“¿Unión o independencia? Ninguna ofrece soluciones a los indigentes”
Mañana Escocia vota en referéndum si quiere permanecer en Reino Unido y un 1% del electorado son personas sin hogar. Las autoridades escocesas estiman en 35.000 los indigentes que viven en su territorio.
La revista Big Issue, es una publicación nacional vendida por personas sin hogar y parados de larga duración. Según sus datos, una de cada cuatro personas no ejercerá mañana su derecho al voto, “muchas de ellas, entre los más pobres de la sociedad”.
Para conocer su opinión, decidieron hacer su propia consulta entre los vendedores: el 'vendorendum'. El resultado fue de un 50% a favor de permanecer en el Reino Unido frente a un 46% favorable a la independencia. El editor de la revista Paul McNamee nos explica los detalles.
¿Tiene Big Issue una postura oficial sobre cual sería el resultado más favorable a los intereses de sus vendedores?
Hemos preferido mantenernos neutrales. Creemos que no beneficia a la gente que vende la revista. Si nos posicionáramos de parte de uno, nuestros vendedores podrían ser agredidos por los partidarios del otro lado y eso no les va a ayudar.
Además no sentimos que ninguna de las dos partes hayan hecho suficiente para lidiar con la pobreza de manera adecuada. Ninguno nos convence.
La campaña del ‘sí’, a favor de la independencia, dice estar comprometida con el estado del bienestar y promete dar ayudas para los más desfavorecidos de la sociedad. ¿Tampoco les convencen?
Dicen que lo están pero pueden decir cualquier cosa porque aún no tienen que ponerse a ello. Podrían decir que todos los viernes caminarán elefantes rosas por las calles. Están vendiendo una gran idea de un futuro lleno de esperanza y pueden glorificarlo tanto como deseen, pero todo su discurso reposa sobre una esperanza.
Entonces, ¿ninguno de los argumentos tiene suficiente peso para Big Issue?
No. Nosotros, al contrario que otros medios de comunicación existimos por y para nuestros vendedores y la mejor manera en que les podemos ayudar es ofreciéndoles trabajo y vendiendo una revista que merezca la pena ser leída. En el asunto de la independencia nos hemos asegurado de tener buenos columnistas que dan argumentos de peso a favor de la independencia y otros que dan argumentos de peso en contra, así como otras voces más moderadas. Y estoy encantado de publicar ambas posiciones. Yo busco personas que sean interesantes, que puedan escribir bien, interesar y añadir alguna idea nueva al debate.
¿Qué dijo el ‘vendorendum’ de la opinión de los vendedores?
El resultado se inclinó hacia el no por pocos puntos pero hablando con ellos la conclusión es que no se sienten parte del debate. Nuestra encuesta permite escuchar su voz. Muchos de ellos dijeron que creían que no habría ninguna diferencia para ellos. No creían que en una nueva Escocia sus oportunidades fueran a cambiar.
¿En su opinión, ofrece la izquierda política más oportunidades para las personas sin hogar y las clases más bajas de la sociedad?
No. No creo que sea blanco o negro. No somos de la opinión de que tener un subsidio detrás de otro ayude a mejorar la calidad de vida de nuestros vendedores, como mucha gente de izquierdas sostiene. Eso demasiado paternalista y no ayuda a romper ningún círculo.
En Big Issue creemos que si la gente busca su propia salida a los problemas es mejor. Por ejemplo, vender la revista es un trabajo. Ellos compran la revista por 1.25 libras y la venden por 2.50. Ese es su trabajo y así encuentran su camino para salir de la pobreza.
¿Cómo afectaría la independencia de Escocia a la clase trabajadora del país?
Creo que los comienzos serían muy difíciles. Hay estudios que dicen que la independencia empobrecerá a dos generaciones de escoceses por la estampida de empresas y bancos que podría suceder.
No me convence el argumento de los independentistas del sí que dicen que las cosas irán bien. Pero sí que me preocupa que el sector financiero se marche de Escocia.
La esperanza es que el sí pueda ofrecer algo nuevo a la clase trabajadora que impulse un cambio radical y probablemente lo están logrando, francamente. Sin embargo, mi temor es que, precisamente, los que están en el estrato más bajo de la sociedad terminen siendo los que más sufran.
Si es verdad que las institución financieras se marchan, el precio de los bienes de consumo se elevarán y las tasas también.
Ha habido una intensa polémica por la llamada ‘bedroom tax’, que quiere imponer el gobierno de David Cameron, el impuesto sobre la gente que tiene un subsidio para la vivienda pero que no utiliza todas las habitaciones de su casa. ¿Qué opinión le merece?
En mi opinión, es una política que penaliza a los más pobres. Además esta es una tasa que afecta sobre todo a las personas con discapacidad. Creo que hay problemas con el coste que los subsidios suponen para la sociedad pero creo que esta tasa en concreto es un error.
Los votantes del sí aseguran que buscarán un modelo social como los de Escandinavia si llegase a existir una Escocia independiente. ¿Tiene idea de cómo es la vida de los más desfavorecidos en esos países?
En mi opinión es demasiado idealista. Por un lado, el modelo escandinavo varía de nación a nación. En Noruega, por ejemplo, tienen ayudas para los desempleados mucho más altas que en Reino Unido porque ellos tienen unos impuestos mucho más altos que en este país.
Existe una mentalidad en el norte de Europa que no es igual que en Reino Unido, aquí la gente no quiere pagar impuestos y para podernos permitir el nivel de asistencia social que ellos tienen, tendríamos que pagar las mismas tasas que ellos.
¿Cuál cree que será el resultado del referéndum del jueves?
Creo que será un no por los pelos. Ahora las encuestas están muy ajustadas pero cuando los indecisos estén delante del papel, creo que se inclinarán más hacia el no.