el lugar de República Checa dentro de la alianza occidental.

Ambos comparten pasado en el régimen comunista de la antigua Checoslovaquia. Se descubrió hace años que Babis, nacido en Eslovaquia, fue agente de la ŠtB (la policía secreta en la época comunista). A pesar de que un tribunal eslovaco lo confirmó, él lo sigue negando.

Pavel, por su parte, se afilió en 1985 al entonces gobernante Partido Comunista. Dos años después, escribió una biografía en la que se justificaba la invasión soviética de Checoslovaquia de 1968 y se matriculó en un curso de tres años supervisado por la unidad de inteligencia militar del régimen. Dice que condena la invasión y que solo se afilió al partido porque quería seguir una carrera militar.

“Los votantes mayores van a ser cruciales”

A sus 44 años, Nerudova es la candidata más joven. Ha tratado de sacar beneficio del oscuro pasado de los otros dos aspirantes presentándose como “el futuro” frente a rivales que cataloga como reliquias políticas, muy alejadas de las generaciones más jóvenes que han crecido en democracia y libertad. “En estos momentos, los jóvenes tienen muy pocas ganas de participar porque los políticos de esta época no entienden ni se ocupan de los problemas de la generación joven”, dice a The Guardian.

Nerudova ha acusado de machismo a Pavel después de que su rival sugiriera que podría nombrarla experta contable de su presidencia debido a su formación como especialista en política fiscal. Pavel rechazó la acusación. Pero el auge electoral de Nerudova se frenó con el escrutinio de los medios checos a su candidatura por una presunta trama fraudulenta ocurrida en la Universidad Mendel mientras ella era rectora. Al parecer, en esta universidad de Brno (la segunda ciudad del país) se concedieron doctorados a estudiantes extranjeros tras unos estudios mínimos y a cambio de dinero. Nerudova ha dicho que en aquel momento no sabía nada de esa supuesta práctica.

Sus críticos también dicen que se enfrentaría a conflictos de intereses si llegase a la presidencia porque su marido es socio del mayor despacho de abogados de República Checa y representa a clientes empresariales. El presidente del país puede nombrar altos jueces y personalidades judiciales, también en el tribunal más importante del país.

Según el activista y analista político checo Bohumil Kartous, el pasado soviético del exgeneral lo hace paradójicamente atractivo para los votantes. “Su militancia anterior en el Partido Comunista atrae a la gente mayor, porque pensarán que todos hemos tenido una vida dura y la hemos pasado juntos, y por eso él sabe más que Danuse Nerudova”, asegura Kartous, que conoce a los dos candidatos. “Los votantes mayores van a ser cruciales para el resultado final”, concluye.

Traducción de Francisco de Zárate.

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